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Los tres tránsfugas de Ciudadanos firmaron la moción de censura en Murcia hace dos días y entrarán hoy en el Gobierno de López Miras

A las diez de la mañana del pasado miércoles los diputados de Ciudadanos Isabel Franco, Francisco Álvarez y Valle Miguélez firmaban junto con los otros tres representantes parlamentarios de su partido en la Asamblea Regional la moción de censura junto con el PSOE para desbancar al PP del Gobierno de la Comunidad de Murcia y del Ayuntamiento de la capital. Había sido una negociación secreta y teledirigida desde Madrid. Ya en el terreno, la propia Miguélez había formado parte del comité negociador del partido naranja. Ese hecho no le ha impedido volver a dar un giro en el guion y convertirse en tránsfuga junto con sus otros dos compañeros de partido. Tenía reuniones esta misma tarde, al tiempo que pactaba a espaldas de su partido con el PP.

Miguélez y Álvarez entrarán como consejeros en el Ejecutivo al estar en contra de la moción presentada por Cs y PSOE, ha publicado el periódico La Opinión. La primera será responsable de Empresa, Industria y Portavocía, mientras que el segundo asume Empleo, Investigación y Universidades.  

Tras la firma de la moción de censura Isabel Franco, de hecho, siguió ostentando su papel como vicepresidenta del Gobierno ya que el todavía jefe del Ejecutivo murciano, Fernando López Miras, solo cesó a dos representantes naranjas de los cuatro que forman parte de su Gobierno: la portavoz y consejera de Empresa, Ana Martínez Vidal, actual candidata a la presidencia en la moción de censura, y José Gabriel Sánchez Torregrosa, quien acababa de sustituir a Beatriz Ballesteros como titular de Transparencia y también miembro del comité negociador.

Miguélez era la presidenta de la comisión de investigación creada en la Asamblea Regional para investigar el escándalo de la vacunación contra la COVID-19 por el que tuvo que dimitir el exconsejero murciano de Salud Manuel Villegas: se habían inyectado la primera dosis fuera de protocolo tanto el máximo responsable de Salud como 600 altos cargos y funcionarios de la Consejería y del Servicio Murciano de Salud.

La diputada naranja, a pesar de haber sido la responsable de configurar la lista de Ciudadanos para la Asamblea cuando era secretaria de Organización, había perdido peso político en el partido y grupo parlamentario en Murcia a favor de Martínez Vidal. Ambas llegaron a la formación de la mano de Fran Hervías, antiguo secretario de organización de Cs y actual senador por Andalucía. Fuentes parlamentarias sitúan a Miguélez como una política muy liberal, radicalmente contraria a la subida de impuestos y del sector más conservador del partido naranja.

Miguélez, fuera de juego

La enemistad entre la nueva coordinadora del partido naranja en Murcia, Ana Martínez Vidal, y la vicepresidenta, Isabel Franco, había dejado a Miguélez, quien era quien había manejado hasta entonces los hilos del partido, fuera de juego. Este viernes, la propia Martínez Vidal ha reprochado a los diputados su actitud. “El Grupo Parlamentario de Ciudadanos decidió unánimemente presentar la moción de censura ante la corrupción del PP. Estamos asistiendo a un ataque e intento de compra y corrupción de un PP más viejo que nunca. Ánimo y confianza en nuestro equipo”, ha señalado en un tuit.

De hecho, Martínez Vidal confirmó este viernes que la moción de censura presentada por su partido y PSOE seguirá su curso en la Asamblea Regional. La coordinadora se ha dirigido en a los tres diputados díscolos de Vox en la Asamblea Regional en un último intento para salvar la moción, según adelantó el diario La Verdad.

El diputado naranja Francisco Álvarez, el tercer tránsfuga, conforma junto con Franco el sector conocido como 'el clan de Alcantarilla', por la localidad murciana de la que ambos proceden. Siempre se ha mostrado fiel con las posturas políticas de Franco y era indudable que si la vicepresidenta optaba por hacerse tránsfuga, Álvarez la seguiría. La gran sorpresa, en este caso, viene de Miguélez.

La pugna entre Martínez Vidal y Franco no dio la cara el 28 de septiembre del pasado año cuando la primera fue nombrada coordinadora regional: en ese momento todo fueron felicitaciones y palabras amables por parte de las dos políticas, pero la relación no tardó en agriarse. Franco se había postulado para ser la nueva líder del partido en la Región, como así hizo público en mayo. “Me siento con ilusión y fuerza para liderar el proyecto de Ciudadanos en la Región de Murcia”, escribía en un artículo en el diario La Opinión. Sólo horas después, la portavoz del Ejecutivo regional y entonces solo compañera de partido, Martínez Vidal, corregía a la vicepresidenta: “La Región no celebrará primarias. Los nombramientos los va hacer directamente Ciudadanos en Madrid”, afirmaba.

Tres meses más tarde llegaron a venir a la capital murciana dos miembros de la dirección nacional de Ciudadanos: el vicesecretario general, Carlos Cuadrado, y el vicesecretario adjunto, José María Espejo-Saavedra, para “arropar a la nueva dirección regional”. Sin embargo, de acuerdo con fuentes cercanas a Ciudadanos, estos miembros de la dirección acudieron a la Región para forzar la dimisión de la vicepresidenta al entender que la nueva coordinadora debía asumir todo el poder. Entonces, la consejera de Política Social se negó a abandonar su cargo a no ser que la dirección regional la expulsara abiertamente.

Fuentes cercanas a Franco aseguran que tras obtener Ciudadanos seis escaños en las elecciones autonómicas de mayo de 2019 la actual vicepresidenta apostó por formar un gobierno con PSOE frente a la decisión final del partido naranja, entonces bajo la dirección de Albert Rivera, de coaligarse con el PP. Ahora, en cambio, Franco, seguida por Álvarez y Miguélez, se irá al Grupo Mixto de la Asamblea Regional por transfuguismo.