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Sánchez pide a sus ministros que se pongan “manos a la obra” y prioriza las medidas sociales pero evita aclarar el calendario

“No va a haber ni un momento de descanso”. Es la advertencia de Pedro Sánchez a su Gobierno en el primer día de funcionamiento. El presidente quiere imponer una dinámica de trabajo que se traduzca en “política útil”. La primera decisión ha sido cambiar el día de las reuniones del Consejo de Ministros a los martes para “adelantarse” a los problemas y no ir a rebufo. Sánchez ha pedido a los miembros de su gabinete que se pongan ya “manos a la obra” para poner en marcha el plan de acción rubricado con Pablo Iglesias, pero no ha aclarado el calendario de prioridades que pretende seguir. 

“Paso a paso”, ha sido su respuesta a la pregunta de cuál es el plan del Ejecutivo respecto a algunas de las iniciativas que ha establecido como prioridades, como la Subida del Salario Mínimo Interprofesional -del que dependerá el incremento de las pensiones más bajas-, la Conferencia de Presidentes, o la presentación del techo de gasto, que Sánchez pretendía llevar al Parlamento en enero. Tampoco ha querido fijar una fecha para los Presupuestos Generales del Estado, que son fundamentales para que haya una legislatura larga, de “1400 días”, según ha cuantificado. “Evidentemente uno de los objetivos del Gobierno son los presupuestos sociales”, ha dicho. Por ahora el Ejecutivo ha aprobado la actualización de las pensiones conforme al IPC con un incremento del 0,9. Sánchez ha explicado que si fuera mayor, antes de abril de 2021 los pensionistas recibirán la diferencia. 

Lo que sí está claro es que Sánchez quiere cumplir con los objetivos de estabilidad presupuestaria, es decir, con Bruselas, pero renegociar el 1,7% de margen establecido. Fuentes gubernamentales aseguran que es un proceso que siempre se lleva a cabo cuando se inicia un nuevo proyecto presupuestario. “Es verdad que el Gobierno ha estado mucho tiempo en funciones, pero Bruselas no”, ha aseverado Sánchez. 

Sánchez ha defendido que el Gobierno cumplirá con el acuerdo suscrito con Unidas Podemos. “La voluntad del Gobierno es firme porque la coalición es firme. Vamos a cumplir con la palabra dada”. Así, ha asegurado que el SMI llegará al 60% del salario medio a final de la legislatura, pero sin precisar cuándo comenzará el diálogo social para llevarlo a cabo. “La hoja de ruta es la que tenemos firmada”, ha afirmado el presidente. 

A pesar de las diferencias que Sánchez e Iglesias mostraron públicamente en los últimos meses, la sintonía entre PSOE y Unidas Podemos se ha multiplicado en los últimos días y Sánchez ha hecho una defensa férrea de la coalición: “Efectivamente, después de lo que hemos firmado, del perfil de los ministros que componen el Consejo de Ministros, no tengo ninguna reserva respecto al acuerdo alcanzado”. El presidente, que ha entregado una carta a todos los miembros de su gabinete, ha expresado públicamente que se siente “orgulloso” de todos ellos: “Todos los ministros ya son ministros del Gobierno de España, no de un partido u otro; Van a contar con todo el apoyo y el arrope”.

Otro de los encargos que Sánchez ha trasladado a los ministros es que lleven a cabo el “diálogo” con la oposición y los distintos sectores a los que llegue su acción de Gobierno. Así, ha reiterado que esta será la “legislatura del diálogo”, entre ellos el territorial. Catalunya es el principal desafío de los socialistas, ya que de la marcha de la negociación con la Generalitat depende en buena medida el apoyo de ERC y, por tanto, la duración de la legislatura. 

Mira al PP para renovar órganos constitucionales

Sánchez ha asegurado que quiere reunirse con Quim Torra “cuanto antes”. Sánchez ha reiterado que es el legítimo presidente del Govern y que, por tanto, lo “normal” es que se reúnan. Los correspondientes equipos están perfilando ese encuentro. “Me parece fundamental abrir un proceso de diálogo. Si nos sentamos dos presidentes parece una noticia extraordinaria”, ha expresado. El domingo ya reconoció que la situación jurídica de Torra se resolverá “más adelante”.

No obstante, tampoco ha aclarado cuándo echará a andar la mesa de negociación del Gobierno y la Generalitat, aunque el plazo que se han dado PSOE y ERC es de quince días desde que se constituyera el Ejecutivo central. 

El presidente ha defendido su propuesta de que la exministra Dolores Delgado sea la nueva Fiscal General del Estado. Una decisión que ha provocado las críticas de la oposición y también dentro de la carrera judicial. Para Sánchez tiene un perfil “impecable” para desempeñar esa labor. “Me gustaría que la oposición criticara esta propuesta por los hechos, no por los supuestos”, ha dicho.

“Sería bueno que asumieran el resultado electoral y que hicieran una oposición constructiva y con sentido de Estado”, ha aseverado el presidente, que ha asegurado que tenderá la mano al PP para algunas cuestiones clave en las que necesita su apoyo, como la renovación del Consejo General del Poder Judicial, del Defensor del Pueblo o del Tribunal Constitucional. 

Sánchez ha comparecido ante los periodistas tras la primera reunión del Consejo de Ministros del Gobierno de coalición. Es la primera rueda de prensa sin limitación de preguntas en varios meses. En ese sentido, Sánchez también se ha hecho una enmienda al justificar su ausencia en la necesidad de “discreción” por las negociaciones de la investidura y ha asegurado que la pretensión es que los miembros del gabinete rindan cuentas “cada cien días”.