Los primeros movimientos en el seno de la coalición que lidera Yolanda Díaz anticipan un comienzo de curso agitado. Sumar ha registrado ya las portavocías adjuntas del grupo parlamentario en el Congreso de los Diputados, que ha repartido entre los comuns, Compromís y la Chunta Aragonesista, que será rotatoria con Més, una decisión que deja sin voz propia en la Cámara Baja a Podemos e Izquierda Unida, así como a Más Madrid. Los de Ione Belarra habían reclamado esta mañana, antes de que se cerrase esa negociación, una de las tres portavocías y un asiento en el nuevo gobierno de coalición.
El reparto de portavoces era una de las primeras negociaciones que debía afrontar Sumar de cara a la nueva legislatura. En una coalición compuesta por hasta ocho partidos, la prerrogativa de una portavocía adjunta otorga a los partidos cierta autonomía para presentar iniciativas legislativas y además les garantiza minutos en los debates parlamentarios. Esas conversaciones que se seguían en las últimas semanas se han cerrado finalmente este lunes.
Con el reparto asignado, según trasladan fuentes de Sumar, Marta Lois será la diputada principal del grupo. La diputada de los comuns Aina Vidal será la portavoz adjunta primera; la segunda recaerá en Águeda Micó, de Compromís; y la tercera será para Jorge Pueyo, el diputado de Chunta Aragonesista. El secretario general del grupo, Txema Guijarro, también será portavoz sustituto.
Antes de conocerse el reparto oficial, mientras todavía seguían las negociaciones, Podemos había reclamado una portavocía propia así como un ministerio en un eventual gobierno de coalición progresista. “Planteamos que Podemos tenga el espacio que le corresponde y que se respete a esta fuerza política”, ha aseverado el portavoz de la formación Javier Sánchez Serna este lunes en rueda de prensa.
Este asunto siempre fue materia de negociación en Unidas Podemos, donde los comuns, Izquierda Unida o Galicia en Común mantenían sus propias portavocías adjuntas al margen de la general, que recaía en el partido de Ione Belarra. Durante la última legislatura ese puesto lo ejerció el exdiputado Pablo Echenique.
Ahora esas conversaciones entrañaban más dificultad con la presencia de hasta ocho formaciones en un mismo grupo parlamentario: aparte de Movimiento Sumar, el partido instrumental de la vicepresidenta, Podemos, Izquierda Unida y los comuns cuentan con cinco diputados respectivamente; Compromís y Más Madrid con dos cada uno; y la Chunta Aragonesista y Més, con sendos representantes.
“En Unidas Podemos todos los partidos tuvieron tanto su portavocía adjunta como presencia amplia en las comisiones e incluso tuvieron ministerios. Podemos está pidiendo lo mismo: respeto y reconocimiento. Si se invisibiliza a Podemos eso va a generar desilusión y va a afectar a todo el espacio”, ha insistido Sánchez Serna, que antes de conocerse el registro oficial de los portavocses había pedido a Díaz que rectificase la decisión de dejarlos sin portavoz.
En Izquierda Unida no han entrado a criticar la decisión de Sumar pero precisan que el reparto “tiene un carácter transitorio”. “Se necesita un modelo que represente y garantice la diversidad y la riqueza del espacio político. Esto lógicamente es complejo y creemos que no tiene por qué estar cerrado definitivamente”, ha dicho la portavoz de ese partido, Sira Rego, en una rueda de prensa este lunes. “Hay que garantizar la cuestión plurinacional y también creemos que es imprescindible el eje en torno a la cuestión del estado social, los derechos. Esto es perfectamente compatible, está acompasado. Podría haber también algún tipo de rotación proporcional que garantice que todos nos sintamos cómodos y a gusto con esta representación”, ha sugerido Rego.
Sumar ha defendido que esta fórmula es la mejor para reflejar el “carácter plural” del grupo. “Nos parece que es la mejor fórmula de representar el país que ya somos y lo que significa Sumar en la sociedad”, sostienen esas fuentes. “De esta manera, todas las portavocías funcionarán coordinadas desde la portavocía principal y las fuerzas políticas de implantación estatal integradas en Sumar también, sin duda, tendrán visibilidad y capacidad de iniciativa política”, añaden.
Un ministerio en el futuro gobierno
Dentro de esas negociaciones, Podemos está pidiendo también un sitio en el Gobierno y se vuelve a remitir a la estrategia que siguió entonces la formación cuando negoció el reparto interno de la coalición en 2019: el partido que entonces lideraba Pablo Iglesias se quedó con dos ministerios; uno fue para Izquierda Unida y otro para Yolanda Díaz (que no formaba parte de IU desde hacía meses), y un quinto para los comuns.
Los de Belarra creen que ahora Yolanda Díaz debe seguir una estrategia parecida y otorgarles a ellos un ministerio. “No hay tiempo que perder. Desde Podemos vamos a trabajar para la formación de un gobierno progresista y para que en ese gobierno de coalición siga habiendo ministros y ministras de Podemos”, ha insistido este lunes Sánchez Serna.
En los últimos días, otro de los portavoces del partido y coordinador en Castilla y León, Pablo Fernández, ha considerado con varios tuits en esta línea, que Irene Montero debe seguir como ministra de Igualdad en el próximo gobierno de coalición.