El Hospital de Badajoz ha puesto más de 800 válvulas aórticas sin tener que abrir el tórax

El equipo de Cardiología Intervencionista del Hospital Universitario de Badajoz ha realizado ya más de 800 procedimientos “TAVI”, que permiten implantar una prótesis valvular aórtica a través de un catéter sin necesidad de abrir el tórax del paciente.
Esta cifra demuestra “la alta cualificación y experiencia” del equipo de cardiólogos intervencionistas del hospital pacense, dotación que se sitúa “en el primer nivel dentro del territorio español” en este ámbito, según un comunicado de la Junta de Extremadura.
Es el resultado de la labor comenzada años atrás por parte del equipo de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista del centro pacense “para estar al máximo nivel en las técnicas de cardiología intervencionista”.
De esta forma, desde el primer caso abordado en 2009 “ha ido mejorando paulatinamente la tecnología y la experiencia” en el objetivo de afrontar más casos cada ejercicio, en la actualidad con 150 procedimientos al año.
La técnica “transcatheter aortic valve implantation” (TAVI) permite implantar una prótesis valvular aórtica a través de un catéter sin necesidad de abrir el tórax del paciente, con lo que se busca tanto la excelencia como reducir la mortalidad de los pacientes que sufren patologías cardíacas.
Con esta técnica se ha reducido el tiempo de estancia de los pacientes, dando de alta a las personas que no precisan marcapasos a los dos días, y directamente desde la Unidad Coronaria el procedimiento se aplica a una población con una media de edad superior a los 82 años, con una tasa de éxito del 97 por ciento.
La estenosis o estrechez de la válvula aórtica es una de las patologías cardíacas más frecuentes y demandantes en la sociedad, pues esta válvula sufre un proceso degenerativo, con calcificación, que hace que se produzca un estrechamiento de su área con reducción de su apertura.
Esta situación genera una sobrecarga al ventrículo izquierdo con síntomas importantes como angina de pecho, síncope e insuficiencia cardíaca, con mal pronóstico a corto plazo si no se repara a tiempo.
La tecnología TAVI ha conseguido que “muchos de estos pacientes, que antes se dejaban evolucionar con tratamiento conservador por el alto riesgo quirúrgico, hoy en día puedan ser tratados a tiempo y con un riesgo menor, aumentando la esperanza y la calidad de vida”, concluye la explicación de la Junta de Extremadura.
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