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Entrevista
Presidente de Cantabria

Miguel Ángel Revilla (PRC): “Cuando están las cosas complicadas es cuando uno no se puede retirar”

El presidente de Cantabria y líder del PRC, Miguel Ángel Revilla.

Laro García

19 de noviembre de 2022 23:02 h

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“Cuando yo no esté, aunque seguiré ahí tutelando un poco el partido, no va a haber ningún tipo de guerra fratricida por mi sustitución”. Así de convencido se muestra Miguel Ángel Revilla (Polaciones, 23 de enero de 1943) sobre el futuro que depara al PRC cuando decida abandonar el liderazgo de la formación política que fundó hace ahora 44 años. En cualquier caso, ese momento no ha llegado aún. “El proceso de sucesión se irá haciendo durante estos cuatro próximos años”, dice. A punto de cumplir 80 años, el dirigente regionalista será reelegido este domingo como secretario general y candidato a la Presidencia de Cantabria por undécima ocasión consecutiva. “Cuando están las cosas complicadas es cuando uno no se puede retirar”, opina. Y es que es consciente de su tirón electoral y de la importancia que tiene su figura para evitar un pacto PP-Vox que “atacaría la base de todo lo que hemos luchado aquí para conseguir la autonomía”.

Revilla, que fue vicepresidente y consejero durante dos legislaturas en un Gobierno de coalición con el PP y ha ejercido como presidente de Cantabria durante cuatro legislaturas tras pactar con el PSOE en dos etapas diferentes, reconoce que el Ejecutivo que lidera Pedro Sánchez “ha cumplido todos sus compromisos” y hace un balance muy positivo de los acuerdos alcanzados con los socialistas. “Si ha funcionado bien, hay papeletas para repetir el pacto”, augura. Antes, deberá celebrarse una cita con las urnas el próximo mes de mayo que califica como “muy complicada” después de “una legislatura tremenda, con la pandemia, la guerra... con problemas por todos los sitios”.

Después de cuatro décadas en primera línea política y seis de las últimas siete legislaturas en el Gobierno, ¿le molesta que le sigan preguntan cuándo se retira?

Me parece muy normal que me lo digan. Y lo entiendo porque mi caso no es normal, pero se dan una serie de circunstancias que me obligan a presentarme en contra de lo que sería mejor para mí y para mi familia. Cuando llegas a una situación como esta, uno no depende de las decisiones personales. Estoy en un partido que fundé yo, en una circunstancia complicada, después de una legislatura tremenda, con la pandemia, la guerra... con problemas por todos los sitios. No puedo tirar la toalla porque todavía hay un voto personal que yo tengo adicional al del partido. Los compañeros, por unanimidad, me dicen que siga si estoy bien. He ido a mirarme exhaustivamente y no es que esté bien del todo, pero no estoy peor que hace cuatro años. Tengo los problemas que tenía sin que se hayan agravado, y me permiten seguir levantándome por la mañana a las siete y no parar. Hasta donde llegue. Lo tengo que hacer, no me queda más remedio, en contra de mi familia y de lo que sería razonable, que yo tendría que estar dedicado a otras cosas. No a jubilarme, pero sí a escribir, a dar charlas, a ir a los sitios donde me piden que vaya y que no conozco. Yo escogí esta vida. Mucha gente está aquí por mí, y aunque el partido tiene gente mucho más capaz que yo ahora para ostentar la Presidencia de Cantabria, el voto también es un condicionante y yo tengo un voto personal que es imprescindible para que podamos ganar las próximas elecciones.

En la última entrevista que mantuvimos me dijo: “Tendría que haber una situación muy excepcional para que yo vuelva a presentarme, pero como ya he dicho tantas veces que me voy… es normal que no me crean”. Al final, ocurrió una situación excepcional...

