El Museo Reina Sofía acogerá nueve exposiciones temporales para la temporada que abarca desde septiembre de este año hasta junio de 2025, de las cuales cinco, un 55%, son monográficas dedicadas a mujeres. Otra de las muestras recuperará la figura de Néstor Martín-Fernández, simbolista canario esencial para el arte español durante el cambio del siglo XIX al XX, una época y territorio a los cuales el museo prestará principal atención en los próximos años para reordenar las salas y la estructura expositiva del centro. El proceso comenzará este mes con la colocación de esculturas geométricas en espacios exteriores y se extenderá hasta 2028. La intención es exhibir cronológicamente la colección en las cuatro plantas del edificio Sabatini.
“Esta temporada será el de las mujeres artistas, la performance, el cuerpo y el análisis de las aportaciones de las teorías estéticas a España a inicios del siglo XX, además de aportar conocimiento a otras latitudes desconocidas”, refirió este lunes el director del Reina Sofía, Manuel Segade, en el cargo desde junio de 2023. La primera muestra, Soledad Sevilla. Ritmos, tramas, variables, arranca el 25 de este mes y es una de las retrospectivas protagonizadas por creadoras. En ella se recuperarán un centenar de obras de la ganadora del Premio Velázquez 2020, quien basa su pintura en la construcción de formas a partir de módulos geométricos. La exposición se instalará después en el IVAM de Valencia.
La siguiente exposición individual femenina será la de la portuguesa de ascendencia africana Grada Kilomba, titulada Opera to a Black Venus. ¿Qué nos diría mañana el fondo del océano si hoy se vaciara de agua? (desde el 20 de noviembre). Se reunirán una serie de instalaciones en las que la artista “relaciona el mundo ritual africano con los grandes mitos dramáticos de Occidente. Revela los microrracismos que viven en Europa con las actitudes prejuiciosas respecto a la plantación de esclavos del siglo XIX”, adelantó Segade.
Le seguirá la libanesa Huguette Caland con su primera gran retrospectiva, a inaugurarse el 19 de febrero de 2025, que se le otorga en Europa. Cerca de 200 obras, entre pinturas, textiles y collages, conformarán la exposición que atraviesa los grandes problemas migratorios del siglo XX. Emigrada a París y después a Los Ángeles, Caland vive un momento álgido en el mundo del arte, con relevancia en el Pompidou y en el MoMA. “Es importante rescatar una pintura geométrica, de abstracción, como la de Soledad, que sobrepasa lo que hacían sus pares masculinos en esa generación”, justificó el director.
La siguiente parada en la agenda de muestras femeninas será Hello Everyone (26 de febrero de 2025), de Laia Estruch, creadora catalana especializada en el performance, que utiliza acrobacias gimnásticas para crear sonidos. El ciclo de artistas femeninas propuesto, que de alguna manera Segade ya comenzó con la muestra de Eva Lootz en mayo, terminará con Marisa González (21 de mayo de 2025). La bilbaína experimentó con las nuevas tecnologías de comunicación y reproducción de imágenes en los años 70. El director del museo la define como “mujer trascendental del arte español y una de las pioneras del feminismo a principios de los 60”.
Rescate del arte español de inicios del siglo XX
En cuanto al enfoque del arte español, junto a la muestra de Néstor Martín-Fernández de la Torre (7 de mayo de 2025), artista olvidado pero esencial para el cambio de siglo, se celebrarán dos exposiciones colectivas: Esperpento. Arte popular y revolución estética (9 de octubre de 2024) y En el aire conmovido (6 de noviembre de 2024).
Esperpento es una reflexión sobre este término como herramienta crítica de la realidad del siglo XX. Incluirá pinturas y obras audiovisuales, con un marco histórico que abarca desde inicios del siglo XIX hasta la modernidad. Contará con autores españoles como Eugenio Lucas y otros símbolos internacionales como José Clemente Orozco, que será uno de los préstamos importantes que promete el museo. “Vamos a insistir en ese momento crítico de finales del siglo XIX y comienzos del XX, porque es un tiempo que ni El Prado ni el Reina Sofía hemos trabajado del todo”.
Mientras que en En el aire conmovido, cuyo título se inspira en un verso de García Lorca, se reunirán piezas desde Goya hasta otras de arte contemporáneo, para indagar en la dimensión potencialmente transformadora del arte. La temporada finaliza con una retrospectiva del guatemalteco Naufus Ramírez-Figueroa, que entrelaza objetos escultóricos con performances, inspirado en la tradición de los pueblos originarios latinoamericanos y el activismo político en Guatemala.
Salas ordenadas cronológicamente
El otro gran anuncio de este martes fue la nueva distribución y uso de los espacios de los edificios Sabatini y Nouvel, que Segade había anunciado antes pero que detalló por primera vez. “Queremos evitar esa condición laberíntica del museo. Lo que hacemos es que las tres plantas superiores del Sabatini se dediquen a la exposición permanente, y las plantas bajas y los sótanos se dediquen a las temporales. Todo ello para que se pueda atravesar el edificio desde cualquiera de sus entradas y no salir del ascensor con la sensación de estar en medio de algo sin saber de qué se trata”.
El primer cambio de este reordenamiento se verá en marzo del próximo año, cuando la planta cuatro se acomode con obras desde los años 80 hasta el presente. En 2026 se organizará la tercera planta con piezas de los años 40 hasta los 70, y en 2028 se colgarán obras desde finales del siglo XIX en la segunda planta.
También se harán mejoras arquitectónicas en las tres sedes del Reina Sofía: la Central, el Palacio de Velázquez y el Palacio de Cristal, con intervenciones en la fachada, en el caso del primero. Se invertirá un aproximado de 10,5 millones de euros en total. Del mismo modo, se anunció un cambio en el organigrama que desecha la estructura vertical anterior para proponer una horizontal con nuevos altos cargos.
Este ha sido el primer plan que presentó Manuel Segade desde que asumió el cargo, después de que Manuel Borja-Villel abandonara el puesto tras 15 años. El coruñés de 46 años venía de dirigir el Centro de Arte Dos de Mayo durante más de 10 años. Como uno de sus principales objetivos, se ha propuesto mostrar más del fondo de 25.000 piezas, de las cuales, según afirma, solo se exhibe el 5%.