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Claves para envejecer bien: “La sociedad actual no nos prepara para ser mayores”

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Se llama Andragogía o educación para los mayores frente a edadismo o discriminación por edad, y bajo ese nombre se han reunido esta semana en Baeza, en la sede de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), una serie de expertos para analizar la tercera edad desde el punto de vista más práctico posible, dando claves a las personas mayores para vivir con intensidad, y a las que no lo son para que entiendan el contexto en el que se vive cuando pasa una determinada barrera de años.

El curso lo ha dirigido el catedrático emérito de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad de Jaén Juan Manuel de Faramiñán, que, precisamente, decidió seguir dando clases cuando le llegó la edad de la jubilación, porque entendió que una cosa es la edad biológica y otra la física, con lo que sigue transmitiendo sus conocimientos a sus alumnos cada día.

¿Por qué hay personas mayores que no disfrutan de la vida?

Esencialmente, porque nadie las prepara para afrontar el paso de los años. En este aspecto hay enormes lagunas, porque no se está preparando a los mayores ni para aceptar el paso de los años ni para aceptarse como se es, con lo que cada vez hay más personas que dicen que no se reconocen ante el espejo, que no se han formado ni preparado para afrontar la vida después de la jubilación.

¿Y eso pasa en todas las etapas de la vida de una persona mayor?

Pasa incluso cuando te das cuenta de que no hay preparación para los cuidados paliativos cercanos a la muerte, entre las muchas carencias que hay que resolver desde el punto de vista de la sociedad. Es necesario fortalecer toda la estructura del mundo de los mayores.

Pero los mayores son más que necesarios, y eso se ve en el día a día

De hecho, se ha acuñado el término “economía de las canas”, de modo que los ancianos, con sus pensiones, están solventando la economía de las casas, ayudando a la gente joven que está en el paro. Pero además son importantes para la economía, ya que pueden hacer viajes, moverse, y todo eso genera un movimiento económico muy importante.

Queda mucho por hacer, por lo tanto

Y nosotros estamos intentando que se hagan cosas concretas, porque es importante, por ejemplo, crear en España una Secretaría de Estado de Mayores, que se ocupe de todas las necesidades de estas personas, e incluso se trabaje, como se aconseja en algunas ciudades, en recuperar los encuentros vecinales al fresco como en los pueblos, que pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas mayores, y acabar con el problema de la señora que vive en un piso de Madrid que no conoce a los vecinos y está sola, porque la clave está en convivir.

No hay que olvidar cosas como estudios en algunas zonas del mundo, como puntos concretos de Japón, donde se analiza la prolongación de la vida humana por encima de los 110 años, y se ha descubierto que solo tiene claves sencillas, como la alimentación, la vida sana, caminar o la convivencia entre las personas que viven cerca unas de otras.

¿Cómo ve que haya personas mayores que recurran a la cirugía plástica buscando un rejuvenecimiento exterior?

No veo la necesidad de algunas personas de disfrazarse de joven, porque no es aceptar lo que somos. Tenemos que ir aceptándonos en la medida en la que vamos evolucionando, ya que al aceptarte tal como eres vives más tranquilo, y tienes que acoger el proceso físico normal y aceptarlo.

Hay que trabajar en muchos aspectos, e incluso ahora vemos que los partidos políticos miran con mucho cariño al voto de los ancianos, que hasta ahora miraban de soslayo. Y eso que hemos vivido situaciones increíbles, como en algunos países del norte de Europa durante la pandemia, donde se hacía un triaje entre la persona mayor y la joven para que el sanitario decidiese a quien atendía primero. Todo, al final, es un atentado contra los derechos humanos.

Se llama Andragogía o educación para los mayores frente a edadismo o discriminación por edad, y bajo ese nombre se han reunido esta semana en Baeza, en la sede de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), una serie de expertos para analizar la tercera edad desde el punto de vista más práctico posible, dando claves a las personas mayores para vivir con intensidad, y a las que no lo son para que entiendan el contexto en el que se vive cuando pasa una determinada barrera de años.

El curso lo ha dirigido el catedrático emérito de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad de Jaén Juan Manuel de Faramiñán, que, precisamente, decidió seguir dando clases cuando le llegó la edad de la jubilación, porque entendió que una cosa es la edad biológica y otra la física, con lo que sigue transmitiendo sus conocimientos a sus alumnos cada día.