Claro, claro. Es una situación excepcional, absolutamente. Si no encabezara yo ahora la candidatura del PRC, probablemente gane el PP las elecciones, y a mí lo que me preocupa es lo que vendría detrás: que esa misma noche o al día siguiente firmen un pacto el PP con Vox, partido del que yo respeto a sus votantes y también a sus dirigentes, pero que está en las antípodas de lo que es el Partido Regionalista, y que atacaría la base de lo que ha sido la creación de este partido y todo lo que hemos luchado aquí por la autonomía durante más de 40 años. Es una preocupación que tengo, y que tiene mi partido. Como me encuentro bien mentalmente y físicamente también estoy capacitado para hacer el trabajo que vengo haciendo hasta ahora, pues ahí voy. No hay otra.

Ha explicado los motivos que le han llevado a presentarse a la reelección con 80 años, una vez que tuvo luz verde por parte de los médicos, pero no cómo tomó esa decisión. ¿En qué momento pensó que era irreversible y que iba a seguir adelante? ¿Fue una decisión individual o lo compartió con alguien?

Hace más de un año que tomé la decisión, pero todo condicionado a mi salud. Yo reuní al Comité Ejecutivo del PRC para decirle a mis compañeros que la pregunta que iba a plantear a los médicos era si yo estoy en condiciones de hacer ahora, en este momento, más allá de lo que pueda ocurrir dentro de un año o de dos, el trabajo que vengo haciendo. Que me lo dijesen después de mirarme todo, y me han dicho que no ven ningún inconveniente adicional a los que tenía hace cuatro años. Eso se lo dije al Comité Ejecutivo y, sin que supieran nada, les convoqué para leerles el informe y decirles que no queda otra que presentarme.

En las pasadas elecciones consiguió la ansiada victoria y convirtió al PRC en el partido hegemónico de Cantabria cuatro décadas después de su fundación. ¿No asume un riesgo innecesario volviendo a ser candidato, con la posibilidad de que lo retiren los ciudadanos en vez de hacerlo usted mismo tras los mejores resultados de su carrera política?

No me preocupa para nada. Yo he tenido que pasar por todo. Mira, yo he tenido dos diputados, he sido objeto de la compra de más de medio partido, del 80% del partido por aquel presidente del PP que todos conocemos [en referencia a Juan Hormaechea]... Perdimos las elecciones en 2011 y yo me fui a casa, dormí como un tronco aquella noche y estuve cuatro años de diputado en la oposición. Estoy acostumbrado a ganar y a perder. Soy un peleón.

¿No le preocupa el legado que quede de su etapa como presidente?

No, no, no, para nada. En absoluto. Hago lo que tengo que hacer. ¡Es que me veo obligado a hacerlo! Cuando están las cosas complicadas es cuando uno no se puede retirar. No, hombre, no. Mi ego ya está cubierto de sobra. Esto ya lo he superado. Mi meta de lo que podía haber llegado a ser en la vida está superada, ni en mis mejores sueños. Tengo detrás un partido muy importante, donde hay unanimidad. El PRC es un partido consolidado, el que tiene más votos, alcaldes, concejales... Somos el partido hegemónico de Cantabria. Un 38% de voto no es moco de pavo. Probablemente ahora no se llegue a ese resultado... ¡O sí, no se sabe! A mí no me preocupa para nada mi imagen. No voy a sentir vergüenza. No me voy a retirar solo porque esté arriba. Cuando las cosas están mal, todavía hay más motivos para presentarte. Yo no estoy aquí por vanagloria personal, estoy porque tengo vocación por Cantabria, por servicio a este partido y a tanta gente que me ha seguido hasta ahora.

¿Y cómo le gustaría que se produjese ese cambio de liderazgo cuando tome la decisión de retirarse?

