La portada de mañana
Acceder
El PSOE llega a su Congreso con un ojo en la continuidad y otro en los tribunales
ERC elige a su líder en un congreso convertido en un plebiscito sobre Junqueras
Opinión - España: una democracia atascada. Por Rosa María Artal

El PP resiste el empuje de Vox y se quedaría a tres escaños de la mayoría absoluta en la Región de Murcia

elDiariomurcia

11 de noviembre de 2022 12:29 h

0

El Partido Popular (PP) se quedaría a tres escaños de la mayoría absoluta en la Asamblea Regional de Murcia de celebrarse hoy las elecciones autonómicas, según el barómetro de otoño del Centro de Estudios Murciano de Opinión Pública (CEMOP), presentado el viernes en el Parlamento murciano. De esta forma, el PP ganaría los comicios con 20 diputados, uno más que en la encuesta anterior y cuatro más de los que cuenta actualmente, aunque necesitaría el apoyo de Vox para gobernar, que retrocedería en un parlamentario en comparación con el barómetro de primavera, aunque doblaría los cuatro diputados que tiene en la actualidad.

El PSOE de la Región también ganaría un diputado más que en el anterior barómetro de primavera del CEMOP, alcanzando los 15, dos menos de los que cuenta ahora. Mientras que Unidas Podemos conservaría los dos escaños con los que cuenta actualmente en el Parlamento murciano, Ciudadanos se quedaría sin representación en la Asamblea ya que obtendría un 2,4% de los apoyos -siendo necesario un 3%- y perdería el escaño que sí le otorgó el barómetro de primavera.

Para el CEMOP son Ciudadanos y el PSOE las formaciones que asumen el principal coste de la legislatura, “seguramente lastrados aun por la fallida moción de censura de 2021”. Los resultados de este barómetro son prácticamente iguales a los arrojados hace un año en el estudio de otoño de 2021. La izquierda sigue sumando 17 escaños, mientras que hay “un reacomodo en la derecha” con la desaparición de Ciudadanos: mientras que el PP se mantiene estable con sus 20 diputados, Vox absorbe la práctica totalidad de los escaños que deja Ciudadanos.

La mejora de los resultados del PP, según los investigadores del CEMOP, se debe a la absorción desde 2019 de 44.000 electores, de los cuales 17.000 procederían de Ciudadanos, mientras que 6.000 vendrían del PSOE, más 21.000 nuevos votantes o abstencionistas. Por otro lado, 14.000 antiguos votantes del PP se irían a Vox lo que, sumado a la fidelidad de voto de 2019, los 5.000 transferidos de Ciudadanos y los nuevos electores -“el partido que más capta en este segmento con 24.000 incorporaciones”- hacen que se incremente su “masa electoral” en 49.000 electores en comparación con 2019.

En cuento a los líderes de los partidos regionales, el presidente del Ejecutivo murciano, Fernando López Miras, sería el único en sacar un aprobado con un 5,3 de media, nota que mantendría frente a la última encuesta realizada el pasado marzo y le seguirían María José Ros de Ciudadanos, con un 4,7; Javier Sánchez Serna de Unidas Podemos, con un 4,5; José Vélez del PSOE, con un 4,2 y José Ángel Antelo de Vox, con un 3,8. Todos ellos descenderían la nota, sobre todo en el caso de Antelo que caería cinco décimas y Vélez, por su parte, cuatro.

De la polarización a posiciones más neutrales

El barómetro de octubre recoge un descenso de las valoraciones positivas y negativas tanto del Gobierno regional como de la oposición, mientras que aumentan las opiniones neutrales, de modo que “polarización” que se apuntaba en el anterior barómetro de primavera habría dado paso a “posiciones más neutrales”.

El desempleo sería la principal preocupación de los ciudadanos de la Región, mientras que la subida de precios alcanzaría el tercer puesto. Por otro lado, para un importante número de personas, según la encuesta de otoño, el Sistema Murciano de Salud (SMS) no dispone de “recursos suficientes” para poder gestionar los efectos de la pandemia en materia de salud mental para la población.

La encuesta del CEMOP se realizó entre el 3 y 17 de octubre con un muestreo teléfonico de 820 personas. En esos momentos, Abascal forzó la disolución del grupo parlamentario de Vox en la Asamblea Regional que estaba ocupado, principalmente, de diputados rebeldes. El movimiento se produjo para privar de financiación pública a Juan José Liarte y Francisco Carrera, diputados expulsados de la formación de ultraderecha y de quienes sospechaban que habían apoyado el nuevo proyecto de Macarena Olona.