Un grupo de afectados por las preferentes golpeó y zarandeó el coche en el que Miguel Blesa dejó esta tarde la Audiencia Nacional después de declarar ante el juez Fernando Andreu. La policía había establecido un dispositivo con más de 50 antidisturbios, que no resultó suficiente para contener la ira de los manifestantes. Como ocurre con otros imputados, se permitió al coche de Blesa esperar al exbanquero a la puerta del edificio de la Audiencia Nacional.
La mayoría de los manifestantes esperaban a Blesa calle arriba, tras un cordón formado por vallas y una fuerte presencia policial. Los responsables policiales decidieron entonces una maniobra de última hora, indicando al chófer de Blesa que diera la vuelta y saliera en dirección contraria. Allí, otro grupo de manifestantes, menos numeroso, aguardaba tras las vallas, con menos presencia policial.
Los preferentistas tiraron las vallas, lanzaron globos de agua al coche y se pusieron delante, no dejándole avanzar. Mientras, insultaban al exbanquero y golpeaban las ventanillas del pequeño Mercedes Clase A. El coche sólo pudo tomar el Paseo del Prado en dirección a la Plaza de Cibeles por la intervención de agentes de la Unidad de Intervención Policial, que empujaron y apartaron a los preferentistas. “Hijo de puta”, “ladrón” o “hay que matarle” fueron algunos de los gritos proferidos contra Miguel Blesa.