Sanlúcar de Barrameda, el pueblo de Juan Marín, ya no apoya a Ciudadanos. Fue palpable en las últimas elecciones autonómicas y el partido se está desintegrando en la localidad gaditana. En los últimos días, ha entrado en una espiral autodestructiva que le ha llevado a romper el pacto de Gobierno que mantenía con el PSOE desde hace tres años. Tenía cinco concejales en el equipo de gobierno, pero tres de ellos han decidido abandonar el grupo municipal y las dos integrantes restantes, Lucía Rodríguez y Ana Sumariva, han sido cesadas por el alcalde, Víctor Mora. Una semana para olvidar.
En esta historia cobra un especial protagonismo Javier Gómez Porrúa. Había sido candidato a la alcaldía sanluqueña y hasta hace pocos días era primer teniente de alcalde y delegado de Turismo, Salud y Consumo del Consistorio municipal. Su figura estaba en entredicho desde hace meses porque en el partido regional se le afeaba que tomara decisiones unilateralmente, al margen de las directrices marcadas desde Sevilla. Tampoco ayudaba que estuviera más cerca de Sergio Romero (que abandonó el partido en plena campaña electoral) que del propio Marín.
Según el partido, le fue comunicada su expulsión a Porrúa el pasado 29 de junio por permitir las críticas del alcalde de Sanlúcar al Gobierno de la Junta de Andalucía y porque “desoyendo las indicaciones de prensa provincial y con el beneplácito de la responsable de prensa del grupo municipal publicó una nota de prensa en la que en su nombre criticaba a los concejales del PP”.
El partido lo daba por expulsado desde ese día, pero el viernes 1 de julio se produjo una circunstancia que llevó a Ciudadanos a anunciar el lunes 4 la ruptura del pacto con el PSOE. El motivo fue “la modificación unilateral del decreto de estructura de Gobierno local a instancia del concejal expulsado de Ciudadanos, Javier Gómez Porrúa, y que se ha formalizado mediante un decreto de Alcaldía”. La cuestión de fondo es que se dejaban sin efectos las competencias delegadas en la concejal Lucía Rodríguez en Urbanismo, aunque le dejaban Salud y Consumo.
Eran horas muy tensas. El cisma en el partido naranja era evidente y la cosa fue a peor. El propio Gómez Porrúa, Juan José Hernández Ponce y Manuel Lobato formalizaron dos días después sus respectivos escritos de renuncia a seguir formando parte del grupo municipal Ciudadanos. Se han integrado en el grupo de no adscritos y mantendrán sus actas de concejales “porque nos presentamos para trabajar por los intereses de Sanlúcar y no por los de unos pocos”, según dijeron.
El anuncio de la ruptura estaba hecho y habían aflorado las críticas de algunos de sus componentes. “Ciudadanos es un partido autoritario y antidemocrático, y lo ha venido demostrando con múltiples injerencias e intervenciones dentro del grupo municipal”, denuncia Porrúa. “Me abrieron un expediente de expulsión en abril, lo pararon una vez se convocaron las andaluzas para hacer su campaña y, ahora que lo tienen todo perdido, buscan un culpable. Otra vez demuestran que Ciudadanos no casa con la democracia”, añade.
A todo esto, el alcalde de Sanlúcar, el socialista Víctor Mora, fue metiendo prisa a sus socios de Gobierno para que dimitieran de sus cargos después de haber anunciado a bombo y platillo la ruptura. Finalmente, el pasado jueves tomó la decisión de cesar de sus cargos y retribuciones a Lucía Rodríguez y Ana Sumariva. “Ciudadanos no puede compartir un Gobierno municipal en el que se encuentran integrados tres tránsfugas. Víctor Mora ha decidido premiar la poca ética y compromiso de Porrúa, Lobato y Ponce y gobernar la ciudad con el apoyo de tres tránsfugas a pesar de que Ciudadanos se lo ha advertido en varias ocasiones”, replicó Sumariva.
Desde el partido local se pide a Porrúa, Lobato y Ponce que entreguen “sus actas de concejal por coherencia personal y respeto a los principios éticos que ellos mismos asumieron al integrarse en las listas de Ciudadanos-Sanlúcar para las elecciones municipales”. En la propia web de Ciudadanos Sanlúcar se pide disculpas por “el lamentable espectáculo” protagonizado. Sin embargo, desde el partido a nivel regional no se hace ninguna lectura política de esta situación. Desde este medio se ha solicitado un análisis a la formación naranja, pero se remiten a los comunicados emitidos en la localidad sanluqueña, sin querer entrar en más valoraciones. Un partido que implosiona en la cuna de Juan Marín.
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