Una oposición “útil” que sirva presentarse como “alternativa” a Salvador Illa y “mantener en tensión” al Govern. Así ha definido el rol que debe jugar Junts esta legislatura el expresident de la Generalitat Carles Puigdemont, que sigue sin cumplir la promesa que hizo antes de las elecciones de abandonar la política en caso de no conseguir la presidencia.
El grupo de Junts en el Parlament celebra este miércoles y jueves unas jornadas de trabajo en Waterloo (Bélgica) para preparar el debate de política general de la próxima semana que abre el curso parlamentario en Catalunya. El debate, el primero de Salvador Illa como president, visibilizará el nuevo papel de Junts como primer partido de la oposición a tres semanas del congreso que la formación celebrará a finales de octubre, al que seguirá el de ERC en noviembre.
En la reunión de este miércoles, Puigdemont ha trasladado a sus diputados que no ejercerá el cargo de jefe de la oposición, cargo reconocido en el reglamento de la Cámara, tal y como ha avanzado 'El Nacional' y ha confirmado la Agència Catalana de Notícies (ACN). Lo que sí que prevé hacer Puigdemont es mantener su acta de diputado a la espera de que el Constitucional resuelva si se le debe aplicar la amnistía que el Supremo le ha negado.
El liderazgo de Puigdemont, a la espera de si lo formaliza a nivel orgánico y opta a la presidencia de Junts, se ha vuelto a demostrar con el viaje de todo el grupo parlamentario a Waterloo (Bèlgica). El hecho de que la reunión no se haya podido celebrar en Catalunya debido a la negativa del Supremo a amnistiarle es una muestra, a juicio del expresident, de que “la normalización de la que algunos hablan es mentira”.
De cara al debate de política general, Puigdemont ha reivindicado que su partido se muestre como “el baluarte de la defensa de la alternativa y la pluralidad del país”. Y ha instado a sus jugadores a pasar a la ofensiva: “Toca salir de los cuarteles de invierno y recorrer el país”.
Más allá de si resulta útil, el discurso de Puigdemont anticipa que la oposición de Junts a Illa será dura. Entre los reproches que el expresident ha dedicado al nuevo Govern ha incluido la habitual crítica a Illa por haber acudido a visitar al rey Felipe VI en sus primeros días de mandato. También ha lamentado el líder de Junts la “influencia” de la entidad contraria a la independencia Societat Civil Catalana en el nuevo Ejecutivo.
Puigdemont ha instado a aprovechar la “fragilidad” y la falta de mayoría absoluta de los Ejecutivos de Illa y de Pedro Sánchez, “En democracia la falta de mayorías obliga al respeto a las minorías, a la alternativa y a la pluralidad”, ha defendido el expresident, que ha afeado a Sánchez que quiera hablar con Junts “a través de intermediarios” como el lobby barcelonés del Círculo de Economía. “Si Sánchez quiere hablar con Junts, que lo haga directamente con Junts”, ha apostillado.
Puigdemont ha pasado por encima del congreso de Junts, aunque en su única mención a la cita la ha definido como una oportunidad para “renovar mensajes, discursos y liderazgos”. No ha aclarado, sin embargo, si él se incluye en ese recambio.
En la campaña electoral del 12-M, Puigdemont aseguró que no ejercería el rol de jefe de la oposición en el Parlament, un cargo que le corresponde ocupar a Junts pero que por ahora está vacante y a la espera de que el expresident decida su papel en la Cámara.
“No me veo en absoluto como jefe de la oposición”, expresó Puigdemont en abril, cuando apuntó a que su intención, si no lograba ser president, sería ceñirse a la “actividad pública” de un expresidente. “Un president de la Generalitat no puede estar en el Senado, ni en un consejo de administración de una empresa”, apostilló.