Bélgica con niños: 16 planes para hacer juntos en Bruselas, Gante, Brujas y Amberes

Roberto Ruiz

9 de noviembre de 2024 22:49 h

Viajar con niños es siempre una mezcla de desafíos y recompensas. Otra manera de viajar. Una forma diferente de ver nuevos lugares. Y está claro que cuando viajamos con los más pequeños de casa, no todos los destinos son igual de interesantes, acogedores o amigables. Pero Bélgica está entre los que sí son especialmente recomendables: no implica largos desplazamientos en avión, el país es pequeño y abarcable, es fácil moverse de una ciudad a otra en tren y la red urbana de transporte público es amplia y eficaz. Por lo que todo es cómodo y fácil.

Bruselas, Gante, Brujas y Amberes son sus ciudades más visitadas, y sin duda están llenas de atractivos, no solo para adultos. Estas ciudades ofrecen una arquitectura tradicional cautivadora, algunas con canales y rincones llenos de encanto, además de una gastronomía repleta de tentaciones como el famoso chocolate belga, las patatas fritas o los gofres recién hechos en cada esquina. Y con eso ya tienes en el bolsillo a la familia al completo.

Estas cuatro ciudades son excelentes destinos para un viaje relajado de adultos. Están llenas de importantes museos, de restaurantes de alto nivel, de infinidad de actividades relacionadas con la cerveza, de encantadoras cafeterías en las que disfrutar tranquilamente de un té y unos dulces sin tener que preocuparte de cuánto come tu hijo o de si tu bebé tira o no la comida al suelo… Pero todas, las cuatro, pueden convertirse en destinos altamente atractivos para los más pequeños, y aquí tienes unos cuantos planes que lo demuestran. 

Bruselas: cómics y dinosaurios

Bruselas es la capital de Bélgica y de Europa, y eso se nota. Porque además de ofrecer numerosos planes de interés para los adultos, también concentra un buen número de lugares que pueden despertar el interés de los más pequeños. Toma nota, que son unos cuantos.

  • Mini-Europe

Este pequeño parque temático ofrece una representación en miniatura de las ciudades y monumentos más emblemáticos de los países de la Unión Europea, con maquetas a escala en un espacio diseñado para recorrer a pie. Están representadas más de 80 ciudades europeas y el recorrido se convierte en un auténtico viaje en miniatura, con numerosos mecanismos con los que los niños pueden interactuar a su paso. 

  • Museo de Ciencias Naturales

Para los niños a los que le gustan los dinosaurios, el Museo de Ciencias Naturales de Bruselas es una parada obligatoria. Con una de las mayores colecciones de dinosaurios de Europa, se convierte en un lugar fascinante, sobre todo por sus famosos iguanodones provenientes del yacimiento de Bernissart, donde se han encontrado hasta 28 esqueletos de esta especie. Además de dinosaurios el museo ofrece mucho más y también incluye numeroso material interactivo para que los pequeños puedan ir dando rienda suelta a su curiosidad. 

  • Museo del Cómic

El mundo del cómic tiene un lugar especial en Bruselas, la cuna de personajes como Tintín y Los Pitufos. En el Museo del Cómic los niños pueden conocer de cerca a estos personajes y descubrir cómo se crean las historietas, cuál es su origen y, además, disfrutar de su lectura en su biblioteca. El museo está lleno de color y ofrece exhibiciones interactivas que permiten que los pequeños visitantes participen en la creación de sus propias historias. Pero ojo, porque no es un museo infantil, aquí los adultos más frikis también pueden tirarse horas y horas.

  • Museo de los Niños

Pensado específicamente para ellos, el Museo de los Niños es un lugar donde se aprende jugando. Más que un museo, este lugar es una enorme casa llena de juego, entretenimiento, curiosidad y creatividad, con talleres y actividades que van desde la cocina hasta las manualidades, pasando por los cuentos y las construcciones. Es una excelente oportunidad para hacer un descanso en el viaje y dejar que ellos se diviertan libremente en un entorno creado especialmente a su medida. Tiene un horario muy reducido y es fundamental aprovechar cada minuto en su interior, por lo que siempre es buena idea esperar a que abran en el parque infantil que tiene en la puerta.

Gante: aventuras medievales y dragones

Para muchos, Gante es la ciudad más agradable de Bélgica. Con más encanto que Bruselas y Amberes, pero no tan explotada turísticamente como Brujas. Su casco histórico es arquitectónicamente bello, pero aunque es un destino perfecto para adultos, la ciudad ha sabido crear unas cuantas actividades expresamente diseñadas para los niños.

  • Paseo en barco por los canales

Aunque no seas un niño, esto te gustará. Gante es una ciudad de canales, y no hay mejor manera de descubrir sus rincones que con un paseo en barco. Esta actividad nos permite a todos conocer parte de la historia de la ciudad y algunos de sus monumentos más destacados desde una perspectiva diferente. Observando las casas de colores, los puentes y los edificios históricos que hacen de Gante un lugar tan pintoresco, un paseo en barco por los canales es un buen plan para que los niños descubran la ciudad de forma más entretenida. 

  • Castillo de los Condes

Los castillos siempre son un lugar que despierta el interés de los niños, y el de Gante no se queda atrás. Este castillo medieval ha sido restaurado y permite a las familias recorrer sus muros, pasillos y hasta las mazmorras de forma cómoda siguiendo una audioguía incluida en el precio de la entrada. Los niños disfrutarán imaginando cómo era la vida en la época medieval y explorando las antiguas armas y armaduras exhibidas en el castillo, pero además tendrán la misión de encontrar al bufón del castillo, y si lo encuentran en la tienda le entregarán un pequeño obsequio.

