Juana Rivas pide a la justicia italiana que su hijo menor se quede con ella en España
Juana Rivas y su equipo legal han presentado este jueves un escrito ante la Corte de Apelación de Cagliari solicitando que Daniel, su hijo de 10 años, permanezca en España debido a una situación de grave riesgo.
Según el documento, al que ha tenido acceso elDiario.es, el menor dice sentirse coaccionado y amenazado por su padre, Francesco Arcuri, porque presuntamente le obliga a mentir sobre el maltrato que sufre para favorecerle en el procedimiento judicial en Italia que debe decidir sobre su custodia.
Además, según los abogados, Daniel asegura tener un “miedo terrible” a su progenitor y teme por su vida si se ve obligado a regresar al país transalpino, puesto que está pasando las fiestas navideñas en tierras granadinas junto a su madre gracias a un permiso del Tribunal de Cagliari que decide sobre su situación. Esta denuncia se suma a un proceso penal ya iniciado en Italia contra Arcuri por un supuesto delito de maltrato habitual, tanto físico como psicológico, en el ámbito familiar. Maltrato que avala la Fiscalía itailana.
En el escrito también se detallan episodios recientes de acoso y amenazas por parte de Arcuri hacia Juana Rivas durante las navidades, incluyendo más de 40 llamadas telefónicas en una semana y varios mensajes intimidatorios. Ante estos hechos, el Ministerio del Interior español ha activado el sistema VioGén, calificando el caso como de “relevancia especial” y con un nivel de riesgo “alto”.
A pesar de la gravedad de lo denunciado, Rivas sostiene que acatará cualquier resolución judicial, tanto en Italia como en España, pero confía en que esta decisión permita que su hijo permanezca con ella y su hermano, alejándose de un entorno que describe como “profundamente dañino”.
Mensajes “intimidatorios”
El documento presentado por el equipo jurídico de Juana Rivas ante la Corte de Apelación de Cagliari detalla los motivos por los cuales solicitan que Daniel, su hijo de 10 años, permanezca en España. Entre las pruebas aportadas, se incluyen mensajes de WhatsApp enviados por Francesco Arcuri tras la llegada del menor a Granada, en los que escribe: “También estoy en España, en Granada y sus alrededores. Espero que Daniel esta vez pueda pasar buenos momentos con vosotros”.
Aunque aparentemente cordial, este mensaje fue interpretado como “intimidatorio”, debido a los episodios de violencia previos denunciados. Al parecer, Arcuri habría enviado otros mensajes y realizado numerosas llamadas telefónicas, lo que habría generado “una profunda inquietud” en Juana Rivas y su hijo mayor, Gabriel, según el escrito. Hasta el punto de que sus letrados informaron de que la madre y sus hijos se habían marchado del domicilio habitual de ella para no poder ser localizados.
En el escrito también se incluye un testimonio de Daniel en el que el menor describe su experiencia con su padre: “Muchas veces pienso que voy a morir. Mi padre me pega, me grita, me dice palabrotas”. Estas declaraciones, acompañadas de un informe de la policía española que califica el caso como de “riesgo elevado”, avalan la solicitud de Rivas de que Daniel no regrese a Italia.
Juana Rivas insiste en que acatará las órdenes decisiones judiciales -cabe recordar que fue condenada a prisión por no hacerlo al negarse a entregar a sus hijos alegando que corrían “peligro de muerte” si volvían con su padre hace ocho años-, pero argumenta que su deber es “tutelar y proteger al menor” hasta que se establezcan medidas definitivas que garanticen su seguridad.
Otro giro procesal
Este nueva petición de los letrados de Rivas se suma ya al largo periplo judicial que ha recorrido su caso desde que en 2009 su exapreja, Francesco Arcuri, fuese condenado por lesiones contra ella y, en 2016, Rivas se marchase del domicilio familiar que tenía en Italia para no devolver a los niños a su padre. A pesar de las múltiples denuncias contra Arcuri por maltrato habitual, tanto hacia Juana como hacia sus hijos, los tribunales han permitido que los menores sigan vinculados a su padre.
En una entrevista para elDiario.es, la abogada de Rivas, María Martos, calificó toda esta situación judicial como “un claro ejemplo de violencia institucional”. Por ello, la solicitud presentada este jueves por el equipo legal de Juana Rivas ante la Corte de Apelación de Cagliari supone otro giro procesal que trata de revertir la situación que llevan años denunciando.
Según el escrito, Daniel dice tener temor a su padre, relatando episodios de coacción y amenazas que le obligan a mentir para favorecerlo en el proceso judicial italiano en el que se decide su custodia. Estos hechos han llevado a que la Fiscalía italiana procese a Arcuri por maltrato habitual, tanto físico como psicológico, algo que, según este relato, agrava la situación del niño y refuerza la petición de Rivas para que su hijo permanezca en España junto a ella y su hermano.
El hijo mayor de Juana, Gabriel de 18 años, ya se ha manifestado pidiendo que Daniel pueda estar junto a ellos por temor a su padre. Considera que Arcuri representa un peligro para su vida. A través de una carta y un vídeo hechos públicos en diciembre, el joven pidió que Daniel pudiera quedarse en España, donde considera que estará seguro y podrá recuperarse del daño sufrido.
Con esta petición, Juana Rivas y su equipo legal confían en que la Corte de Apelación de Cagliari adopte una decisión que proteja a Daniel, permitiéndole permanecer en España y alejándose del entorno que tanto le atemoriza. De hecho, a través de sus abogados, Juana Rivas ha expresado deseo de que sus hijos puedan estar juntos -el mayor volvió a España en junio de 2022-, en un entorno donde puedan sentirse seguros.
26