El Zoológico de Cali (Colombia) vive un auténtico baby boom con el nacimiento de dos cachorros de suricatas, dos monos titíes cabeza de algodón, una danta amazónica y cuatro polluelos de flamencos, que ya forman parte de esta variada y particular familia animal. Ha sido toda una explosión, reconocen desde el centro, que ha sumado nueve integrantes en tan solo unos meses.
Estos animales han contado con un seguimiento envidiable. Desde su gestación, los especialistas han monitoreado su evolución. Y todos han llegado a buen puerto. Ahora, reciben cuidados de los profesionales expertos en fauna silvestre, aunque siguen bajo el regazo de sus padres, de los que no se separan.
“Estos bebés nacieron bajo un monitoreo constante y la responsabilidad que tenemos como institución de conservación, investigación y preservación de las especies. Son animales que hoy llenan de alegría nuestra ciudad y cuyas vidas celebramos”, explica a Efe el gerente del Zoológico de Cali, Dave Wehdeking.
En el caso de los flamencos, la vigilancia se reforzó desde el momento en el que pusieron los huevos. En el caso de los mamíferos, fueron precisos cambios en la dieta para que las madres pudieran tener buen peso y así ayudar al desarrollo del bebé. Y el zoológico celebran el resultado final: “Hoy estos animalitos están sanos y felices”.
Una alegría compartida por los visitantes
Si visitar el centro y conocer nuevas especies ya era una atractivo para muchos visitantes, el nacimiento de este grupo ha aumentado la expectación. Tanto los dos cachorros de suricatas, los dos monos titíes cabeza de algodón, la danta amazónica y los cuatro polluelos de flamencos se pueden observar en las diferentes estancias desde este mes. Actualmente, el Zoológico de Cali tiene más de 2.500 animales de 218 especies.
Las estampas que dejan derrochan ternura, según se puede ver en un vídeo publicado por el zoológico en sus redes sociales. Por ejemplo, comprobamos que la madre suricata no le quita ojo a sus hijos, que se entretienen buscando en la arena del suelo y parando para intentar alimentarse. Seguir a su madre es más complicado en el caso de la danta, con dificultades para caminar y que avanza lentamente.
Cuidar la naturaleza y hábitat de las especies
Desde el centro, reivindican la labor y la política respetuosa con la fauna animal. “Es importante mencionar que un zoológico responsable no extrae animales de la vida silvestre. Lamentablemente muchos de ellos son producto del tráfico ilegal y no pueden ser reintroducidos a su hábitat porque no saben comportarse o defenderse de depredadores”, apuntó Wehdeking.
Para el Wehdeking, la educación “es parte principal de su misión”. El responsable cree que la clave para su conservación pasa porque los humanos entiendan la necesidad de mantener estas especies y sus poblaciones y así lo intentan trasladar en cada una de sus visitas, donde los guías subrayan la importancia de cuidar la naturaleza y el hábitat de las especies.