VÍDEO | Cuando el escenario es la habitación de un hotel
La capacidad de reinvención de las artes escénicas no deja de sorprender. Ni la crisis ni la dejadez de las instituciones ni el IVA cultural han impedido que surjan nuevas fórmulas para atraer al público. Lo último es acercarse al espectador prescindiendo nada más y nada menos que del escenario. Ahora que el microteatro forma ya parte de la oferta cultural de muchas ciudades, surgen también festivales que apuestan por el formato corto en todas las disciplinas artísticas.
En Sevilla, por tercer año consecutivo, se celebra esta semana el festival escénico ‘Encuentros concentrados’, que de jueves a domingo programa casi un centenar de funciones de 13 espectáculos de teatro, danza, música y otras artes. La singularidad de esta iniciativa es que todos los espectáculos tienen lugar en el interior de un mismo edificio, el hostel La caja habitada, en la calle Crédito, 20 (zona Alameda). “Se trata de llenar de cultura las estancias de todo un edificio y esto es lo que atrae al público, que todo ocurre en un mismo espacio, un edificio que no está hecho para ser un escenario. Los espectadores se pueden mover libremente por las estancias del hotel, casi como en una ginkana”, afirma Julio León, uno de sus responsables: “Queríamos que diera la sensación de estar haciendo zapping,porque el público va viendo varios espectáculos distintos y de diferentes géneros”.
Así, los espectadores pueden disfrutar de una obra de teatro en la habitación 2 de la planta baja, mientras que en la habitación 6 de la segunda planta suena un concierto de rock; o ver bailar flamenco en la terraza mientras que en la cocina del hotel se representa una performance. Cada día se programan varias piezas, de unos 15 minutos, que se representan cuatro veces por noche, en sesiones que se celebran cada media hora. Así da tiempo a verlo todo.
León es uno de los ideólogos de esta iniciativa junto a Fran Pérez Román y Julia Rodríguez, todos integrantes de la productora La Ejecutora, procedentes de distintos ámbitos profesionales pero vinculados al teatro (el primero escribe, el segundo dirige y la tercera, interpreta). No en vano, ellos son también los creadores de Teatro a pelo, una serie teatralizada y representada fuera de los escenarios que nació hace tres años también en La caja habitada.
El festival nació con la misma filosofía que la serie: la cercanía con el espectador. Porque en este festival no hay escenario ni patio de butacas, además las obras se representan sin escenografía ni iluminación, maquillaje o vestuario añadidos, y en unas dimensiones reducidas, con un aforo para 15 o 20 personas. Según la organización, estas funciones permiten disfrutar de una experiencia “directa, íntima y real”. La interpretación de los actores, el movimiento de los bailarines o el flujo de la música se produce sin artificios, a sólo unos metros del espectador. “Esta proximidad es muy atractiva para el público. A esto hay que sumar los precios asequibles, que atraen tanto a los consumidores de cultura como a aquellos que no lo son”, insiste León.
Los participantes
“Por el festival pasa gente que tiene mucho recorrido en los escenarios, no son necesariamente gente que empieza. Su participación tiene más que ver con la producción de un formato, piezas breves pensadas, escritas, dirigidas e interpretadas para una corta dirección”, afirma Julio León. Y añade: “Producir algo largo es caro y costoso, y tampoco es fácil encontrar un lugar adecuado. Actualmente, se hacen cosas muy interesantes que no tienen nada que ver con la duración del espectáculo”.
Entre el jueves 8 y el domingo 11 por el festival pasan compañías de Sevilla, Cádiz, Málaga, Madrid, Valencia y Barcelona, cuyos integrantes convivirán todo este tiempo en el mismo hotel, que se convierte, por así decirlo, en una efímera residencia de artistas. Algo que les permite además un enriquecimiento personal y profesional. Entre pieza y pieza y al final de cada jornada, artistas y público también pueden compartir impresiones en la abacería del hotel.
En los últimos tres años, los organizadores de estos Encuentros Concentrados han constatado un gran aumento de este tipo de propuestas artísticas. Si hace tres años en Sevilla empezaba tímidamente a surgir el microteatro, para la tercera edición del festival han recibido cerca de 80 proyectos de toda España de distintas disciplinas, lo que viene a demostrar que esta iniciativa, la de los espectáculos en formato pequeño, tiene un futuro muy grande por delante.