El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha lamentado este martes que sus hijos sufran “las consecuencias” de las “tareas políticas de sus padres” tras verse obligado a abandonar sus vacaciones en Asturias junto a la ministra de Igualdad, Irene Montero, y ha afirmado que “el odio y las amenazas” que recibe su familia por parte de la “extrema derecha” no “frenarán” su trabajo.
“Lo que hace a nuestra familia la extrema derecha y ciertos medios es grave, pero hay que poner cada cosa en su contexto. Hay gente que ha pagado con su libertad, con su vida o con torturas defender sus ideas y hacer política. No es nuestro caso”, ha expresado el líder de Unidas Podemos.
Iglesias ha defendido a través de un hilo en Twitter que “no hay derecho” a que sus hijos sufran “tengan que sufrir las consecuencias del compromiso y las tareas políticas de sus padres, pero hay millares de niños en situaciones mucho más vulnerables”.
También ha agradecido las muestras de apoyo recibidas en el último día tras conocerse que tuvo que abandonar la casa en Asturias en la que pasaban unos días de vacaciones, propiedad de la familia de Enrique Santiago, secretario general del Partido Comunista, al recibir insultos e incluso amenazas. Entre los agradecimientos ha citado la labor de los policías que les escoltan “cumpliendo su labor con la mayor profesionalidad y el mejor trato humano”.
Esta mañana, en una entrevista en la Cadena SER, Enrique Santiago criticó la “campaña de acoso sistemático” al vicepresidente Pablo Iglesias y la ministra de Igualdad, Irene Montero, bajo la “permisividad” de “las Fuerzas de Seguridad y el Poder Judicial”. Para Santiago, estos “delitos constante de acoso, violencia y amenaza” son “perseguibles de oficio” pero la “Fiscalía no hace nada”.
A su vez, el diputado de Unidas Podemos ha asegurado que son personas “vinculadas a Vox, un partido de ultraderecha, los que hostigan” a Iglesias y Montero con una “impunidad absoluta” porque “tampoco lo ocultan” al hacerse incluso fotos en redes delante de su casa.