El Aeropuerto de Castellón cerró 2013 con 3,7 millones de pérdidas

EUROPA PRESS

CASTELLÓN —

El Aeropuerto de Castellón, pendiente de empezar su actividad tras la adjudicación de su gestión a la sociedad canadiense SNC-Lavalin -anunció que recibiría su primer avión antes de finalizar el año-, cerró el ejercicio de 2013 con unas pérdidas de 3,7 millones de euros, lo que supone la mitad de los 7,5 millones de pérdidas de 2012, según las cuentas las cuentas anuales hechas públicas este jueves por la conselleria de Hacienda.

Según revela Europa Press, la mayor parte de estas pérdidas procede de 'otros gastos de explotación', correspondientes a 1,7 millones por servicios exteriores y 217.043 euros por tributos. Además, ésta es la partida que más se reduce, ya que ha pasado de 5 a 1,97 millones. Además, los gastos financieros se sitúan en 1,7 millones frente a los 2,3 de 2012 -la mayoría de ellas (1,5 millones) por empresas del grupo y asociadas-.

Por lo que respecta a los gastos de personal, éstos se redujeron de 330.917 a 303.963, al contar Aerocas con dos personas menos en plantilla respecto a 2012 para tener a tres mandos intermedios y dos administrativos. Además, se recoge que en mayo se resolvió el contrato de alta dirección que vinculaba al director general de la entidad desde junio de 2004 y que durante 2013 su remuneración ascendió a cerca de 29.000 euros, más una indemnización de 14.117 euros por la resolución de su contrato.

Los miembros del órgano de administración no percibieron sueldos, dietas ni remuneración alguna, así como tampoco anticipos ni créditos ni se han contraído obligaciones en materia de pensiones o pago de primas de seguros de vida respecto de antiguos o actuales miembros del Consejo de Administración y personal de alta dirección.

La memoria recoge que los fondos propios, a 31 de diciembre de 2013 se situaban en -42,9 millones frente a los -39,2 del año anterior, con un patrimonio neto de -34 millones, que es inferior a la mitad del capital social. La memoria abreviada de las cuentas indica que, sin embargo, a efectos de la situación de disolución, la existencia del préstamo participativo del socio mayoritario, por importe suficiente, evita que se encuentre en dicha causa de disolución.