Mariano Rajoy destruyó en 2009 documentación sobre la caja B del PP, después de afearle a Luis Bárcenas que aún la guardase. Es la última confesión del extesorero del PP, que ha incluido en un documento enviado a la Fiscalía Anticorrupción, a pocos días de que comience el juicio de la caja B en el que él se enfrenta a una petición de seis años de prisión y Rajoy declarará como testigo. En el escrito, Bárcenas aclara que guardaba una copia, pero que parte de esa documentación le fue sustraída durante un robo.
Bárcenas, en prisión por la condena a 33 años de cárcel por el caso de la primera época de Gürtel, revela en su escrito que el PP no cumplió su parte del trato cuando retiró la acusación en el juicio por la destrucción de sus ordenadores, ahonda en el pago de sobresueldos a altos cargos del partido y asegura que los donativos secretos “procedían de entidades beneficiarias de importantes adjudicaciones públicas”.
En esa última afirmación se condensan ocho años de investigación en la Audiencia Nacional. Ocho años en los que los jueces, la Fiscalía y la Policía han intentado trazar la conexión entre los donativos de los empresarios con la adjudicación de contratos de obra pública, con escaso éxito hasta ahora. Entretanto, las pesquisas de la causa sobre la operación Kitchen han destapado las maniobras del Gobierno de Mariano Rajoy para tratar de ocultar las pruebas sobre la caja B mediante el espionaje a Bárcenas a través de su chófer.
El caso de la caja B llegó a quedar reducido a la reforma de la sede del PP (lo que se juzga en el juicio que comienza el próximo lunes), pero las revelaciones de Francisco Correa y los indicios encontrados durante la investigación de la trama Kitchen mantienen viva una línea de investigación que trata de demostrar que el Gobierno de José María Aznar beneficiaba en sus licitaciones a los empresarios que entregaban grandes sumas de dinero al partido.