Como en cada aniversario de los disturbios de Stonewall, el Orgullo Crítico marcha este viernes 28 de junio por Madrid contra el “sistema capitalista, cishetero y colonial” en una cita marcada por la oposición al genocidio en Palestina. En su deseo de mantener una perspectiva “interseccional y contra todas las opresiones”, el movimiento LGTBI+ crítico de la capital se ha aliado en esta edición con la Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina (Rescop) y el movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) para denunciar que Israel “agita la bandera de diversidad como publicidad de sí mismo, nos instrumentaliza para legitimar la invasión colonial que asesina a la población palestina.
Las primeras personas llegan al punto de encuentro en la glorieta de Bilbao, en el barrio de Chamberí, media hora antes del inicio de la manifestación, señalado para las ocho de la tarde. Se saludan e intentar organizarse en bloques entre el maremágnum de banderas y gente. El cielo apunta a lluvia, pero eso no ha impedido a Patrick salir a protestar este viernes: “Tenemos que mantener el espíritu reivindicativo y de protesta del Orgullo; el MADO [Madrid Orgullo] es un teatro mercantilizado”, afirma. A su lado, Ian añade que es importante acudir a esta cita porque “no hay liberación para unes sin les otres”, dice en referencia al genocidio en Palestina.
La reivindicación central de la marcha de Madrid —bajo el lema “Contra el genocidio y el lavado rosa colonial, aitransmaribibollo radical”— y de otros puntos del país es el fin de la invasión de Gaza, pero también de todos los genocidios y guerras. El Orgullo Crítico pone el foco este 2024 en Palestina y en las guerras de República Democrática del Congo, Haití o Sudán y señala a “Estados, instituciones y empresas” como cómplices de “fomentar el racismo, la islamofobia y la xenofobia tanto dentro como fuera de las fronteras de Europa” para “continuar el proyecto colonial”. “Israel instrumentaliza a la comunidad LGTBIAQ+ para ganar apoyos en su campaña genocida; su propaganda es como decir 'si aceptamos la adopción homosexual, somos los buenos'”, afirma Lur, portavoz de la Plataforma Orgullo Crítico de Madrid.
“Detrás de estas ventanas también hay asexuales”, gritan las personas manifestantes. Esta edición es la primera en la que el colectivo asexual y/o arromántico (arroasex) marcha en bloque. Una manifestante que ondea una bandera asexual responde escueta: es importante acudir al Orgullo Crítico como persona que no siente atracción sexual por “dar visibilidad”. “Que se entienda como una identidad más”, añade su compañera. La visibilidad es donde se centran los mayores esfuerzos del embrionario movimiento arroasex: “Reclamamos nuestro espacio en los colectivos cuir”, declara Seiya, portavoz del bloque. Sus demandas se centran en combatir el alosexismo (la idea de que toda persona siente atracción sexual) y en que el Estado prohíba las terapias de conversión para asexuales.
Los derechos LGTBI+ han avanzado en los últimos 40 años; más rápido, más lento, pero siempre moviéndose hacia el mayor reconocimiento de la diversidad sexogenérica presente en la sociedad. Ha sido así, al menos, hasta diciembre del año pasado: PP y Vox votaron en la Asamblea de Madrid derogar parcialmente la Ley Trans y la Ley LGTBI+ de la comunidad, aunque este recorte de derechos está en suspenso hasta que el Tribunal Constitucional resuelva sobre el recurso presentado por el Gobierno. “Todo retroceso [en derechos LGTBI+] es un insulto y debemos protestar contra ello”, declara Lur. En los últimos días se han producido episodios de boicot en varias de las instituciones que gobierna el Partido Popular (con o sin Vox).
En Valencia, donde unos agentes de la policía local retiraron una bandera arcoíris desplegada por Compromís en el balcón del Ayuntamiento, miles de personas han tomado la calle con aires de resistencia frente a las políticas regresivas del bipartito de PP y Vox. La manifestación, en la que ha participado el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha estado encabezada por el lema 'Pels nostres drets, orgull i resistència', una traca en un ambiente festivo y reivindicativo, informa Lucas Marco. La alcaldesa de la ciudad, María José Catalá (PP), justificó que no colgaba la enseña LGTBI en la sede del Gobierno municipal porque tampoco se hace “en el día de la ELA o el Alzheimer”.
León ha visto manifestarse a unas 200 personas este 28 de junio. El espíritu crítico de la marcha ha sido protagonizado por gente muy joven, que ha desfilado en una calurosa tarde sin carroza como en otros años pero con cánticos como “aquí están, estos son, los orgullosos de León”, informa Antonio Vega.
En otras localidades también ha habido actos con motivo de este día de reivindicación. En Sevilla ha sido la cantante Pastora Soler la encargada de hacer el pregón por el inicio de las jornadas del Orgullo LGTBI. “Ya es hora de que cuelguen las banderas que quitaron de los ayuntamientos; ya está bien de LGTBIfobia”, espetó en referencia a Consistorios como los de Valencia y Toledo que mandaron a la policía, o a las declaraciones que algunos políticos comparando las asociaciones LGTBIQ+ con “asociaciones de bigotudos que fuman”.
En Madrid, una hora después del inicio de la manifestación empiezan a caer las primeras gotas. El grueso de la marcha aún no ha pasado por la glorieta de San Bernardo, el primer hito del recorrido. En el bloque propalestino, las personas manifestantes se ajustan las kufiyahs sobre la cabeza y siguen gritando “Netanyahu asesino”. Jalil se cala la gorra y agarra más fuerte la bandera que portan entre ocho. Nació en el Estado palestino y acude a la manifestación de este viernes para denunciar el “mal uso por parte de los israelíes del Orgullo”, que usan para “lavar la cara del sionismo”, afirma. Denuncia esa “manipulación” por parte del Estado hebreo y lo contrapone con los “valores de libertad, contra el colonialismo y contra el genocidio” que asegura que porta el bloque propalestino.
La marcha madrileña, que finaliza en Plaza de España, se celebra en contraposición a la marcha del Madrid Orgullo (MADO), al que afean su respuesta a la polémica de los carteles del Ayuntamiento de Madrid: “Es indignante que se focalicen en la estética del cartel y no en la despolitización que implica el propio MADO”, afirma Lur. Además, el desfile que llaman “asimilacionista” solo pone el foco en las políticas LGTBI+, “olvidando que las personas queer también somos racializades, palestines, loques, o trabajadoras sexuales” , añade. Por ello, exigen la abolición de la Ley de Extranjería y la Ley Mordaza, así como la eliminación del sexo registral, la regularización para personas migrantes en situación irregular, la despenalización de la prostitución y el fin de relaciones con Israel.