Según las filtraciones que han sido confirmadas esta misma mañana en el blog de NT-K, para este mes de junio dispondremos de un dispositivo cuyo proceso de ensamblaje ha sido realizado íntegramente en España. Por supuesto con esto debemos entender que se trata de su ensamblado, dado que los componentes provienen de diversos fabricantes, algo que hasta el momento ni siquiera compañías como Samsung pueden controlar completamente.
Hasta ahora la empresa se había dedicado a dispositivos de gama baja y coste muy contenido y su mayor visualización mediática vendría de la mano de la demanda de Apple, catalogada como absurda en buena parte de la escena tecnológica, por plagio de su iPad. El caso no prosperaría y el triunfo de la pequeña empresa española terminaría siendo la mejor inversión publicitaria que podría haber esperado.
Sin embargo el Quercus 9,7 da un salto adelante para colocarse a la altura de los grandes. Las especificaciones técnicas de la Tablet son las siguientes:
- Procesador Quad-Core a 1.5 GHz AllWinner A31 (Cortex A7)
- 2 GB de RAM
- Pantalla IPS de 9.7 pulgadas con una resolución de 2048 x 1536
- 16 GB memoria interna (ampliable mediante tarjetas microSD)
- Batería de 8000 mAh
- Cámara frontal de 2 mpx
- Cámara trasera de 5 mpx con flash LED
- Bluetooth / Radio FM / Wi-Fi / HDMI
- Android 4.1 (Actualización a 4.2 en camino)
Con estas características y sobre todo con su precio tan económico, que no superará los 250 €, nos encontramos formalmente ante un rival para las tabletas más punteras del momento, iPads y las Nexus de Google. Ciertamente, muchas tabletas chinas pueden ahora mismo ofrecer ensamblajes y precios similares. La diferencia la marca el anuncio de su fabricación hispana, que puede decidir muchas voluntades en su dirección.
En sentido similar, el anuncio por parte de Apple de recuperar parte de su proceso de producción de dispositivos a los EEUU, significó un importante golpe de efecto en su país de origen. Por otro lado, el ensamblaje manual de dispositivos electrónicos punteros por parte de mano de obra barata frente a un proceso mecanizado que aunque algo más caro es mucho más preciso y el “factor patria”, jugando a una suerte de nacionalismo postindustrial, son factores a tener muy en cuenta.
La llamada “responsabilidad social corporativa” sin duda puede ser la excusa para volver a una robotización de la producción industrial en parte frenada ante los precios ínfimos con los que jugaba la mano de obra en oriente, cuya capacidad tiene un límite al operar con precisión demasiado ajustada y que hace resentirse la calidad final del producto. En este sentido, la complejidad de los productos juega a la larga contra la mano de obra barata extensiva. Sin este elemento, países como China pierden su ventaja y aproximan mucho los costes finales de producción y transporte.
Suponemos que NT-K ha sabido valorar en sentido similar cómo afectaría a su proceso un ajuste en sus márgenes de beneficio frente al efecto multiplicador de un producto con componentes que apuntan calidad, buen precio y sobre todo producido en un territorio nacional cada vez más castigado por la deslocalización. Sin dar mayores explicaciones, la misma empresa afirma en su blog que el secreto de esta nueva orientación productiva pasa por unos márgenes muy ajustados en ambos extremos, tanto en la producción como en la comercialización y un mayor control de todo el proceso. Esperaremos conocer cómo se organiza tal proceso y si tales decisiones acaban finalmente por imponerse como tendencia en los productos tecnológicos.