Los viajes de los asistentes de cámara de los que dispone el rey emérito en Abu Dabi costaron 9.614 euros el año pasado a Patrimonio Nacional, que es la institución de la que depende ese personal que presta sus servicios para la Corona. elDiario.es reveló en enero que la institución que depende del Ministerio de Presidencia sufraga tanto las nóminas como los gastos derivados del desplazamiento de esos tres empleados a Emiratos Árabes Unidos para asistir a Juan Carlos I. De momento, Patrimonio Nacional ha autorizado cinco comisiones de servicio para esos tres ayudantes de cámara que le acompañan desde que salió del país el pasado agosto. La previsión es seguir haciéndolo hasta su regreso, para el que no hay fecha.
“Existe personal que se ha desplazado junto al rey emérito en sus viajes a los Emiratos Árabes. Efectivamente, el rey emérito cuenta con este tipo de asistentes desde que fuera Jefe del Estado y lo ha mantenido desde 2014, cuando abdicó”, confirma la presidenta de Patrimonio Nacional, Llanos Castellanos, en una respuesta a una solicitud de información tramitada a través del Portal de Transparencia. “Desde entonces y debido a su delicado estado de salud y avanzada edad, el rey emérito requiere del apoyo de este personal”, explica. “Patrimonio Nacional asume las indemnizaciones de las comisiones de servicio, siguiendo la tramitación habitual a petición de la Casa del Rey”, detalla la presidenta sobre el procedimiento, que consiste en que el personal que acompaña a Juan Carlos I “se va turnando en sus desplazamientos”.
“Los viajes realizados a los Emiratos Árabes desde el año 2020 se han traducido en cinco Comisiones de Servicio y por un importe total liquidado en 2020, por tres comisiones de servicio, de 9.614, 56 euros”, remata la respuesta de Patrimonio Nacional. Ese importe cubre los gastos de desplazamiento (los asistentes han ido y han vuelto de Madrid a Abu Dabi en función de sus turnos rotatorios), estancia y dietas. No obstante, el coste en viajes de los asistentes es superior incluyendo las dos comisiones de servicio que no están aún liquidadas –haciendo una estimación las dos que aún no se han incluido en el balance engordarían la factura hasta unos 15.000 euros– y las que se autoricen en adelante hasta que el emérito regrese a España. A esa cantidad hay que sumar, además, los salarios de ese personal que también depende de Patrimonio Nacional, aunque es la Casa Real la que dispone de él y organiza su funcionamiento.
A pesar de que la función principal de esa institución pública es proteger y difundir el patrimonio histórico-artístico del país, también se le atribuye la de “apoyo” a la Jefatura del Estado. Bajo esa premisa, Patrimonio Nacional se ha convertido en un cajón de sastre en el que se abonan facturas muy diversas para la Corona. Además de buena parte de su personal, el organismo se encarga del mantenimiento de La Zarzuela, el palacio donde viven los reyes, incluida su limpieza. Recientemente se ha adjudicado por 500.000 euros para la conservación de los edificios del complejo en la que se incluye tres piscinas –dos al aire libre y una climatizada–. Entre 2006 y 2020 destinó 665.962 euros a 39 casas forestales que la familia real tiene en El Pardo, entre las que se encuentra la de la finca de La Angorilla en la que se alojaba Corinna Larsen. También tuvo que hacer frente a algunos de los lujosos hobbies del exjefe del Estado y se vio obligado a pagar 1,23 millones de euros en concepto de indemnización a los trabajadores despedidos del yate Fortuna. Aunque la sentencia condenaba tanto a Patrimonio Nacional y la empresa adjudicataria a compensar a los empleados, fue la institución pública la que asumió el pago total sin que haya un documento que justifique tal decisión, según admiten en el actual equipo directivo.
Pero la salida de Juan Carlos de Borbón de España no solo supone un incremento de los gastos de Patrimonio Nacional, sino también del Ministerio del Interior para sufragar a los efectivos que se encargan de la seguridad del exjefe del Estado, a los que tiene que abonar los emolumentos correspondientes a la prestación de servicios en el extranjero. El departamento que dirige Fernando Grande–Marlaska se niega a detallar el dispositivo del rey emérito alegando que se trata de un asunto reservado y que hacer público el número de agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en Abu Dabi “puede afectar a las relaciones exteriores y la seguridad”. Según La Política Online, son cuatro los escoltas que acompañan al exjefe del Estado.
Ese mismo diario digital informó de que las infantas Cristina y Elena fueron a Abu Dabi acompañadas de tres escoltas cada una en el viaje en el que visitaron a su padre y aprovecharon para vacunarse. La estimación de ese periódico es que a Interior le costó unos 33.000 euros el dispositivo en dietas de los agentes ya que el viaje se prolongó durante una semana. “Se nos ofreció y accedimos”, dijeron en un comunicado sobre su decisión de administrarse la dosis contra la COVID-19 en el país árabe sin esperar a su turno en España conforme al protocolo establecido por las autoridades sanitarias. Juan Carlos I y el exdirector del CNI Félix Sanz Roldán, que también estaba visitando al exmonarca, también se vacunaron.