El proceso de sucesión se irá haciendo durante estos cuatro próximos años. Espero que haya también unanimidad en la persona que se presente a la próxima Secretaría General dentro de cuatro años. Creo que los militantes de este partido, que me han seguido durante tanto tiempo, con tanto seguidor incondicional, no me darían a mí el disgusto de ver este partido en los últimos días de mi vida como he visto a los demás, al PP, al PSOE, a Podemos. No, a mí no me van a hacer eso. Llegaremos a un acuerdo, y entiendo que se tendrán en cuenta un poco las reflexiones que yo haga. Cuando yo no esté, aunque seguiré ahí tutelando un poco el partido, no va a haber ningún tipo de guerra fratricida por mi sustitución. Creo que no me van a hacer eso. Si hubiera algo así me voy a vivir a otro lado. No podría soportar el ver que en este partido se reproduce la historia de todos los partidos, que por el afán de protagonismo se rompen. Los peores cismas, los peores enemigos, están siempre en casa. Un partido no se destruye desde fuera, se destruye desde dentro. Y el ejemplo está en cualquier partido que veamos. Las crisis siempre se han provocado dentro de la propia organización. Democráticamente, habrá gente que tenga aspiraciones, pero que respeten lo que puede ser un consenso más o menos general en torno a una persona. Yo creo que eso va a ocurrir.

Mi sucesor debe ser una persona reconocida en el partido y que sepamos que fuera del partido también puede tener más aceptación o más consenso que el resto

¿Su sucesor o sucesora saldrá de la Ejecutiva que toma posesión este domingo en el Congreso del PRC?

Sí, sí, sí. Seguro. Entre esos 63 seguro que está la persona que me va a sustituir.

Ya sé que no me va a decir un solo nombre, pero quizá sí el perfil... ¿Qué características debería tener la persona que asuma el liderazgo del PRC cuando usted no esté?

Debe ser una persona reconocida en el partido y luego que sepamos que fuera del partido también puede tener más aceptación o más consenso que el resto.

Dice que el PRC es un partido “previsible” y “coherente” y que los ciudadanos saben lo que va a hacer si le otorgan su confianza... Sin embargo, simultáneamente, reconoce que podría pactar con PSOE o PP en función de los resultados del mes de mayo. ¿Eso no es una contradicción? ¿No deberían los cántabros acudir a las urnas con una propuesta más clara?

No, porque el Partido Regionalista no es ningún partido extremo. Sí decimos siempre con quién no pactaremos...

En este caso, con Vox...

Claro. Y en las anteriores elecciones también dijimos con quién no. Esa decisión se debía al líder que tenía entonces el Partido Popular. Dijimos: “Que no llamen”. Y no llamaron, claro. Somos un partido que en la política de Cantabria puede hacer un programa de Gobierno con el PP o con el PSOE en torno a la administración de un presupuesto y a una serie de cosas fundamentales para nosotros, como ha ocurrido históricamente. Cuando pactamos con el PP hubo ocho años de absoluta estabilidad, eso lo sabe todo el mundo. Cuando el PRC está en el Gobierno se acaban las legislaturas y se aprueban presupuestos. En ese abanico del centro derecha y el centro izquierda, donde están esos dos partidos, PP y PSOE, nosotros estamos en el centro. Nosotros estuvimos muy cómodos gobernando con el PP, con aquel PP. Yo creo mucho más en las personas que en los partidos. ¿José Joaquín Martínez Sieso? Sí. ¿Ignacio Diego? No. Hemos tenido también una experiencia muy buena con el Partido Socialista. Cuando se sacan los votos, a partir de ahí se negocian los programas, unos compromisos que se puedan asumir y que se cumplan. Yo, por ejemplo, estoy muy agradecido a la última etapa del Partido Socialista a nivel nacional por lo que ha supuesto para desbloquear temas que llevaban coleando aquí durante años. Prometían, pero no pagaba nadie, no hacían nada de nada. Y la realidad es que ahora no es así. Vamos a tener el año que viene en obra todo el tramo del AVE de Palencia hasta Alar del Rey. Y al año siguiente, el proyecto hasta Reinosa, y en ejecución la doble vía Santander-Torrelavega. Es fácil decir que lo van a hacer, pero buscar el dinero y empezar las obras es otra cosa. Y la deuda por el Hospital de Valdecilla, lo mismo: han cumplido. También la carretera del Desfiladero de La Hermida, los accesos a Valderredible, el MUPAC, La Pasiega... Han cumplido el pacto que firmamos. Con lentitud, porque también hay que considerar que han sido dos años muy duros y que ha ido todo con un poco de retraso, pero ahora, en este momento, está todo en marcha.

