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Los mítines de PSOE y Unidas Podemos se convierten en alegatos contra el fascismo tras el plante de la izquierda a Vox

La actitud provocadora de Rocío Monasterio negándose a condenar y cuestionando incluso las amenazas a Pablo Iglesias, al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y a la directora de la Guardia Civil, María Gámez, ha marcado un antes y un después en la campaña electoral. Al menos a ojos de los partidos de izquierdas, que claman por una movilización masiva para hacer frente a Isabel Díaz Ayuso y la extrema derecha. Es una oportunidad que ven factible cuando se acerca el ecuador de la campaña –tras el debate y la encuesta del CIS– y sobre todo al destaparse sin tapujos la extrema derecha que representa Vox. 

La respuesta de las fuerzas de izquierdas ha sido unánime. El candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, decidió abandonar el debate de la Cadena SER ante la negativa de la aspirante de la extrema derecha a condenar específicamente las amenazas de muerte contra él y su familia. Iglesias, que ya había anunciado su intención de no participar en más enfrentamientos si eso sucedía, abandonó el estudio mientras Monasterio le retaba: “Lárguese, es lo que queremos muchos españoles. ¡Que se levante y se vaya de aquí!”, le ha gritado“. Vox se jactaba después del abandono de Iglesias: ”Lo hemos echado del debate de la SER y pronto lo echaremos de la política española“. 

Para entonces la izquierda le había hecho un cordón sanitario. El candidato del PSOE, Ángel Gabilondo, anunció su abandono del debate a la vuelta de publicidad bajo el pretexto de no haberlo hecho antes porque pensaba que Iglesias volvería. La aspirante de Más Madrid, Mónica García, se sumaba al socialista. “Lo que ha pasado aquí es de una extrema gravedad. No quiero pasar ni un minuto más con usted en ningún plató ni en ningún sitio”, le decía a Monasterio. 

A partir de ahí la izquierda intenta sumar todas las fuerzas contra la extrema derecha. “Si hablan como fascistas, gestionan como fascistas y se comportan como fascistas, son fascistas” exclamó la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, en un acto en Getafe apenas una hora después de que acabara el debate. Los socialistas señalan tanto a Vox como al PP por haberle abierto la “puerta” de las instituciones. “Está en riesgo nuestra democracia”, avisó Lastra: “El 4M, a votar todos a Ángel Gabilondo en legítima defensa”.

Gabilondo: “Hoy todos los demócratas somos Fernando, María y Pablo”

El candidato socialista, de un cariz mucho más templado, también usó este viernes por primera vez el término “fascismo” para referirse a Vox, aunque el debate ya había deslizado que era un “nido incipiente de dictadura”. “Hoy ha cambiado casi todo en el panorama de nuestras elecciones –dijo en un acto en Carabanchel–. Hemos asistido a la exaltación de valores antidemocráticos, fascistas y que ponen en cuestión la estructura y el sentido de la democracia”. “Quienes no condenan explícitamente esa violencia concreta contra esas personas tienen que ser vencidos como vencemos en democracia: en las urnas”, expresó Gabilondo, que rechazó “blanquear a la extrema derecha”.  

“Hoy todos los demócratas somos Fernando [Grande-Marlaska], María [Gámez] y Pablo [Iglesias]”, dijo en referencia a los receptores de las cartas amenazantes. El PSOE ha tirado, además, del ministro del Interior, que acudió por sorpresa al acto de Gabilondo. “Son unas amenazas fascistas que nos recuerdan a otros tiempos que algunos hemos vivido –afirmó Grande-Marlaska en referencia a ETA– y nos recuerdan a esos tiempos y, como les hicimos frente a esos fascistas, a estos fascistas también les haremos frente”. Los socialistas han decidido, además, contar de nuevo con Marlaska e incorporar también a la directora de la Guardia Civil, María Gámez, a un acto este sábado en Puente de Vallecas para el que inicialmente solo estaba previsto que acompañaran a Gabilondo Adriana Lastra, Reyes Maroto y Hana Jalloul.

