Accra, 26 mar (EFE).- La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) dio a la junta militar que gobierna Mali un plazo de entre 12 y 16 meses más para completar la transición del país, mientras aumentó la presión sobre Burkina Faso y Guinea-Conarki para su retorno al orden constitucional.
Los líderes de la CEDEAO “decidieron que están dispuestos a aceptar una extensión de la transición en Mali en el rango de 12 a 16 meses, además de los 18 meses que ya pasaron”, señaló en una rueda de prensa a última hora de este viernes el presidente de la Comisión de la CEDEAO, Jean-Claude Kassi Brou.
Brou habló al término de una cumbre extraordinaria de los jefes de Estado y de Gobierno del bloque de 15 países celebrada en Accra, la capital de Ghana -que ocupa la presidencia rotatoria de la organización- donde revisaron la situación política en Mali, Guinea y Burkina Faso, que sufrieron golpes de Estado en mayo, septiembre y enero, respectivamente.
La organización decidió mantener las duras sanciones impuestas el pasado enero contra Mali -incluyendo el cierre de fronteras y un embargo comercial- que han sido muy criticadas ante el temor de que hundan a la población en una crisis humana mucho más grave.
Si un acuerdo fuera alcanzado en este sentido con las autoridades, “las sanciones serían levantadas gradualmente”, explicó Brou.
La CEDEAO estableció este nuevo calendario para la transición una semana después de que su mediador, el expresidente nigeriano Goodluck Jonathan, finalizara su última visita al país africano sin haber alcanzado un acuerdo con la junta militar, cuya última propuesta fue un plazo 24 meses más, después de incumplir en febrero el límite de 18 meses al que se habían comprometido.
A pesar de haber sido invitado, no asistió a la cumbre extraordinaria el líder golpista maliense, el coronel Assimi Goïta.
La organización estableció también un plazo máximo de un mes para que el Gobierno transitorio de Guinea-Conakri -donde ocupa el poder una junta militar desde el golpe del pasado 5 de septiembre- presente un calendario para el retorno al orden constitucional.
“No sabemos cuándo la transición terminará y esto crea una gran incertidumbre”, señaló el presidente de la Comisión de la CEDEAO.
“Más allá de la fecha límite del 25 de abril, entrarán en vigor sanciones financieras y económicas”, advirtió Brou, después de que la organización ya impusiera medidas en septiembre contra los líderes golpistas, incluidas prohibiciones de viaje y el bloqueo de activos financieros.
Respecto a Burkina Faso, donde los militares tomaron el poder el pasado 24 de enero, la CEDEAO exigió de nuevo la puesta en libertad “sin condiciones” del depuesto presidente Roch Kaboré y la reducción de la transición de tres años propuesta por la junta militar a “un calendario más aceptable”.
La CEDEAO ofreció también a este país un plazo máximo de un mes, hasta el 25 de abril, para la presentación de este nuevo calendario.
Después de esa fecha, advirtió Brou, se impondrán sanciones económicas y financieras, unas medida que de momento la organización ha evitado en Burkina Faso.
Antes del inicio de la cumbre, en su discurso de apertura, el presidente de turno del bloque, el jefe de Estado ghanés Nana Akufo-Addo, señaló que el objetivo de la reunión era valorar la situación “en los tres miembros recalcitrantes, Mali, Guinea y Burkina Faso, y tomar las decisiones apropiadas sobre el camino a seguir”.
En el último año y medio, la región de África occidental ha sufrido cuatro golpes de estado, incluyendo los dos acaecidos en Malí (agosto de 2020 y mayo de 2021), en Guinea-Conakri (septiembre de 2021) y en Burkina Faso (enero de 2022).
“Es importante que continuemos siendo una región donde los valores democráticos son preservados”, subrayó Brou.