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Santander, un ayuntamiento subcontratado
El Ayuntamiento de Santander anunció hace unos días las cinco empresas que han presentado sus ofertas para hacerse cargo del servicio público de recogida y transporte de residuos urbanos y limpieza viaria de la ciudad, que tiene un presupuesto anual superior a los 25 millones de euros y un plazo máximo de 10 años. Es decir, la adjudicataria puede garantizarse unos ingresos cercanos a los 250 millones de euros de fondos públicos en la próxima década, el 'megacontrato' más jugoso de los muchos que reparte con bastante entusiasmo el equipo de gobierno que lidera Gema Igual (PP).
Y es que ese anuncio no es un hecho puntual, sino el día a día de Santander. Prácticamente todas las competencias municipales están en manos privadas, subrogadas al mejor postor, con unos servicios públicos cada día más deteriorados y un único criterio a la hora de privatizarlos: el dinero. Más allá de la polémica adjudicación del contrato de basuras, el Ayuntamiento ha tenido problemas con el servicio de parques y jardines, el agua, la teleasistencia, la OLA, la grúa municipal, el mantenimiento de las escaleras mecánicas, la limpieza y seguridad de los colegios y otras dependencias municipales e incluso con la gestión de la Plaza de Toros, por poner algunos ejemplos notorios.
Hay líneas del servicio municipal de autobuses que están privatizadas, las actividades de ocio que se gestionan a través de 'La Noche es Joven' están externalizadas de forma casi perpetua en manos de una única empresa, las ayudas para el mundo de la cultura se dirigen desde hace años a través de la Fundación Santander Creativa, los aparcamientos públicos de pago están en manos de las promotoras que se encargaron de su construcción… La lista es larga y no deja de crecer, como demuestran los datos.
Un 30% del dinero público que tiene disponible cada año Gema Igual y su equipo para ejercer sus competencias en Santander… lo deriva a empresas privadas para que lo gestionen otros
Actualmente, el presupuesto municipal de Santander dedica cerca de 75 millones de euros anuales a pagar diferentes partidas a empresas privadas que gestionan importantes servicios públicos de la ciudad, o lo que es lo mismo, un 30% del dinero público que tiene disponible cada año Gema Igual y su equipo para ejercer sus competencias… lo deriva para que lo gestionen otros. En 2020 eran 54 millones al año, por lo que estas partidas han crecido en más de 20 millones en apenas una legislatura.
Así, es fácil escuchar a la alcaldesa de Santander hablar de los problemas de la ciudad, los que afectan a la vida de los vecinos en su día a día, como una mera observadora externa, como si no fueran con ella, como si no tuviera ninguna responsabilidad. Pero la tiene y no puede ponerse de perfil ni echar la culpa a otros: lleva más de ocho años al frente del Consistorio y privatizar, precarizar y reducir los servicios públicos que son competencia municipal a la mínima expresión ha sido una práctica habitual del PP de la que no puede renegar ahora.
Esta forma de gobernar poniendo en manos de las empresas privadas los servicios públicos que deberían gestionar nuestros representantes políticos nos lleva a tener una especie de Ayuntamiento subcontratado, en el que el legítimo derecho de esas empresas a hacer negocio y ganar dinero solo se puede conseguir de una forma: reduciendo costes. Y todos sabemos cuáles son las consecuencias: peores condiciones laborales para sus trabajadores y peores servicios públicos para los ciudadanos.
El Ayuntamiento de Santander anunció hace unos días las cinco empresas que han presentado sus ofertas para hacerse cargo del servicio público de recogida y transporte de residuos urbanos y limpieza viaria de la ciudad, que tiene un presupuesto anual superior a los 25 millones de euros y un plazo máximo de 10 años. Es decir, la adjudicataria puede garantizarse unos ingresos cercanos a los 250 millones de euros de fondos públicos en la próxima década, el 'megacontrato' más jugoso de los muchos que reparte con bastante entusiasmo el equipo de gobierno que lidera Gema Igual (PP).
Y es que ese anuncio no es un hecho puntual, sino el día a día de Santander. Prácticamente todas las competencias municipales están en manos privadas, subrogadas al mejor postor, con unos servicios públicos cada día más deteriorados y un único criterio a la hora de privatizarlos: el dinero. Más allá de la polémica adjudicación del contrato de basuras, el Ayuntamiento ha tenido problemas con el servicio de parques y jardines, el agua, la teleasistencia, la OLA, la grúa municipal, el mantenimiento de las escaleras mecánicas, la limpieza y seguridad de los colegios y otras dependencias municipales e incluso con la gestión de la Plaza de Toros, por poner algunos ejemplos notorios.