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A Dios rogando y con el mazo dando

José Luis Mendoza

Miguel Hernández

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Ayer fui a rezarle a mi Dios. Pero no le he pedido que interceda para que un probable pacto entre el PSOE y Unidas Podemos fracase y no nos convirtamos en una república bolivariana. Ni tampoco para que la moción de censura en mi región prospere, recuperemos algo de dignidad, y dejemos de ser a ojos de España la gran reserva de Don Pelayo.

He rezado por los inmigrantes que siguen muriendo en el mediterráneo ante nuestra casi indiferencia, y he rezado en memoria de los miles de peces asesinados por todos nosotros. Y le he pedido ayuda, no a Dios, sino a las administraciones públicas para que cada uno pueda enterrar a sus muertos donde quieran. Y también para que en Cartagena alguien haga algo ante la muerte de aves en las balsas de la muerte, llenas de ácido sulfúrico.

Y le he preguntado a mi Dios cómo se puede exigir, imponer e insultar a quien piensa diferente, y acusarles de que no forman parte de esta España.

Uno no es más español por creer en un Dios, besar una bandera, matar un ciervo que no hace daño a nadie, o ir a los toros. Al contrario. Cuando veo la casa de un alto cargo de una Hermandad Cristiana llena de animales disecados, me viene a la cabeza la palabra hipocresía.

Un buen español es aquel que no amenaza con llevarse el domicilio fiscal y social de su empresa a otra parte para pagar menos impuestos.

Ser un buen español, también es el que cumple las leyes, y no edifica a su antojo alrededor de un Monasterio en nombre de Dios.

Ser español es ser tolerante y respetuoso con los demás, y aceptar las victorias y las derrotas.

Ser buen español no es quien quiere acabar con la sanidad y la educación pública de calidad. Ni tampoco quien propone privatizar las pensiones, que lo único que persiguen es enriquecer al rico y empobrecer al más débil. Y eso, no es de ser buen cristiano.

Y mañana, otra vez, volveré a ir a rezar a mi Dios. Ese que cree en el ser humano. El que cree que todos somos hijos de un mismo Dios, con los mismos derechos y obligaciones; con las mismas oportunidades y responsabilidades.

Y si sale adelante el pacto entre PSOE y Unidas Podemos, o la esperada por muchos moción de censura (el silencio de estos últimos días está poniendo de los nervios a más de uno en San Esteban), será porque el destino así lo habrá querido. Y dejemos a Dios a paz, que bastante trabajo tiene con algunos por ese mundo lleno de guerras de verdad.

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