¿Es el mayor grado de cumplimiento del Estado con Cantabria?

Sí, sí, sí. Esta etapa ha sido la mejor, sin duda. Lo han entendido. Y lo que han firmado, lo han cumplido. Está todo en marcha, todos los compromisos. Ha habido un momento en el que la única preocupación era el aspecto sanitario, pero ahora mismo el cumplimiento del PSOE ha sido extraordinario. El otro día vino la ministra aquí [María Jesús Montero] y ha sido muy clara. Las relaciones son muy buenas. Salvamos un bache complicado después de votar que no a la investidura...

Eso rompió su buena relación con Pedro Sánchez, del que fue gran defensor en sus peores momentos, pero los acuerdos con el PSOE parecen más engrasados que nunca. ¿No hubo consecuencias?

No, ninguna. El cabreo pudo durar dos meses. A él le afectó mucho porque estuvo la víspera de la investidura llamándome sin parar y tuve que mandarle un mensaje diciéndole que no insistiera porque 'no es no', como él sabía perfectamente. Teníamos claro que nuestro voto era negativo y no hubo que debatir mucho. No nos gustaban sus socios.

A Pedro Sánchez hay que reconocerle su tenacidad. Nadie podía imaginarse que lo que empezó hace casi cuatro años con ese llamado 'Gobierno Frankenstein' iba a llegar hasta donde ha llegado

A Pedro Sánchez lo han dado por muerto políticamente muchas veces, y con la llegada de Alberto Núñez Feijoo a Génova parecía que el PP iba en volandas hacia La Moncloa. ¿Lo ve tan claro como algunos analistas o cree que a la oposición se le puede hacer largo este último año de legislatura?

[Duda]. A Pedro Sánchez hay que reconocerle su tenacidad. Nadie podía imaginarse que lo que empezó hace casi cuatro años con ese llamado 'Gobierno Frankenstein' iba a llegar hasta donde ha llegado. ¡Es que ha aprobado todos los presupuestos y prácticamente todas las leyes! Hasta el punto de que ha pasado de ser un Gobierno que no tenía ninguna papeleta para sobrevivir a ser uno de los gobiernos más estables de Europa... Hay que reconocerle, por ejemplo, que nunca España en el exterior ha tenido un presidente con tanta notoriedad. Si hacemos la foto comparativa de Mariano Rajoy en su etapa en Europa o la de Pedro Sánchez, las diferencias saltan a la vista. Mariano Rajoy no pintaba nada. La señora Merkel le mandó hacer recortes... y sin rechistar. Tenía un hándicap: no sabía inglés. Era una figura absolutamente desconocida en Europa. A Pedro Sánchez hay que reconocerle que está en todos los sitios y el reconocimiento que hay de él fuera es bueno. Es un hombre que participa en decisiones importantes, propone cosas que luego ha conseguido sacar adelante. España ha cogido pulso en la Unión Europea con él. Eso no es poca cosa. Luego, otra virtud de Pedro Sánchez es que ha impulsado algunas cosas muy importantes en beneficio de los más necesitados y ha tenido un peso muy grande en que Europa esta vez no dejará tirada a España como la dejó tirada en la época de Mariano Rajoy, donde tuvimos que afrontar recortes y una crisis brutal. Él ha abanderado siempre posturas que han sido buenas para España y que han evitado que tengamos aquí un problema social de primer orden, con las vacunas, con los ERTES... con todo lo que ha llegado de Europa. Todo eso es positivo.

¿Entonces? ¿Cree que podrá mantenerse en La Moncloa o no?