El PSOE fía una victoria del bloque de izquierdas a la movilización del bloque progresista y los socialistas creen que el “miedo” que está infundiendo la extrema derecha con actuaciones como la de este viernes les ayuda en esa dirección. “Es que nos jugamos la democracia”, insistían este viernes desde Ferraz, donde consideran que la “izquierda es diésel” y va en aumento a medida que se acerca la campaña. 

Iglesias pide una “movilización” contra la ultraderecha

También el candidato de Unidas Podemos, víctima de las amenazas y protagonista de la polémica en el debate, confía en una participación masiva el 4 de mayo y ha reclamado responder“ al ”proyecto de la ultraderecha“ en las urnas, ”con educación, en silencio, con buenas formas; con la dignidad de la gente trabajadora, yendo a votar masivamente“.

Pablo Iglesias ha cerrado un acto de Unidas Podemos en la Plaza Mayor de Villaverde, en uno de los barrios más desfavorecidos de Madrid, al borde de la M45 y colindante con los municipios del sur de la región, donde el exvicepresidente ha centrado buena parte de sus esfuerzos para movilizar un voto progresista, pero habitualmente abstencionista. Iglesias ha sido recibido por los centenares de personas que desbordaban la zona acotada por las medidas sanitarias entre gritos de “fuera fascistas de nuestro barrio” y “no pasarán”, además del clásico “sí, se puede”.

Al inicio del acto ha habido un pequeño enfrentamiento con un equipo del programa Estado de Alarma, que dirige el experiodista de El Mundo Javier Negre. Los reporteros han intentado acceder sin acreditación a la zona acotada, para la que Unidas Podemos ha establecido un sistema rotatorio ante la imposibilidad de atender todas las peticiones.

Iglesias, sin mencionar a Vox ni el enfrentamiento que ha mantenido esta mañana con su candidata, ha hecho una defensa de los servicios públicos como auténticos garantes de “la libertad”. “La libertad existe cuando los hijos de los trabajadores agrarios que emigraron a Madrid pueden estudiar y tener un título universitario, para orgullo de sus padres. La libertad no es tomarse una caña, es la salud pública, la educación pública o el derecho a la vivienda. La libertad es que no se permita a los fascistas defender ideas que no son compatibles con la democracia”, ha asegurado.

Iglesias ha restado valor a su enfrentamiento con Monasterio. “Lo único que he hecho es cumplir con mi obligación como dirigente político”, ha asegurado. “Decir que en democracia no es aceptable el racismo, copiar un cartel a los nazis, los bulos y la deshumanización”, ha proseguido. El secretario general de Podemos ha defendido la “valentía” real de quienes “defienden la democracia” día a día cuando se enfrentan al racismo, paran un desahucio o a quienes “se organizan en los barrios para montar comedores sociales y decir que es para todo el mundo, que español es todo el que trabaja aquí”. “Por eso el 4 de mayo es importante que esa valentía histórica que está en el ADN del sur, de los barrios, de la clase trabajadora, se exprese masivamente”, ha concluido.

Antes que Iglesias han participado en el debate otros miembros de la lista de Unidas Podemos, como el teniente de alcalde de Alcorcón, Jesús Santos, quien ha asegurado que lo ocurrido este viernes “es muy grave”. “Se han quitado las caretas”, ha dicho en referencia a Vox. “No están en juego unas elecciones, está en jugo la democracia. No podemos mirar para otro lado cuando hay un partido que quiere deportar a un español por el simple hecho de ser negro”, ha señalado en referencia a su compañero de candidatura Serigne Mbayé, quien también ha participado en el acto. 

La número dos de la lista, Isa Serra, ha acusado a “la candidata de la ultraderecha” no solo de no condenar la violencia, las amenazas y el terrorismo, “sino que ha ido a generar más violencia, a jactarse del miedo que puede sufrir una persona cuando le amenazan”. La portavoz de Podemos en la Asamblea ha aplaudido a su jefe de filas por su “dignidad frente al fascismo”. “Pablo ha hecho lo que deberíamos haber hecho todos y todas hace mucho tiempo, ha dicho basta a que se sigan difundiendo los discursos de la extrema derecha”.