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Cinco historias que explican por qué solo el 6% de los españoles emigrados van a votar

  • Según los datos de Marea Granate, poco más de 115.055 personas han conseguido completar todo el proceso de petición de voto, lo que representa tan solo un 6,11% del Censo Electoral de Residentes Ausentes

Para votar desde el extranjero hay que tener ganas, tiempo y dinero. Hay que tener ganas porque el proceso es complicado (sobre todo si eres un primerizo) y, en casi todos los casos, falta mucha información. También debes tener tiempo porque para poder votar hay que estar inscrito en el consulado de tu país y éste no siempre está en la ciudad en la que resides. Y, aunque los gastos no sean el principal problema de este periplo democrático, el ciudadano se tiene que hacer cargo de los gastos de desplazamiento necesarios y del envío certificado que transportará el voto hasta su mesa electoral. Estos han sido algunos de los inconvenientes con los que se han encontrado cinco jóvenes españoles afincados en Estados Unidos, Alemania, Holanda, Reino Unido y Portugal.

Según los datos que maneja el colectivo Marea Granate, solo 115.055 personas han conseguido completar todo el proceso de petición de voto, lo que representa tan solo un 6,11% del Censo Electoral de Residentes Ausentes. Esta plataforma calcula que hay casi dos millones de votantes 'expatriados' y que sus votos perjudicarían en gran medida a los intereses del Partido Popular. En las pasadas elecciones, las autonómicas y municipales, a la burocracia se sumaron fallos y documentación que no llegó.

“Votaré, pero me he tenido que informar en foros”

Carlos Menor Salazar tiene 28 años, vive en Chicago desde hace un año y va a ser uno de los españoles residentes en el exterior que ejercerá su derecho a voto. Para lograrlo, Carlos ha tenido que inscribirse en el Consulado de Chicago. “La inscripción fue sencilla. Me faltaba un documento y me dejaron mandarlo por correo electrónico. Sin embargo, contactar con el consulado por teléfono no es tan fácil. Los horarios de las embajadas y consulados en el extranjero son muy reducidos”. Este licenciado en Ciencias Ambientales cree que en su caso el proceso ha sido muy simple porque España tiene consulado en la ciudad en la que vive actualmente. “Agradezco que en Chicago haya un consulado español para poder votar. Sé que en el caso de otras nacionalidades se tienen que desplazar a Nueva York para poder pedir su voto. Aun así, creo que el voto no es fácil cuando resides en el extranjero”, asegura. Carlos tiene muchas ganas de votar porque desea que haya un cambio en España y espera que para próximas citas electorales haya más información y mejor cobertura para comprender mejor cuáles son las fechas de votación y cómo funcionan todos los trámites. “He tenido que buscar en otros foros externos al Ministerio de Asuntos Exteriores para poder realizar correctamente el voto”, concluye.

“Me pidieron un justificante de empadronamiento”

Esta no es la primera vez que Sara García Serrano vota viviendo en el extranjero, aunque nunca antes había solicitado su voto por las vías ordinarias. “Siempre he tenido el miedo de no recibir la documentación a tiempo por lo que o me compraba un vuelo para ese día y hacía una visita a la familia o cambiaba mi voto con alguien de confianza que fuese a abstenerse”, comenta la joven de 27 años desde Munich. “Esta vez voy a confiar en la administración y espero recibir a tiempo la documentación”. Según explica, en las elecciones municipales del mes de mayo mucha gente se quedó sin recibir las papeletas y, por lo tanto, no pudieron votar. Sara tuvo problemas para reunir toda la documentación y necesitó obtener un empadronamiento de seis meses que le costó cinco euros, dinero que también corre a cuenta del votante. Otra de las trabas con las que se encontró esta enfermera fue el mecanismo del 'ruego del voto': “Para mí es absurdo, es una forma de evitar que muchos emigrados voten”. Sara cree que habría que eliminar este trámite y enviar directamente las papeletas a aquellas personas que están registradas en los consulados y embajadas.

“He tenido que pedir un día libre para inscribirme” 

Francesc Sastre Calabuig tiene 31 años, vive en Delft y tuvo que pedir un día de vacaciones para poder viajar hasta Ámsterdam e inscribirse en el consulado. Desde el primer momento Francesc tuvo muy claro que quería votar, pero entiende que haya gente que desista ya que, además de pedir días libres, el votante tiene que hacerse cargo de todos los costes que suponen el viaje a la capital, la noche que tienes que hacer porque es imposible ir y volver en el mismo día si trabajas y el correo certificado en el que viaja su sufragio. Este investigador todavía no ha recibido el reembolso correspondiente al correo certificado que envió para las pasadas elecciones municipales y autonómicas. “Para votar hay que tener muchas ganas. Tienes que esperar a que te lleguen los papeles, ir al consulado, presentar la solicitud del voto, esperar la llegada de las papeletas y enviar tu voto por correo certificado”, enumera. Francesc cree, como todos los entrevistados, que el mecanismo para votar desde fuera de España podría mejorarse “creando un registro digital o dando la posibilidad de mandar los papeles de manera telemática”.

Para Davinia, que vive en Cambridge, ha sido fácil

No a todos votantes les ha resultado complicado ejercer su derecho a voto. Este es el caso de Davinia Lumbreras Blasco que, como ya estaba inscrita en el consulado como residente permanente, solo ha tenido que esperar a que la documentación necesaria para rogar el voto llegase por correo a su domicilio en Cambridge. “No es la primera vez que voto desde el extranjero, así que esperaba que fuese como la vez anterior y así ha sido. Recibir la carta, pedir el voto, esperar a que me llegue otra carta con las papeletas y enviar mi voto a la embajada. Solo espero que me lleguen las papeletas a tiempo”, explica animada. Sin embargo, ella misma reconoce que sería muy positivo que se pudiera agilizar el trámite de registro de manera on line. “Es verdad que yo estoy en Inglaterra... tengo amigos que están en países más lejos o pequeños y no han conseguido votar porque las papeletas no han llegado a tiempo”, apunta esta periodista y profesora de 34 años. “Si es la primera vez que votas y tienes que desplazarte a Londres para registrarte puedes tomártelo como un día de turismo, el consulado también abre los sábados”, indica.

“Deberían dejarnos votar en el consulado con el DNI”

“Es importante que los que vivimos fuera de nuestro país ejerzamos el derecho al voto porque somos los que más tenemos que decir”, asegura Enrique Yanes Sáenz, operador de cámara de 33 años afincado en Lisboa. Yanes está muy decepcionado con los políticos de nuestro país, pero lleva más de un mes animando a todos sus conocidos en Portugal para que voten en las próximas elecciones generales del 20 de diciembre. Aunque en su caso conseguir el voto ha sido fácil, cree que desde el Gobierno “intentan poner el mayor número de impedimentos para votar a distancia haciendo las gestiones un poco más engorrosas”. Según su opinión, conseguir que el voto desde el extranjero se incremente pasa por “crear soluciones digitales, que se pueda votar on line o que se pueda ir a votar al consulado mostrando el DNI”, propone.