El Defensor Andaluz de la Infancia pide una actuación “coordinada y urgente” en la lucha contra la violencia sexual a menores
El Defensor de la Infancia y la Adolescencia de Andalucía, Jesús Maeztu, y el director general de 'Save the Children', Andrés Conde, han participado este miércoles en Córdoba en una jornada sobre la 'Protección integral a la infancia víctima de violencia sexual', bajo el lema '#InfanciaProtegida', donde han alertado sobre la necesidad de “una actuación coordinada y urgente en la lucha contra este tipo de violencia que supone una de las realidades más desconocidas e invisibilizadas dentro del complejo mundo del maltrato”.
Durante el acto de inauguración, en el que han estado acompañados por el presidente de la Diputación de Córdoba, Antonio Ruiz, y la consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Rocío Ruiz, han señalado que este encuentro pretende “sensibilizar a la sociedad frente a esta realidad” con el propósito de unificar esfuerzos que permitan seguir avanzando en la erradicación de este tipo de maltrato.
Además, nace con la vocación de ser un espacio de intercambio de experiencias entre administraciones públicas en la que se puedan detectar procesos comunes que nos dirijan hacia la construcción de sistemas y procesos lo más garantistas posibles con los derechos de la infancia, especialmente tras la reciente entrada en vigor de la Ley Orgánica de protección integral a la infancia y adolescencia contra la violencia.
En este contexto, el Defensor de la Infancia y Adolescencia de Andalucía, Jesús Maeztu, ha alertado sobre las graves repercusiones que este tipo de violencia tiene en los menores mientras son niños --fracaso escolar, aislamiento social, miedos, depresión o ideas de suicidio, entre otras-- y también durante su etapa adulta --problemas sexuales a diversos niveles o mayor tendencia al uso del alcohol y drogas, entre otras--.
Para Maeztu, este tipo de violencia se da de forma aún “más execrable y despreciable en entornos cercanos a los niños”, especialmente en el ámbito familiar, “que pasan a convertirse en lugares de agresión y de vulneración de derechos”. Entre el 70 y 85 por ciento de los casos, el agresor pertenece al entorno cercano de la víctima y solo entre un 15 y un 20 por ciento de los abusos sexuales son denunciados, ha detallado.
Por ello, el Defensor de la Infancia y Adolescencia ha advertido sobre la necesidad de sacar estos casos a la luz “porque todavía estamos ante una realidad oculta que no se denuncia”, aunque los datos sean “aterradores”. Maeztu ha reclamado, además, medidas para evitar la revictimización del niño , ya que “los resultados de la burocracia administrativa y judicial a las que se someten los menores víctimas suelen ser desalentadores”.
Por su parte, el director general de 'Save the Children', Andrés Conde, ha lamentado que la violencia sexual es un problema muy frecuente que tiene un impacto directo en la infancia, pues “una de cada dos víctimas de violencia sexual son niños, niñas o adolescentes”. Además, ha reconocido el avance que ha supuesto la reciente aprobación de la Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y Adolescencia contra la Violencia, ya que “refuerza e incluye medidas en todas las fases necesarias en la lucha contra las diferentes formas de violencia, protegiendo a la infancia y garantizando sus derechos”.
Por ello, ha recalcado que las comunidades autónomas tienen ahora un “papel fundamental” para impulsar la aplicación de dicha ley desarrollando estrategias que aterricen las medidas previstas en sus diferentes fases y poniendo los recursos necesarios para que la ley se pueda aplicar con eficacia en todo el territorio.
Desde 'Save the Children' también impulsan la promoción del modelo islandés 'Barnahus' para garantizar la máxima protección a los niños y niñas víctimas de violencia sexual. Se trata de un modelo de atención integral coordinada entre departamentos (sistema judicial, sanitario, fuerzas y cuerpos de seguridad y servicios sociales) cuya misión es evitar la victimización secundaria de la víctima de abuso sexual, agilizar el proceso judicial y facilitar su recuperación.
Por otro lado y a preguntas de los periodistas, el Defensor de la Infancia y la Adolescencia de Andalucía, Jesús Maeztu, después de que los obispos franceses hayan decidido vender bienes para pagar indemnizaciones a las víctimas que han sufrido abusos sexuales por parte de miembros eclesiásticos, ha afirmado que la Iglesia española “va un poco más atrás” y aún “tiene que hacer una profunda reflexión y reparación”, pues “ahora hace falta no solo una indemnización, sino un profundo perdón público” y “evitar que se repita”.
En este sentido, Maetzu ha lamentado que, tras las denuncias por abusos sexuales a menores, “el silenció primó y sobrevivió el dolor”. Son “muchos años de silencio” y si “no se sabe” parece que “no pasa nada”, motivo por el que ha recalcado la importancia de “denunciar”. Para concluir, ha añadido que para tener una Iglesia “limpia y que dé ejemplo” todo este “rosario de dolores tiene que pasar por un proceso de sanación”.
0