El bonito pueblo del Pirineo con siete ermitas y recorrido por un río que merece una visita

En pleno Pirineo Catalán, perteneciente a la comarca del Vall d'Aran, encontramos Bossòst, una villa situada a unos 710 metros de altitud con algo menos de 1.200 habitantes. Este pintoresco pueblo atravesado por el río Garona, pertenece a la provincia de Lérida y es popular por su espectacular arquitectura románica lombarda del valle. En él encontrarás joyas como la Casa de la Villa, donde actualmente se encuentra el ayuntamiento y la Iglesia de la Purificación de Bossòst, declarada en 2015 Bien Cultural de Interés por el Consejo Ejecutivo de la Generalitat de Catalunya. Ambas edificaciones datan del siglo XII.
Pero Bossòst esconde otro tesoro, Era Castèra, una antigua fortaleza situada en la cima de una roca al norte del pueblo. Aunque hoy en día se encuentra en ruinas, se trató de un castillo de gran importancia estratégica y cuenta con unas impresionantes vistas panorámicas del Val d'Aran. Además, en la parte derecha del río encontramos las ruinas del Casteret de Bossòst, una antigua torre de vigilancia utilizada para defender sus fronteras.
Gracias a su enclave estratégico, Bossòst se encuentra rodeado de una impresionante fauna y vegetación, ideal para disfrutar de diversas actividades al aire libre como rutas senderistas. Entre sus excursiones destaca la Ruta de las siete Ermitas, también construidas para proteger al pueblo de la peste que amenazaba a los poblados del Val d'Aran. Si eres un amante de la naturaleza y la historia, no te puedes perder esta visita a Bossòst para disfrutar de su inmensa belleza.
Leyenda de las ermitas de Bossòst
Existe una leyenda sobre las capillas de Bossòst, donde se dice que en el siglo XIX, amenazaba la peste a las villas del Val d'Aran. Un día, un pastor que subía la montaña con su rebaño para que pastara, se cruzó con un monje a quien le manifestó el temor de los habitantes hacia la enfermedad. El monje le aconsejó que construyeran seis ermitas alrededor de los pueblos, y aunque tardaron, finalmente le hicieron caso.
Les dijo que debían construir las ermitas encaradas hacia el pueblo y así lo hicieron. Las seis ermitas que construyeron fueron: Sant Fabian y Sebastian, Sant Ròc, Sant Cerat, Sant Joan Crisòstom, Sant Antòni y la Pietat. Según la leyenda la peste nunca entró en Bossòst y también se conoce otra versión donde se habla de siete ermitas, incluyendo la que está en ruinas a la entrada de la cueva, Soala Casteràs.
Ruta de las siete Ermitas

La ruta de las siete ermitas tiene dos partes, comenzando al salir del pueblo por la Lana de Bossòst, el llano; y volviendo al pueblo de nuevo pasando por la parte urbana para conocer algunas de las ermitas de la parte alta de la población. A lo largo del recorrido pasarás por lugares emblemáticos de la localidad como el Castillo de Bossòst y los caminos del Portilhon.
Durante la ruta atravesarás el barrio de Sant Fabian, donde se encuentra la Capilla de Sant Fabian y Sant Sebastian, una ermita restaurada en el año 1870 situada al otro lado del río Garona. También visitarás la Plaza de la Iglesia donde podemos ver el ayuntamiento de Bossòst y la Iglesia de la Purificación de María, una antigua construcción religiosa perfectamente conservada.
También podrás contemplar la Capilla de Sant Ròc, dedicada al protector de epidemias y patrón del pueblo. Otra posibilidad es admirar los restos de la Capilla de Sta. Eulària al pie de la Soala Casteràs, bajo el antiguo Castillo de Bossòst y situadas en la parte alta del pueblo encontramos la Capilla de Sant Joan Crisòstom y la Capilla de Sant Cerat. Esta última es la más antigua de todas. En la entrada sur de la aldea se encuentra la Capilla dera Mair de Diu dera Pietat, conocida en otros sitios como Virgen de las Nieves y en las afueras del pueblo encontramos la Capilla de Sant Antòni, la más alejada de todas.
Qué hacer en tu visita a Bossòst
Además de disfrutar de la maravillosa ruta de las siete Ermitas Protectoras, existen muchas otras actividades y excursiones que puedes hacer en tu visita a Bossòst. Algunas de ellas son las siguientes:
- Pasear por el casco antiguo: este pueblo tiene una de las arquitecturas más bonitas de la zona. Disfruta de un paseo por sus calles de piedra rodeado de inmensa naturaleza.
- Realizar otras rutas de senderismo: la zona del Val d'Aran cuenta con una inmensidad de rutas que puedes hacer tanto a pie como en bicicleta, acompañado de familia o amigos. Una de las más recomendadas es recorrer la zona próxima al río Garona, sobre todo, en primavera y verano cuando hace buen tiempo.
- Disfrutar de su gastronomía. Desde sus quesos con denominación de origen hasta sus platos típicos como la Òlha aranesa, una comida de montaña con carnes variadas, verduras, fideos y judías blancas.
- Descubrir las minas de Margalida i Victòria. El Val d'Aran es popular por ser históricamente una zona de extracción de minerales. Un imprescindible es realizar una ruta por su dos instalaciones mineras.
- Visitar el Port del Portilló. Un puerto de montaña entre la frontera de España y Francia donde disfrutar de un precioso mirador rodeado de increíbles bosques.
- No te pierdas Aran Park. Haz una visita a este centro de fauna del pirineo donde conocerás las especies del lugar.
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