  • Yincana del dragón Fosfor

Para que los niños recorran la ciudad y aprendan sobre ella de la forma más entretenida posible, Gante cuenta con una app móvil, muy bien hecha, que nos propone una yincana a lo largo y ancho de su casco histórico. El dragón Fosfor ha ido pasando por diferentes rincones y monumentos de Gante y ha perdido sus gafas, nuestra misión será seguir su recorrido superando pruebas y preguntas, obteniendo puntos si acertamos, hasta que demos con ellas. Si lo conseguimos, en la Oficina de Turismo los niños pueden recoger un recuerdo de la ciudad.

  • Subida a la Torre Belfort

La torre Belfort, uno de los símbolos de Gante, ofrece unas vistas espectaculares desde lo más alto. Pero tranquilos, hay ascensor. Además, antes de comenzar la subida a los niños se les propone buscar un huevo de dragón, y si dan con él en la tienda de recuerdos también pueden recoger un obsequio. 

Brujas: canales y patatas fritas

Brujas es la ciudad más turística de Bélgica. Razones no le faltan, pues no hay duda de que parece de cuento. Pero aunque es un destino elegido por miles y miles de visitantes de todo el mundo, también cuenta con un buen número de planes especialmente interesantes para los niños.

  • Paseo en barco por los canales

Similar a Gante, Brujas también se descubre mejor desde sus canales. Los paseos en barco son ideales para los niños, que podrán disfrutar de un rato de descanso mientras observan las vistas y cuentan patos y cisnes por el camino, mientras que los padres hacen por explicarles la historia de la ciudad siguiendo las indicaciones que los guías proporcionan en varios idiomas.

  • Choco-Story

Bélgica es famosa por su chocolate, eso ya lo sabemos, y Brujas cuenta con su propio museo. Choco-Story es un lugar muy indicado para que los niños conozcan la historia y los secretos del cacao. Además de aprender sobre su elaboración y los utensilios que se han ido utilizando generaciones atrás, el museo ofrece pequeñas degustaciones, lo que añade un toque extra de emoción hasta completar nuestra visita. 

  • Frietmuseum

Tras el chocolate, otro de los básicos gastronómicos de Bélgica lo encontramos en sus patatas fritas. Y cómo no, también se merecen un museo. Quizá no sea el museo más típico, pero el Frietmuseum en Brujas es todo un éxito entre los pequeños y los no tan pequeños. Dedicado a la historia de las patatas fritas, este museo cuenta con exhibiciones curiosas y, al final, una degustación de las auténticas frites belgas. Es una parada divertida y deliciosa que gustará a toda la familia.

  • Historium Bruges

Este museo interactivo permite a los visitantes sumergirse en la Brujas medieval mediante una experiencia sensorial. Con auriculares y efectos visuales, los niños podrán sentirse como si estuvieran recorriendo las calles de otra época. Es un recorrido entretenido y educativo que añade un toque de magia a la visita, pero quizá un poco complejo para los menores de seis años.

Amberes: chocolate y murales de cómic

De las cuatro ciudades, quizá Amberes pueda parecer la que más se escape del interés de los más pequeños. Es una ciudad monumental donde los adultos podrían pasar toda una semana sin cansarse de ver cosas, pero si sabemos dónde ir, veremos que también los niños tienen mucho que hacer. 

  • Chocolate Nation

Este museo del chocolate va un paso más allá. El puerto de Amberes recibe el cacao que llega a Bélgica desde diferentes rincones del mundo, lo que hace que este museo tenga un contexto histórico único. La visita a Chocolate Nation se convierte en una experiencia sensorial. Con exhibiciones interactivas y explicaciones sobre el proceso de producción del chocolate, los niños podrán descubrir este mundo en un ambiente que huele a cacao. Y al terminar, cuando ya conocemos la historia del chocolate, sus tipos y su proceso de elaboración, podemos rematar la visita catando un buen número de chocolates diferentes.

  • Ruta de murales de cómic

Amberes cuenta con una original ruta de murales de cómic y con ella podemos recorrer la ciudad de una forma más amena y divertida. Además de disfrutar de grandes ilustraciones de personajes de cómic en las paredes de la ciudad, sin darnos cuenta pasaremos por algunas de las zonas más interesantes de Amberes. 

  • Museo MAS

El tema central del MAS es Amberes en sus muchos aspectos. Y como eso igual no interesa demasiado a los niños, el museo se las ha ingeniado para despertar su curiosidad a través de talleres y exhibiciones interactivas especialmente diseñadas para ellos. Cuenta incluso con una zona infantil donde se pueden quedar explorando mientras los padres recorren otras salas de la exposición. 

  • The Antwerp Story

Ubicado sobre la oficina de turismo de Amberes, en el Castillo de Het Steen, The Antwerp Story es un recorrido interactivo que permite a las familias descubrir la historia de Amberes de una forma amena y entretenida. Con exhibiciones que mezclan tecnología y tradición, es una actividad ideal para cerrar la visita en la ciudad. Como siempre, basta con introducir pequeños retos y elementos con los que interactuar, para que cualquier tema pueda ser de interés para todas las edades.