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El futuro de 3.500 personas en exclusión, amenazado por la falta de fondos del Gobierno de la Región de Murcia

Elisa M. Almagro

9 de junio de 2022 23:02 h

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“Precioso”, así define Juan Antonio conseguir un empleo después de cuatro meses recuperándose en la asociación Betania para la rehabilitación de personas con adicciones: “Estoy encantado de volver a trabajar, de volver a vivir”. Junto a él, otras 17.200 personas en riesgo o en exclusión social en la Región de Murcia se han beneficiado de los cursos de empleabilidad en los últimos seis años, que han reinsertado al entorno laboral al 22 por ciento de sus usuarios. Pese a su éxito, el Instituto Murciano de Acción Social (IMAS) ha comunicado a la Red de Lucha Contra la Pobreza y la Exclusión Social en la Región de Murcia (EAPN-RM) que los fondos europeos para sostener estos programas se agotarán el día 30 de septiembre: “A partir ahí tienen que ver de dónde salen los fondos, entendemos que por lo menos durante tres meses podríamos tener que llegar a paralizar los programas” explica Jesús Salmerón, portavoz de la EAPN-RM, que denuncia que pausar estos programas pondría en riesgo unos 150 puestos de trabajo y el progreso de unos 3.500 usuarios.

En los cursos de empleabilidad se atiende a individuos con bajo nivel académico, muchas veces con falta de autoestima y de habilidades sociales, y “un estigma que les hace sentirse pobres, marginados y excluidos, que les hace pensar que tienen menos derechos que los demás”, describe Manuel García, presidente de la asociación por la inclusión social Rascasa. García explica que en paralelo a la capacitación para encontrar un trabajo viene un itinerario individual con un diagnóstico de lo que necesita cada persona: “El poder tener esa cercanía, el estar presente y acompañando hace que los resultados sean mucho mejores que los que obtiene el Servicio de Empleo y Formación (SEF) con este grupo”, profundiza. “Con los cursos y el apoyo psicológico he podido empezar una buena vida. Se vuelcan contigo. Han sido una parte muy importante de mi recuperación, para mí y muchos de mis compañeros”, valora Juan Antonio.

Además de un empleo, Juan Antonio está buscando piso para estar más cerca de su familia: “Me están apoyando con eso también. Me encantaría que las cosas no cambiaran. Me estoy acostumbrando a hacer las cosas bien otra vez, con las herramientas que me ha dado el centro. Estoy encantado, feliz, mi familia es feliz, yo soy feliz”.

Desde la EAPN-RM, Salmerón asegura que las asociaciones no podrían costear los cursos por sí mismas hasta que el IMAS encuentre una nueva vía de financiación: “Hay organizaciones que directamente cerrarían”, sostiene. De ser así, advierte que cuando se interrumpen estas relaciones entre el profesional y el individuo que necesita ayuda, los procesos de acompañamiento y cercanía son “difíciles” de recuperar. “La gente no quiere saber nada de nosotros, desaparece. Ganarnos su confianza es un proceso que dura años, el daño que se puede hacer al trabajo de los profesionales es enorme”, abunda el portavoz de la EAPN-RM.

Para Rascasa, la paralización temporal de los cursos sería “un abismo imposible de cruzar”. Entre psicólogas, trabajadoras sociales y monitoras, su equipo lo componen cinco profesionales con contrato fijo o fijo discontinuo que ahora corren el riesgo de perder su puesto de trabajo: “Esas personas tienen vida. Las asociaciones no somos empresas frías, y estas personas llevan trabajando con nosotros muchísimos años. Una acaba de dar a luz”, denuncia García, que recuerda que se estaría “castigando” a una plantilla “muy feminizada”: “A lo mejor mi compañera cuando acabe la baja se encuentra en el paro. Desde el Gobierno regional se llenan la boca por el apoyo a la mujer y por su estabilidad en el empleo. Son solo mentiras”.

“Recurso válido contra la pobreza”

Las entidades que componen la EAPN-RM que desarrollan programas de mejora de empleabilidad exigen soluciones a la falta de financiación garantizando la continuidad de los programas. Salmerón asegura que el IMAS podría presentar la propuesta a la Unión Europea del plan operativo 2021-2027: “En el momento en el que el Ejecutivo presente el programa con el dinero que le han asignado, la UE aprobaría el programa. Cuando esto ocurra, tienen posibilidad de ejecutar gastos desde el año 2021”, sostiene. 

“Esto es un problema que debe resolver el Gobierno regional, ya sea de fondos propios o europeos, de donde sea. Han puesto en marcha un programa que está funcionando, del que depende muchísima gente y que ellos valoran positivamente”, recuerda Salmerón. La Comunidad Autónoma de la Región de Murcia define los cursos de empleabilidad como “un recurso válido para la lucha contra la pobreza y la exclusión social en la Región que incide en la minoración de las desigualdades sociales y contribuye a la cohesión social”.

El portavoz de la EAPN-RM lamenta que los problemas de financiación de los programas de empleabilidad se repiten al final de cada Programa Operativo Regional: “No hubo necesidad de parar”, matiza, “pudimos darle continuidad sabiendo que si te aprueban el reglamento en octubre o noviembre, puedes presentar gastos con carácter retroactivo”.

“Las entidades conocen del año en que terminan esos fondos”

El Instituto Murciano de Acción Social sostiene que es un mero gestor del Fondo Social Europeo (FSE) “que se reparte por concurrencia competitiva. Las entidades conocen del año en que terminan esos fondos”. No obstante, han anunciado la creación de una mesa de trabajo con la EAPN-RM para “trabajar en mantener la continuidad de los proyectos de empleabilidad y de garantía juvenil incluidos en el Programa Operativo Regional FSE+ 2021-2027”.

Aseguran que han mantenido reuniones con la Dirección General de Presupuestos y Fondos Europeos, en calidad de Organismo Intermedio de FSE, para la asignación de “presupuesto procedente de remanentes”, aquel que ha sobrado de otras partidas.