Imagínate que tu única salida para seguir con vida es dejar atrás a tu país, tu familia, tus amigos, y atravesar medio continente enfrentándote a peligros en los que puedes perder la vida. Hasta que llegas al último obstáculo de tu trayectoria, que es cruzar esa famosa frontera de vallas y concertinas. Cuando lo consigues, tu alegría es indescriptible, lo que no sabes es que nada es como te lo han contado.
Después de hacerte pasar por una comisaría, te ingresan en un centro de estancia temporal al que aquí llamamos CETI, que se encuentra en la ciudad de Melilla, pero aún no has llegado a Europa, y en ese momento te sientes libre. Piensas que, por fin tu nueva vida y oportunidades están cerca.
Pero lo que te encuentras es un centro que dobla la capacidad de personas, con reducidas condiciones sanitarias y de higiene, problemas de seguridad, diversas familias separadas, no tienes ningún ingreso económico, no te dejan ir a la península, y allí quieres ir porque en el CETI te sientes encerrada, pero nadie te informa ni sabe decirte cuánto tiempo tendrás que estar allí.
Desde el inicio de la pandemia, Amnistía Internacional viene denunciando cómo las condiciones de hacinamiento que existen en el CETI de Melilla no solo no garantizan el derecho a la salud de las personas sino que incrementan el riesgo de contagio de COVID-19.
También se documentó la imposibilidad de mantener las distancias de seguridad, la ausencia de condiciones higiénicas necesarias, además de la falta de acceso a los materiales de protección necesarios como las mascarillas.
Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España, manifestaba que “lejos de solucionar estas carencias y tomar medidas de protección para prevenir casos por parte de las administraciones, varias personas ya han dado positivo en las últimas semanas y han sido trasladadas a centros-Covid en la ciudad”.
La situación es aún más dramática, ya que la plaza de toros de Melilla se ha convertido en otro centro de albergue temporal tras decretarse el estado de alarma, ya que el centro sobrepasa su capacidad. Actualmente acoge a unas 500 personas que se encontraban conviviendo en unas condiciones deplorables, aunque ahora mismo su situación tampoco ha mejorado drásticamente debido a las limitaciones de servicios.
Por eso Amnistía Internacional se ha dirigido a las autoridades melillenses para aclarar la situación de estas personas y ver qué medidas se tomarían al respecto. Finalmente, las semanas pasadas han empezado a llevarse a cabo algunos traslados a la península de varias personas.
Afortunadamente la salida comenzó a hacerse realidad tras detectarse los casos de coronavirus entre los residentes del CETI de Melilla.
Por eso es extremadamente urgente que se tomen medidas para trasladar a estas personas y así poder descongestionar el CETI y sus alrededores, ya que la posibilidad de contagio de COVID-19 es muy alta debida a las escasas condiciones de higiene presente, la nula posibilidad de mantener distancias de seguridad, etc.
Actualmente, la organización está siguiendo la situación en Melilla y se ha puesto en contacto con Delegación del Gobierno en Melilla, con el Gabinete del Ministerio del Interior, con la Secretaría de Estado de Migraciones y con la Consejería de Economía y Políticas Sociales de la Ciudad de Melilla.
Firma nuestras peticiones para pedir el traslado urgente y el realojo en condiciones dignas de las personas migrantes y solicitantes de asilo en Melilla. “Todos somos parte del cambio”.
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