Ni el Caminito del Rey ni el Cares: una ruta de senderismo espectacular que hacer en España

Edu Molina

13 de diciembre de 2024 12:11 h

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El Camí de Cavalls, conocido oficialmente como el Sendero GR 223, es un camino ancestral que rodea la isla de Menorca en una de las rutas de senderismo más fascinantes de España, con una longitud de aproximada de 185 kilómetros. Declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, Menorca ofrece aquí una experiencia inmersiva en sus playas vírgenes, barrancos y bosques mediterráneos.

El trayecto costero menorquín tiene sus raíces en el siglo XIV, cuando se estableció como una vía militar para proteger la isla de posibles invasiones. Durante siglos, el camino fue utilizado para conectar torres de vigilancia, faros y trincheras, desempeñando un papel vital en la defensa de Menorca. En la actualidad, el sendero ha sido restaurado y acondicionado, convirtiéndose en una ruta de gran recorrido para quienes buscan descubrir la esencia de esta isla balear.

La senda conecta faros, calas escondidas y zonas boscosas, recorriendo tanto la costa norte, de aspecto salvaje, como la costa sur, caracterizada por playas de aguas turquesas y arenas blancas. Es un ejemplo perfecto de cómo el pasado y la naturaleza se entrelazan para ofrecer un recorrido único.

La ruta está dividida en 20 etapas, cada una con su propio encanto y grado de dificultad. Esto permite que tanto caminantes experimentados como principiantes puedan disfrutar de la ruta a su propio ritmo gracias a la variedad de paisajes que ofrece. Para aquellos que deseen recorrer todo el Camí de Cavalls, la travesía completa puede tomar entre 7 y 13 días, dependiendo del ritmo y la resistencia del excursionista. Sin embargo, también es posible realizar tramos individuales, ideales para quienes tienen menos tiempo o prefieren explorar zonas específicas de la isla.

Por ejemplo, la etapa entre Cala Tirant y Binimel·là, de 9,5 kilómetros, ofrece vistas espectaculares del litoral norte y conecta con la antigua ciudad romana de Sanisera. En contraste, la etapa entre Cala Galdana y Cala en Turqueta, de 6,3 kilómetros, destaca por sus playas cristalinas y la posibilidad de disfrutar de un baño en lugares como Cala Macarella y Macarelleta.

Menorca, que fue declarada en 1993 Reserva de la Biosfera por la UNESCO, es un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza. Este circuito natural de la isla atraviesa una gran variedad de ecosistemas, desde humedales y dunas hasta bosques de encinas y matorrales típicos del Mediterráneo. Además, la ruta ofrece la oportunidad de observar una rica fauna local, incluyendo aves como el halcón de Eleonor y reptiles autóctonos como la sargantana balear.

Un aspecto destacable del Camí de Cavalls es su acceso a playas y calas que, en muchos casos, solo son alcanzables a pie o en barco. Este aislamiento las ha mantenido en un estado prácticamente virgen, ofreciendo a los visitantes una experiencia íntima con la naturaleza. Aunque es accesible para la mayoría de los excursionistas, es importante estar bien preparado. Algunos tramos pueden ser exigentes debido a su terreno irregular y la exposición al sol.

El clima mediterráneo de la isla hace que la primavera y el otoño sean las estaciones ideales para recorrer la ruta, ya que las temperaturas son más agradables y la afluencia de turistas es menor. Además, estas épocas del año ofrecen un paisaje espectacular, con flores silvestres en primavera y una luz cálida y dorada en otoño.

A lo largo del camino, los excursionistas tienen la oportunidad de visitar pequeños pueblos y aldeas donde se pueden descubrir las tradiciones y la hospitalidad de los menorquines. Ciudades como Maó y Ciutadella son paradas obligatorias para explorar su arquitectura histórica y disfrutar de su gastronomía local.

Los visitantes deben respetar el entorno natural y seguir las normativas establecidas con la finalidad de preservar la biodiversidad de la zona. Esto incluye no dejar residuos, no dañar la flora y fauna y mantenerse en los senderos marcados para evitar la erosión del suelo. Organizaciones locales y voluntarios trabajan constantemente para mantener el camino en buen estado, asegurando que futuras generaciones también puedan disfrutar de este tesoro natural.

El Camí de Cavalls es mucho más que una ruta de senderismo, es una invitación a descubrir la esencia de Menorca. Cada etapa del camino ofrece una nueva perspectiva de esta isla mediterránea, desde sus paisajes idílicos hasta su rico legado histórico y cultural. Ya sea que elijas recorrer toda la ruta o solo un tramo, promete una experiencia que quedará grabada en la memoria de quienes lo visitan.

Más allá de su belleza natural, este sendero representa un equilibrio entre el pasado y el presente, mostrando cómo una vía que fue utilizada por razones militares se ha transformado en un espacio para la conexión con la naturaleza y el disfrute personal. Cada paso en el camino es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de preservar nuestro entorno, y también para valorar el papel que tiene el turismo responsable en su conservación.

Si va a visitar espacios naturales, recuerda la importancia de respetar el entorno y sigue las guías y recomendaciones oficiales para no poner en peligro el lugar ni tu integridad física.