Francisco Martínez alega que estaba “roto” cuando escribió un mensaje llamando “miserables” a Rajoy y Cospedal

Pedro Águeda

1 de junio de 2021 16:05 h

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El que fuera número dos de Interior durante el espionaje “parapolicial” a Luis Bárcenas se ha negado a explicar por qué se sentía traicionado por el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz y por la antigua secretaria general del PP María Dolores de Cospedal, tal y como escribió en el teléfono móvil que le incautaron los investigadores del caso Villarejo. Ante la comisión de Interior del Congreso, Martínez ha apelado a la reciente Ley de Protección de Datos aprobada por el Congreso y a la mención que hace a que los datos personales que aparecen en investigaciones judiciales no pueden ser utilizados fuera de ella.

“Mi grandísimo error fue ser leal a miserables como Jorge, Rajoy o Cospedal”, escribió el 5 de junio de 2019 en un mensaje al presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro, cuando ya había sido publicado que el juez Manuel García-Castellón le iba a citar como imputado en el marco del caso Kitchen. Cuando finalmente fue llamado a declarar, Martínez evitó en todo momento establecer responsabilidades de sus superiores y negó haber coordinado el operativo parapolicial, como señalan otros investigados.

Este martes en el Congreso ha esgrimido la misma línea de defensa, pero sin entrar en detalles por tratarse de una investigación judicial en marcha. En el interrogatorio del portavoz de ERC, Gabriel Rufián, Martínez ha pasado al contraataque y ha dicho que si no contestaba a la pregunta por aquel mensaje es por la reforma de la Ley de Protección de Datos que el bloque de apoyo a la investidura de Sánchez había aprobado. “Usted la vota y yo lo acato”, ha dicho sobre la reforma de la Ley a Rufián.

La mayoría de los portavoces han intentado que Martínez se explayara afirmando que todo indica que él es una suerte de juguete roto que va a asumir responsabilidades que no le corresponden. En ningún caso han conseguido que Martínez variara de estrategia. Más adelante ha enmarcado el mensaje en su abatimiento personal. “En un momento en el que yo estaba roto se dicen cosas así de un amigo, de un familiar...”, ha afirmado. El portavoz del PNV, Mikel Legarda, le ha recordado que la comisión de investigación no se ve afectada por esa reforma de la Ley de Protección de Datos porque está fuera de la instrucción judicial.

“Niego de forma contundente y sin ningún matiz que participase o tuviese conocimiento directo o indirecto” de la operación Kitchen, ha leído Martínez antes de que comenzara a preguntar el portavoz de los socialistas, Felipe Sicilia, que ha sido el primero en advertirle de que puede acabar de “chivo expiatorio” del caso.

Durante su declaración ante el juez García-Castellón en noviembre pasado, éste no le preguntó por María Dolores de Cospedal. Este martes lo han hecho los portavoces. Martínez ha dicho que él no habló de la Kitchen ni de “casi nada” con Cospedal en aquella época. La exsecretaria general del PP comparecerá mañana por la tarde ante la comisión de investigación.

Martínez también ha negado que reconociera en una conversación con el comisario García Castaño la existencia de un pendrive sustraído a Bárcenas. Ha dicho que se ha tergiversado el sentido de esa conversación porque ambos estaban bromeando y que nunca ha sabido nada de ese material, que contendría grabaciones de Bárcenas a Rajoy, entre otros, según trasladó Villarejo en conversaciones grabadas e incorporadas a la causa.

El juez García Castellón había citado a Martínez y a Villarejo para que declararan mañana por la mañana en el marco de la causa Kitchen, pero las citaciones han sido suspendidas para que no coincidan con las declaraciones del empresario Ignacio López del Hierro y el exsecretario de Estado de Seguridad José Antonio Nieto, que comparecerán en el Congreso antes que Cospedal.

El cura Silverio sobre su ubicuidad: “Es casualidad”

Por la tarde ha prestado declaración el sacerdote Silverio Nieto, quien se ha vuelto a presentar como amigo o asesor espiritual de varios de los imputados por la Audiencia Nacional. Los distintos portavoces, a excepción de los del PP y Vox, mostraron su incredulidad por su insistencia en que no jugó ningún papel en aquel Ministerio del Interior, que encabezaba Jorge Fernández Díaz, pese a la relación con éste, Francisco Martínez y el comisario Enrique García Castaño. “No es causa-efecto. Es casualidad”, ha dicho Nieto ante la comisión de investigación. 

Nieto reenvió un mensaje a García Castaño que previamente le había enviado Martínez y en el que advertía de las consecuencias que podría tener para Fernández Díaz y para Mariano Rajoy su imputación en el caso. El portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, le ha dicho al cura Nieto que si él hubiera recibido ese mensaje, en lugar de reenviárlo a sus amigos García Castaño y Fernández Díaz, se hubiera plantado “en cinco minutos” ante un juez por los indicios de delito que alberga.

El cura Nieto ha lamentado los pesares que le está produciendo dicho mensaje. “Cometí la debilidad y el error de reenviarlo”, ha dicho, aunque ha insistido una y otra vez que lo hizo únicamente a título informativo. También ha negado ser el confesor de Fernández Díaz. Según Nieto, el exministro es miembro del Opus Dei y, por tanto, tiene un confesor de “la obra”.

Expolicía, exjuez, antiguo director de los Servicios Jurídicos de la Conferencia Episcopal, Nieto se ha presentado como “un cura de base” que tiene su parroquia en la elitista zona del barrio de Salamanca. Ha reconocido que es amigo personal de Carlos Lesmes, presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ, y que conoce a todos los miembros de ese Alto Tribunal así como del Constitucional, pero que todo se debe a su larga trayectoria como policía y magistrado. Silverio Nieto fue nombrado comisario honorario por parte de Fernández Díaz. 

Edmundo Bal le ha preguntado por una afirmación suya en el juzgado, donde declaró como testigo. “Lo único que hice en este caso fue reenviar un mensaje, quizá Paco pensó que el ministro a mí me haría caso, y sería más receptivo, pero no tengo nada que ver con estas historias”, aseguró ante el juez Nieto. Bal le ha preguntado que a qué tenía que ser más receptivo el exministro, pero Nieto no ha concretado. “A mí esto me parece un chantaje”, ha dicho el portavoz sobre el contenido del mensaje.