¿Cuál es el problema al que se enfrenta? Que cuando se llega a pactos que no son normales ni naturales, quién pacta quiere cosas que están en las antípodas de tu pensamiento político. Me estoy refiriendo fundamentalmente al separatismo catalán. Poco a poco estamos viendo algunos de los peajes que supone esa mesa de diálogo en Cataluña, ese mantener la gobernabilidad, ese aprobar los presupuestos... que dañan su imagen en la mayor parte de España. Porque el PP, en su insensatez, hace tiempo que ha dado por perdido dos territorios fundamentales para la cohesión de España, que son el País Vasco y Cataluña. Los ha dado por perdidos y ha abandonado esos dos territorios porque sabe que va a tener una presencia testimonial, y hace política con el enfrentamiento del resto de los españoles con esos dos territorios. Ha hecho de esa política un granero de votos en el resto de España. Eso cala en Madrid, en Castilla y León, en Cantabria, en La Rioja... A mí me parece muy grave, porque si el objetivo es mantener la unidad de España, el menos indicado para mantenerla es el PP. Ya lo vimos en la etapa de Mariano Rajoy. Esa fórmula ya no es posible. Habrá que hacer algún tipo de concesión y habrá que hablar. Y ahí también hay un mérito de Pedro Sánchez.

Fue muy crítico con esa mesa de diálogo en Cataluña y con los pactos del PSOE con Esquerra Republicana esta legislatura. Sin embargo, reconoce el éxito de Sánchez para “desinflamar” el conflicto catalán y recuperar un clima de normalidad tras el proceso independentista. ¿Cree que fue un acierto del presidente esa estrategia o sigue manteniendo sus dudas?

Yo no sería capaz. Creo que cualquier político tiene como objetivo gobernar, pero yo no sería capaz de hacer un Gobierno ni de pactar con los que le apoyan, porque al final te obliga a hacer concesiones que yo no podría aceptar desde mi punto de vista ideológico. Pedro Sánchez tiene difícil que fuera del País Vasco y de Cataluña le reconozcan lo que ha conseguido. En Cataluña probablemente gane las elecciones. ¡Fíjate qué importante! Pero no creo que lo entiendan en el resto de España. Y en eso están Vox y el PP haciendo constantemente una política que va a tener reflejo electoral.

No tiene un pase que digan de Pedro Sánchez que es un antipatriota. Ni él ni nadie va a consentir en España que se haga un referéndum ilegal

Pero la realidad es que España no se ha roto y el 'procés' está desactivado, según reconocen sus líderes...

Y lo que no tiene un pase es que digan de Pedro Sánchez que es un antipatriota. Ni él ni nadie va a consentir en España que se haga un referéndum ilegal. Y ahí ha conseguido también que por lo menos Esquerra, que es el partido hegemónico dentro del independentismo, deje fuera de su pensamiento a corto y a medio plazo volver a plantear una situación como la que se planteó. Eso yo creo que está descartado. No sé hasta qué punto esta campaña en el resto de España, que va a ser furibunda, puede calar. En cualquier caso, lo tiene difícil, pero tampoco daría por muerto a Pedro Sánchez. Va a tener ahora la Presidencia de la Unión Europea, pero tiene que saber lidiar con estas concesiones que en vísperas de elecciones son fatales. El tema económico lo está resolviendo bastante bien, en una situación tan complicada como esta. No le doy por enterrado, pero sí que tiene complicado que no haya un pacto, una mayoría de PP y Vox. Eso sí que lo tengo claro: si eso ocurre, si hay 176 votos, en una semana tienen firmado el pacto PP y Vox. Sin ningún tipo de duda.

La legislatura ha estado absolutamente marcada por la pandemia, así como por las consecuencias de la Guerra de Ucrania. Sin embargo, y pese a que las algunas previsiones son catastróficas, la economía sigue aguantando e incluso muestra algunos números esperanzadores en relación al paro, por ejemplo. ¿Cuál cree que ha sido la clave?

