Confirmada la paz lingüística, aunque con fractura en la secesionista Real Acadèmia de Cultura Valenciana (RACV). La junta general de la RACV ha aprobado este lunes la declaración conjunta con la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) en la que ambas entidades apuestan por “superar los conflictos que han descosido la sociedad valenciana y no han beneficiado en nada el uso social del valenciano”. Con un empate a 17 en la votación, ha sido necesario el voto de calidad del decano Federico Martínez Roda para que la academia contraria a la unidad de la lengua acate a la AVL como autoridad lingüística.
Con un acuerdo sacado adelante por la presencia en la votación de las concejales de cultura Glòria Tello (Compromís) y María Oliver (València en Comú) y del diputado provincial de cultura Xavier Rius (Compromís), una docena de personas se han manifestado a la puerta de la RACV contra el acuerdo al grito de “som valencians, mai catalans”. La declaración conjunta es inédita porque las dos entidades mantiene posturas enfrentadas: la AVL respalda la unidad entre valenciano y catalán, posición avalada científicamente; mientras que la RACV defiende que el valenciano ese un idioma diferenciado, contradiciendo lo determinado por la filología.
En la declaración que se aprobó la semana pasada se apostaba por “propiciar, a través de grupos de trabajo conjuntos, las iniciativas y los mecanismos que posibiliten la cooperación efectiva entre las dos academias en los aspectos que se acuerden”. Aunque remarcaban que las acciones conjuntas que impulsen se realizarán siempre “des del respeto al ordenamiento jurídico valenciano y a los ámbitos competenciales propios de cada institución”.
Si el acuerdo ha fracturado a la entidad secesionista, también ha provocado críticas desde la AVL. El catedrático de Filología Catalana de la Universitat de València, Antoni Ferrando, señaló hace unos días que el acuerdo “pone en plan de igualdad la institución normativa oficial de todos los valencianos y una fundación pública de la provincia de Valencia que combate la normativa lingüística oficial”. Ferrando abogó porque el diálogo con la RACV se enmarcara “en una posición global de diálogo con otras entidades que se ocupan del estudio científico del valenciano, como son las universidades valencianas”.
La posición de Ferrando reveló el malestar que ha creado en sectores académicos la formulación de una declaración cuya pretensión es acercar a la entidad de referencia de quienes sostiene que catalán y valenciano son lenguas diferentes a un consenso que acabe con los recoldos de un enfrentamiento que ha sido superado.