Sombras sobre la muerte de Mor, el senegalés fallecido en Salou durante una redada de los Mossos
Sus compañeros explican que se llamaba Mor, que tenía 50 años y que llevaba en España cerca de 15. Era un vendedor ambulante de origen senegalés, una de las nacionalidades con mayor implantación en Salou. Según apuntan, tenía permiso de residencia. En la concentración en protesta por su fallecimiento que ha tenido lugar de forma espontánea y ha acabado en disturbios en la mañana del martes, algunos de los manifestantes llevaban su foto. La mayoría culpa a la policía. El relato sobre la muerte de Mor, quien se ha precipitado desde el balcón de su casa después de que los Mossos entraran a registrarla, continúa teniendo más sombras que puntos claros.
Todo comenzó entorno a las 6 de la mañana, cuando varios agentes de los Mossos d'Esquadra irrumpieron en el piso donde residía el senegalés de 50 años, en el tercer piso del número 3 de la plaza Sant Jordi, en Salou. Se trataba de una operación policial por delitos contra la propiedad industrial, que se efectuaba a la vez en tres viviendas de la localidad tarraconense. El Área de Investigación Criminal de Tarragona tenía una orden judicial para entrar a los domicilios, donde esperaban requisar material falsificado.
A partir de aquí, la única versión con la que seguir el hilo de lo ocurrido es la policial. Según ha asegurado en comparecencia ante los medios el intendente de los Mossos d'Esquadra, Xavier Gámez, los agentes han entrado en una de las viviendas al grito de “policía”, cuando el fallecido ha intentado huir por el balcón, ha sobrepasado la barandilla, ha tratado de asirse a un toldo y se ha precipitado al vacío. Gámez ha sostenido que “no tiene constancia” de que el hombre y los agentes hubieran intercambiado palabras, mucho menos que hubieran tenido contacto físico.
Los servicios sanitarios han actuado minutos después alertados por los Mossos, enviando una ambulancia que solo ha podido certificar la muerte del hombre. Los Mossos han arrestado en total a 12 personas en el operativo, aunque no han informado de cuántos de ellos en el apartamento. Pese al requerimiento de Catalunya Plural, la policía autonómica no aclara si los agentes estaban grabando el dispositivo policial en el piso, ni si las grabaciones forman parte del protocolo habitual de los Mossos. En cualquier caso, es una practica frecuente de este cuerpo que difundan imágenes de las entradas en domicilios.
Presión policial contra los manteros
Los senegaleses forman una gran comunidad en Salou, que según cifras oficiales alcanza cerca de los 1.200 miembros. Mawa Ndieyd, perteneciente a la Asociación de Senegaleses en Catalunya, explica la información que algunos de sus compatriotas le han facilitado sobre el caso. Según le indican, en el domicilio del fallecido vivían al menos 5 personas, ninguna con relación familiar con Mor. Sospechan que, en el momento de la entrada de los Mossos, él podría encontrarse rezando, por la hora que era, por estar despierto y por tratarse de la zona del balcón.
La policía ha asegurado que el fallecido era una de las personas que los agentes iban a detener, pero no han explicado la razón. “No tengo constancia de si se dedicaba a algo más que a la venta ambulante”, explica Mawa Ndieyd, “pero sí puedo decir que este tipo de vendedores no suelen fabricar cosas en sus casas. A lo más que suelen llegar es a comprar productos en los chinos a los que les cosen etiquetas, o les ponen marcas. Como mucho, podrían tener almacenados artículos, pero sería muy raro que los produjeran”.
Demba Couta, miembro de la Asociación Cultural Senegalesa de Salou, tampoco se explica la muerte del senegalés. Considera inverosimil la posibilidad de que Mor saltara al vacío. “Llegamos luego y no pudimos verlo, pero nadie se cree la versión de que se tirara queriendo. ¿Para qué iba a saltar?”, se pregunta. Couta además señala el repunte de la presión policial contra los vendedores ambulantes que ocurre cada verano como el origen de los disturbios. “Hay persecución de la policía contra los senegaleses durante todo el año, nos esperan en las estaciones para pedirnos los papeles y registrarnos. Y en verano van contra los del 'top manta'. Muchas veces les quitan lo que llevan, a veces dándoles papel conforme se lo han quitado, pero otras muchas no”, explica, tras lo que remacha: “Saben cómo actúa la policía, por eso los culpan y por eso están tan enfadados”
Incredulidad, acusaciones y protestas
“Han tenido que matar a una persona para acabar con el top manta”. Las declaraciones del hermano de Mor, que ha llegado a media tarde al lugar donde las protestan aún continuaban, eran contundentes. Reflejaban el clima de incredulidad y rabia con el que vive el episodio buena parte de la comunidad senegalesa. Para ellos, la muerte de este martes es el último capítulo de una guerra de la policía contra la venta ambulante y contra ellos mismos.
La comunidad senegalesa ha interpuesto una denuncia contra los Mossos, a quienes no dudan en acusar de ser responsables de la muerte de su compatriota. Tal como recoge el Diari de Tarragona en este corte, algunos de los presentes insistían en que la policía había lanzado a Mor por el balcón. Los manifestantes han cortado el trafico ferroviaro desde las 11h de la mañana hasta pasadas las 21h de la noche, y finalmente han abandonado el lugar. Tras casi 10 horas de protestas, que en momentos se han tornado en fuertes disturbios e intensas cargas policiales, los manifestantes vuelven a casa a la espera de que salgan los detenidos y arrojen luz sobre la muerte de su compañero.
