El reto de proteger las “imponentes” pinturas rupestres halladas en la Hoz de la Vieja de Teruel

La Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón ha colocado un cerramiento para proteger unas pinturas rupestres aparecidas en la localidad turolense de La Hoz de la Vieja. Un vecino de este municipio, Jesús Español, descubrió las pinturas el pasado 12 de octubre paseando por el entorno de la población y la Dirección General de Patrimonio Cultural ha intervenido para protegerlas mientras se estudia este hallazgo.

Las pinturas, que el vecino de La Hoz de la Vieja encontró en el abrigo del Rincón de la Zorra, como se denomina a la zona en el municipio, han sido calificadas por los investigadores como “imponentes” tanto por su gran tamaño como por el buen estado de conservación de algunas figuras, lo que las hace singulares dentro del arte rupestre del arco mediterráneo de la Península Ibérica.

La directora general de Patrimonio Cultural, Gloria Pérez, que ha visitado recientemente el abrigo para planificar su cerramiento de urgencia, ha calificado el descubrimiento como “extraordinario”. “Su protección era urgente, dado que las pinturas se localizan escasamente a un kilómetro de la localidad, en la misma cinglera rocosa en la que se encuentra el Torreón de la Hoz y, por tanto, muy cerca de la carretera A-222”, ha explicado.

“Su buena accesibilidad y visibilidad hacían que fuera urgente tomar medidas antes de que transcendiese su descubrimiento”, ha detallado la directora general, para recordar que “las pinturas rupestres son muy susceptibles de degradación, máxime una vez que son conocidas”.

Las pinturas están siendo estudiadas por un equipo del Centro de Arte Rupestre “A. Beltrán” del Parque Cultural del Río Martín, a cuyo entorno o comarcalización prehistórica se asocian, por incluirse en la misma cuenca hidrográfica. El equipo está formado por Juan Francisco Ruiz, José Royo, Camila Ortiz, Fernando Galve y Juan Carlos Gordillo.

Imponente arquero

El coordinador del equipo y director del Parque Cultural del Río Martín, José Royo, ha indicado que del grupo de figuras destaca un “imponente” arquero lanzado a la carrera, en muy buen estado de conservación, que se localiza sobre el resto de las figuras pintadas y en lo más alto, presidiendo la composición.

De este arquero se aprecia el adorno o atadura de las polainas. Portaría probablemente dos arcos, lo que le hace más singular todavía, haz de flechas, cuerpo estilizado, pecho triangular y gruesas piernas. Su tamaño excede de lo habitual, alcanza los 35 centímetros.

También se observa con dificultad, bajo una colada calcítica, otra figura muy grande, de pecho triangular y cuerpo estilizado, de unos 27 centímetros únicamente de tronco. Se aprecian parte de sus gruesas piernas, que si estuviesen completas mostrarían una figura cercana al medio metro de altura. Porta un pequeño objeto arqueado.

Otras figuras en el parque cultural

Estas figuras, por su estilismo, se podrían poner en relación con otros arqueros representados en diferentes abrigos de la vecina localidad de Obón en el Parque Cultural del río Martín, con cuya localidad linda el término municipal, al igual que con Montalbán, agrandando el Santuario Prehistórico del Valle del Martín, lugar sacralizado desde la Prehistoria como área de reunión religiosa, civil o ritual y donde plasmaron y expresaron gráficamente sus ideas a través del arte rupestre, ha subrayado Royo.

Se identifican otros pequeños arqueros, y una singular figura que podría identificarse como femenina, en la que parecen colgar unos flecos a modo de faldellín, ha precisado Royo, “pero debemos esperar a completar el estudio y analizar todos los detalles”.

Cronológicamente todas las pinturas se sitúan como postpaleolíticas, asociadas al arte rupestre del arco mediterráneo, que por su estilismo y composición deben relacionarse con una fase antigua del arte levantino de más de 8.000 años de antigüedad, ha concluido el experto.