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La sanidad privada convierte la Comunitat Valenciana en el territorio con más cesáreas

La Comunitat valenciana es uno de los territorios en los que más se acentúa la brecha entre la sanidad pública y la privada en la proporción de intervenciones quirúrgicas en el parto. Mientras que el centro con mejores datos es un hospital público de Castellón, que roza la recomendación de la Organización Mundial de la Salud del 15% de cesáreas, los porcentajes más elevados de esta práctica se concentran en los hospitales privados de Alicante, que duplican la media de la sanidad pública y triplican lo recomendado por la OMS.

Pese a que los centros privados atienden un 23% de partos, uno de cada cinco, más de la mitad de las mujeres se han visto sometidas a una cesárea. En los centros públicos, este porcentaje baja hasta el 25%. El hospital universitario de La Plana, en Castellón, es el centro público con menor porcentaje de cesáreas: con 16.600 partos atendidos, solo en un 15,7% se ha realizado la cirugía abdominal. Las cifras en este servicio sanitario lo han situado como uno de los centros de referencia para implementar un proyecto de casas de parto, una iniciativa autonómica piloto para mejorar la experiencia de dar a luz con las mujeres, priorizando la participación de las matronas.

En el otro extremo, el templo de las cesáreas se encuentra en el grupo Vithas de Alicante, con dos centros en los que más de la mitad de las mujeres atendidas en partos lo hacen sometiéndose a una intervención quirúrgica. La clínica Vithas del Perpetuo Socorro tiene una tasa de cesáreas del 60,8% respecto al total de partos, la más alta del país, seguida del hospital Medimar, del mismo grupo y en la misma ciudad, que tiene una tasa del 57,7% de cesáreas. Ambos centros han atendido a más de 5.000 nacimientos en el periodo analizado.

En la misma provincia se encuentran los hospitales públicos de Elda, Torrevieja, Elche o el Vinalopó, en los que se roza el 22% de las cesáreas, pese a que atienden entre el doble y el triple de partos que en centros privados -entre 12.000 y 15.000, según el centro-. Los hospitales del grupo IMED en Elche y Benidorm, a pocos kilómetros de estos centros públicos, tienen tasas de cesáreas del 44% y el 46%, pese a haber atendido 2.500 nacimientos cada uno.

En la ciudad de València esta brecha por titularidad vuelve a mostrarse nítidamente. El hospital 9 d'Octubre, también propiedad de Vithas, es uno de los que más nacimientos atiende en toda la Comunitat Valenciana: 45.403 partos entre 2010 y 2020. Este centro, uno de los privados más grandes, tiene una tasa de cesáreas del 48%. A apenas seis kilómetros, en la otra orilla de la ciudad, se encuentra el Hospital La Fe, el centro público de referencia en la comunidad autónoma -por personal, tecnología y tamaño- que en una década ha atendido 52.000 partos, con una tasa del 27% de cesáreas. Este diario aún no ha podido recabar las opiniones del grupo Vithas ni de ningún trabajador. Las fuentes consultadas indican que estos centros privados no cuentan con equipos de UCI prenatal, por lo que descartan que las tasas se deban a que se deriven los partos complicados.

La excepción en la sanidad pública valenciana se encuentra en el hospital de Ontinyent, un centro comarcal que apenas ha atendido 2.500 partos en el periodo analizado, pero en el que un 40% se han realizado por cesárea. La Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública apunta a este diario que trabaja por reducir la proporción de intervenciones quirúrgicas y ajustarse a las recomendaciones. Según Sanidad, hay 644 ginecólogos en el sistema público y 984 enfermeros especialistas es ginecobstetricia.

Las matronas atribuyen esta cuestión a factores culturales, ligados a la falta de recursos del sistema sanitario público. Consideran que en España hay una cultura de “medicalización del parto” y que muchas mujeres se sienten más cómodas o seguras en un centro privado, donde suele estar el ginecólogo en el que ya tienen confianza, desplazando al sistema público. Las clínicas privadas aportan una falsa sensación de seguridad con la monitorización elevada, no siempre necesaria, apuntan desde la asociación Comares. Además, recalcan, la ratio de matronas está muy por debajo de los países europeos, con dos por cada 10.000 habitantes en España, y recuerdan que los centros privados obtienen un beneficio económico derivado de la atención.

Las matronas agrupadas en Comares inciden en la necesidad de más recursos en atención primaria para formar, informar y empoderar a las mujeres que quieran ser madres, aumentar las ratios de personal y adecuar los espacios para que los partos sin complicaciones puedan realizarse como deseen las gestantes.