Europa, Europa. Si la Unión Europea se hubiera desentendido como se desentendió en 2008, ahora estamos aquí robándonos unos a otros. Europa nos ha echado una mano y ha salvado la situación. Si ahora se consiguiese parar esta guerra, que ya afortunadamente hay más gente que dice lo que yo vengo diciendo desde hace un mes y medio... Hay que empezar a hablar, que no todo el mundo es malo ni absolutamente bueno. Mira lo que ha ocurrido ahora. El señor Zelenski está encantado de que esto vaya a más y que Europa siga ayudando a Ucrania, pero va a llegar un momento en que alguien diga que hasta aquí hemos llegado. Y este señor, en el momento que se lo diga Estados Unidos, irá a sentarse donde tiene que sentarse. En una negociación tendrán que ceder unos y otros. Si esto se solucionase, hay muchos factores favorables. La gente quiere vivir y tirar para adelante, las empresas quieren invertir, la gente quiere viajar... Habrá una desaceleración, probablemente algún trimestre de no crecimiento, pero el año que viene no vamos a tener recesión, creo yo, y al año siguiente volveremos a recuperar la senda de un crecimiento por encima del 2%, con lo cual las cosas no irían mal.

Entre sus motivos para presentarse de nuevo, ha puesto el foco en el auge de la extrema derecha y en los riesgos de que Vox llegue al Gobierno de la mano del PP. ¿De qué forma puede intervenir el PRC a invertir esa tendencia?

Ganando las elecciones en Cantabria, que es lo que nos corresponde. Si no lo logramos, no pasa nada porque yo estoy curado de derrotas electorales, pero creo que las podemos ganar. Tengo ese pulso. Yo clavo los resultados en todas las elecciones, y tengo esa sensación. El PRC en las campañas suda la camiseta y tiene mucha estructura en todos los sitios. No tenemos ningún problema para hacer candidaturas en los 102 municipios mañana mismo. No hay ningún pueblito donde no tengamos algún afiliado. Si tuviera la sensación de que no fuéramos a ganar, igualmente me presentaría. Creo que tengo que hacerlo.

¿Se atreve con una proyección a seis meses de las elecciones?

Creo que podemos mantener el voto de las anteriores elecciones. Hay un partido que desaparece, que es Ciudadanos; un partido que va a tener una ligera subida, que es Vox; el PP crecerá un poco, y el PSOE va a estar en los datos que ha venido sacando en los últimos años.

¿Descarta aquí una suma del PP y Vox que lo desaloje del Gobierno?

No, no lo descarto, puede ocurrir. Es difícil, y para eso me presento a las elecciones: para que no ocurra. Si no voy yo a las elecciones, por desgracia, hay una mayoría del PP y Vox en Cantabria casi seguro. Los votos tienen un componente personal enorme en unas elecciones municipales y autonómicas en Cantabria. Hay algunas personas con un tirón enorme, como el alcalde de Málaga, como el alcalde de Vigo... En mi caso, llevo 40 años. Es difícil que un cántabro no se haya cruzado conmigo, o tenga una foto conmigo, incluso. Creo que estoy en todas las casas. Algunos la habrán roto... pero me conoce todo el mundo y saben cómo soy.

¿Y no ha notado una mayor contestación social o crispación tras la gestión de la pandemia?

No. Lo noté en los momentos más complicados de la pandemia, pero de un colectivo concreto, no de la gente. El colectivo de los hosteleros fue muy beligerante conmigo. Entiendo que estaban defendiendo sus negocios, pero yo debía cumplir con la legalidad. No podía tomar medidas sanitarias. Pero eso ya pasó. ¡Fíjate lo que he hecho yo por la hostelería y el turismo de Cantabria, que he puesto a esta región en el mapa! He tenido que aguantar que pidan mi dimisión. No es que me gustase, pero lo entiendo. Querían abrir sus negocios y yo debía respetar las decisiones sanitarias.

Acabamos de salir de una huelga de diez días en la Atención Primaria de Cantabria. ¿La Sanidad puede ser un factor determinante en el debate político durante los próximos meses?

