El Vive Latino se hace de rogar, pero volverá a Zaragoza en septiembre
Cuando prácticamente todos los grandes festivales españoles llevan semanas si no meses vendiendo entradas, el Vive Latino España renunció a la pasada campaña navideña, uno de los sustentos económicos de estas citas musicales multitudinarias por la compra de abonos como regalo. Y a punto de vencer el primer mes de 2025, sigue sin anunciar su próxima edición, ni el cartel ni las fechas. Con su web y sus redes sociales en barbecho, ni tan siquiera se había confirmado hasta ahora que volverá en septiembre, como los tres años pasados, a instalar sus escenarios en lo que fue el recinto de la Expo de Zaragoza. Ha sido la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, la que lo ha hecho, durante una visita a la Feria Internacional de Turismo, en Madrid.
Las presentaciones siempre se habían montado nueve meses antes de su celebración. Y que transcurriera el pasado diciembre sin noticias es lo que disparó la inquietud entre la comunidad que se ha ido tejiendo en torno a este festival, expresada en distintos foros virtuales. Pero el Ayuntamiento de la capital aragonesa, la institución que primero adoptó como propio el Vive Latino, ya había confirmado de forma indirecta su celebración al recordar, cuando presentó sus presupuestos para 2025, que lo mantiene como uno de los pilares de su acción cultural y que se le reserva una partida sustanciosa.
El principal responsable de que el Vive Latino, un festival que se dispone a materializar su edición número 25 en México como uno de los más importantes de Latinoamérica, haya tenido una versión española, el mánager zaragozano Nacho Royo, valoraba tras su última celebración aquí que era momento de reevaluar el porvenir del mismo y hablaba de “un análisis profundo, que involucre a todos aquellos que conformamos u apoyamos esto”. Lo cual se ha traducido en negociaciones con las administraciones públicas y con los patrocinadores que podrían explicar el retraso de la próxima convocatoria.
A partir de esas declaraciones, lo demás han sido especulaciones porque en la organización siguen sin soltar prenda. Se ha barajado, por ejemplo, que decaiga en 2025 una de las autolimitaciones que hasta ahora han caracterizado la confección del cartel (la otra es que los ‘anglos’ no tienen cabida): que no repita ningún solista o grupo, entre los cerca de 40 que se programan cada año, que haya actuado en ediciones pasadas. Pero este posible cambio no se confirma. Ni tampoco la presencia de grupos que tienen bloqueadas sus agendas por aquí por los acuerdos de exclusividad que suelen firmar con los festivales.
Se habla de los muy comentados y celebrados con un solo elepé Alcalá Norte, también de The Guapos (la superbanda mexicana en la que Leiva se sienta a la batería para hacer rock ‘vintage’), de los argentinos Él Mató a un Policía Militarizado, de los urugayos el Cuarteto de Nos, de los mexicanos Zoé (cuyo solista, León Larregui, ya compareció en la Expo pero con su proyecto en solitario)… Y hasta ha salido el nombre de Miguel Bosé, que vuelve de gira y que trabaja con Ocesa, el gigante latinoamericano de la organización de espectáculos que está detrás de la matriz del Vive Latino. Esta celebrará su próxima edición en Ciudad de México los próximos 15 y 16 de marzo DF, con una empresa cada vez más presente en Aragón, Amazon, ahora como principal patrocinadora.
En cuanto a los otros dos festivales de música aragoneses concebidos para grandes públicos, el Pirineos Sur de Lanuza está confirmado, aunque, como acostumbra, mantiene todavía la incógnita de cuál será su programación y no ha abierto la taquilla, y el Monegros Desert, que aguarda a más de 50.000 personas el próximo 26 de julio para bailar en Fraga, sí que ha vendido ya miles de entradas aún sin comunicar la composición de su cartel.
0