El fiscal avala que el juez Aguirre investigara la trama rusa pese al veto de la Audiencia de Barcelona
Respaldo de la Fiscalía a la maniobra del juez Joaquín Aguirre para investigar la trama rusa pese al veto de la Audiencia de Barcelona. El fiscal anticorrupción ha avalado la apertura de una nueva pieza separada en base a los mismos indicios que había anulado la instancia superior al considerar que la decisión del instructor es “procesalmente posible”.
El juez Aguirre acordó en junio abrir una nueva pieza separada sobre la trama rusa desoyendo la orden de la Audiencia de Barcelona para cerrar la causa o enviarla a juicio. El instructor no hizo ni una cosa ni la otra: siguió investigando el caso, rechazó amnistiarlo y envió a Carles Puigdemont y al resto de investigados al Supremo, lo que provocó que el expresident se querellara contra él (y que el TSJ catalán debe decidir si admite o no trámite).
No se pronuncia por ahora el fiscal sobre uno de las maniobras más polémicas del juez que denunciaron las defensas. Para validar las pruebas que tenía en la pieza separada que la Audiencia de Barcelona había ordenado terminar de instruir, el magistrado firmó un “auto de convalidación” de varios indicios (entre ellos, el clonado de móviles de varios investigados). En su resolución, el magistrado reconoció que la primera entrega de “toda la documentación” del caso a la Policía fue invalidada, pero tomó la misma decisión con el objetivo de “reactivar la investigación”.
En su escrito, el fiscal pide a la Audiencia de Barcelona rechazar los recursos de las defensas contra la apertura de la nueva pieza separada. Argumenta el fiscal Ricardo Sanz-Gadea que la maniobra del juez instructor “no incurriría en fraude de ley” ya que parte de los nuevos imputados (entre ellos, Puigdemont, Artur Mas o dos periodistas) no formaban parte de la anterior investigación, pese a versar sobre los mismos hechos: la supuesta influencia rusa en el procés.
Respalda el fiscal la “cristalización progresiva” que acumuló el juez Aguirre tras estudiar los miles de documentos e informes sobre la injerencia rusa. El juez, indica el fiscal, “valoró todo el material probatorio para incoar una nueva pieza, ampliando los hechos y personas objeto de investigación”.
La Audiencia de Barcelona había vetado al juez seguir indagando en la trama rusa. Una decisión que, reconoció el propio juez el 21 de junio, “abocaba a un sobreseimiento” del caso. El instructor halló entonces una alternativa –que las defensas ven ilegal– consistente en abrir una pieza separada nueva, a partir de otra distinta a la que le habían tumbado, para investigar los mismos hechos que sus superiores le habían impedido investigar. La Audiencia de Barcelona debe decidir ahora si anula esta maniobra.
El instructor llevó a la práctica su plan y volvió a encargar en julio las mismas diligencias a la Policía que había efectuado a lo largo de principios de año, cuando declaró la causa secreta y cambió por tercera vez de Policía Judicial en el caso. El instructor había hallado los primeros documentos sobre la influencia rusa en 2018 en un registro con la UDEF de la Policía Nacional, para después analizar junto a la Guardia Civil los papeles obtenidos hasta que cambió a la Comisaría General de Información de la Policía Nacional, que ya había investigado la trama rusa en la Audiencia Nacional en una causa que quedó archivada.
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