Creo que aquí no porque se está cerrando ahora mismo un acuerdo con todas las partes implicadas. En Cantabria, que dependan de la Sanidad, son unas 10.000 personas. El Sindicato Médico, que convocó la huelga, creo que representa a unas 700 personas. Había reivindicaciones en las que tenían mucha razón, y que vienen de que a partir de 2008, cuando se hicieron tantos recortes en España, nos quedamos sin médicos. En estos tres últimos años no ha habido ojos más que para el coronavirus. En el Hospital de Valdecilla tenemos unas 1.000 plazas y hubo un día en el que 580 pacientes estaban ingresados por COVID. Valdecilla siempre está lleno, pero no para el COVID, sino para una operación de cadera, para mi próstata, para el corazón de otro... Todo eso se tuvo que ir aplazando porque la gente se moría o iba a la UCI. Quedó ahí un remanente de gente que ahora aparece y las listas de espera se desbordan. Estamos en esa fase y el personal sanitario ha estado sometido a una presión enorme. Sin embargo, hemos hecho un esfuerzo en Sanidad tremendo. Tenemos la mejor ratio de España de paciente/médico, paciente/enfermera, retribuciones... Faltan medios, pero tenemos en previsión meter a más de 700 personas. Todo el personal sanitario ha tenido una actitud heroica y queremos que el pacto sea con todos en la mesa sectorial de la Sanidad, donde están todos representados. Eso va a dar una garantía de estabilidad. A diferencia de lo que ha ocurrido en la Comunidad de Madrid, aquí no se ha dejado de atender a nadie. El día que más personas estuvieron en huelga fueron 170. Se ha podido superar la situación perfectamente. Ha sido una huelga que no ha tenido unos efectos importantes sobre los pacientes y creo que hemos atendido las reivindicaciones, sensatas y lógicas, que hacían.

En la recta final de la legislatura toca hacer balance y la oposición lo acusa de no tener ni un solo proyecto importante en marcha esta legislatura. Ni el desarrollo eólico, ni el centro logístico de La Pasiega, ni la investigación en torno al zinc han echado a andar. ¿A qué se debe?

¿El zinc? No hay zinc. Han hecho prospecciones y ha habido un error de cálculo de la empresa tremendo. Tendrá que buscar en otro lado. Han dejado aquí tres o cuatro millones de euros a lo tonto. Es una cosa que no saldrá, pero lo demás... está absolutamente en marcha. En La Pasiega, por ejemplo, hemos conseguido en cuatro años que un suelo rústico de especial protección esté acabándose en estos momentos con las expropiaciones y tenemos 22 millones de euros en la caja para gastar el año que viene. Y el MUPAC ha estado en manos de muchos gobiernos, y ahora está licitado y se adjudica el proyecto en 20 días, con otros 22 millones en la caja. ¿El AVE? Hemos escuchado a José María Aznar o a Mariano Rajoy hablar del AVE, y aquí nadie puso una piedra. Ahora está en marcha. Aquí hablaban del Desfiladero de La Hermida, y si vas a Potes verás que la obra está en marcha. Aquí hablaban de pagar Valdecilla, pero nadie pagada. Ahora, sí. Y todo esto, con una coyuntura como la que hemos tenido estos cuatro años. Lo hemos pasado bien, con presupuestos expansivos cada año, con fondos para hacer todas estas materias. Desde 2015 hasta aquí, el gasto educativo en Cantabria ha subido un 50%. Y desde el día que tomé posesión en esta última legislatura, un 21%. ¡Habiendo menos alumnos! Pero somos la comunidad autónoma que tiene mejor retribuidos a los maestros y que tiene menor ratio alumno/profesor. Este próximo curso se empieza para los niños menores de 6 años el ratio 20/1, es decir, un maestro para cada 20 estudiantes. Con la menor tasa de abandono escolar. Y en Sanidad, lo mismo. Valdecilla es la vanguardia, con la inversión en los protones que estamos haciendo.

Y de cara al Congreso que el PRC tiene este domingo, ¿prepara alguna sorpresa?

Ninguna. Yo soy muy poco dado a cambiar. Lo que funciona, se mantiene.

¿Y eso se aplica también para los socios de Gobierno?

Si ha funcionado bien, hay papeletas para repetir el pacto, claro... Todo eso influye, se valora. Lo importante es el programa. ¿Qué quieren para Cantabria? Nosotros apostamos por lo público y por estos grandes proyectos en los que estamos trabajando juntos. Esas cosas hay que valorarlas. Que se cumplen los compromisos.

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