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Lo mejor y lo peor que se ha escuchado hasta ahora sobre el caso Weinstein

Tras años de silencios cómplices y rumores ignorados, Hollywood ha hablado. La trama de violaciones y acoso sexual en torno a Harvey Weinstein ha comenzado a extender sus tentáculos hacia todo aquel que haya colaborado alguna vez con su productora, y eso incluye a la mayoría de los actores y directores mejor pagados del planeta.

La primera semana, pocos se atrevieron a alzar la voz en público. Cualquier paso en falso podía ser sinónimo de conchabanza. Pero ahora, dos semanas después y con los editoriales de los medios y la opinión mundial en la bancada de las víctimas, es aún más peligroso no pronunciarse. Así lo ha demostrado la sucesión de comunicados, tuits y entrevistas en las que muy pocos se han permitido el lujo de eludir el tema.

Hay quienes han manifestado compasión por Weinstein y los que no han dudado en hacer extensible su crítica a la cúpula machista de Hollywood. Aún así, las actrices que vivieron ajenas a esos abusos, y que ahora los condenan en público, han sido las peores paradas. No solo Meryl Streep: todas y cada una de las que trabajaron con Weinstein han sido llevadas al paredón. Muchas más que sus homólogos masculinos.

Ahora que la burbuja de silencio ha estallado, algunas advierten de que solo es el comienzo mientras que otros tiemblan por lo que se les viene encima. Dos caras de una misma moneda que quedan retratadas en los siguientes testimonios: una lista de lo más valiente y lo más inverosímil que hemos escuchado hasta ahora sobre el caso Weinstein.

Lo mejor

La actriz británica y ganadora del Oscar, Emma Thompson, ha sido una de las más contundentes sobre Harvey Weinstein. Le describió como “la punta del iceberg”, enfatizando en que hay muchos acosadores en la industria amparados por “una conspiración del silencio”. “¿Solo cuenta si se lo han hecho a montones y montones de mujeres, o vale con que se lo hagan a una sola y una única vez? Creo que lo segundo”.

Jessica Chastain no necesitó una llamada de su manager para condenar los abusos rápidamente en su Twitter. De hecho, en lugar de escudarse en la incredulidad, ella admitió que fue advertida desde el primer momento de la fama de Weinstein. “Las historias [de acoso] estaban en todas partes. Negarlo es crear un ambiente para que vuelva a ocurrir”, escribió en la red social.

También fue la primera en denunciar que los medios de comunicación exigiesen un testimonio solo a las actrices. “¿Qué pasa con los hombres? Quizá teman ver su propio comportamiento reflejado”.

Kate Winslet se negó a agradecer su Oscar por El lector a Harvey Weinstein en 2009. Era una obligación no escrita que rechazó por su comportamiento en el rodaje. “No tiene nada que ver con acoso sexual, por suerte para mí. De alguna forma esquivé esa bala”, dijo hace poco.

En la línea de Chastain, la actriz reconoce que conocía las historias de acoso, que las ignoró “esperando que fuesen rumores” y que ahora le indigna su propia actitud: “Quizá hemos sido todos unos ingenuos”.

Mark Ruffalo fue el único de los 25 actores mejor pagados de Hollywood que accedió a dar su opinión cuando el escándalo salió a la luz. En una entrevista con Channel 4, aplaudió tanto la valentía de las mujeres que han hablado como a quienes en su día tuvieron que callar. “Estamos viendo cómo somos y cómo funcionan las cosas de verdad. Y es el momento de tomar una decisión sensata al respecto”.

La mejor forma de conocer la posición de Lena Dunham sobre los abusos de Weinstein es leer su carta abierta en The New York Times. Ahí entona el mea culpa por haber desoído los rumores y dispara contra quienes siguen trabajando con Woody Allen o Polansky y perpetuando la falta de credibilidad de las víctimas. Algo parecido a lo que hizo en un episodio de su serie Girls, donde mostró el acoso sexual como nunca antes en la televisión.

La actriz de Embrujadas es la mujer que ha llevado la campaña más brutal en contra de su presunto violador, Harvey Weinstein, desde la publicación del Times. Tampoco tembló al acusar a Ben Affleck de silenciar los actos criminales del productor.

Rose McGowan es una de las 30 mujeres que revelaron su testimonio al periódico y asegura que, en su día, recibió amenazas tras la agresión. “Me pusieron en la lista negra solo por comentarlo internamente”.

Christian Slater ha trabajado en tres películas con Harvey Weinstein y, aun así, fue de los primeros hombres en publicar “algunos pensamientos” por Twitter. El actor fue especialmente crítico con el género masculino “que vive sin desafiar sus ideas distorsionadas del bien y el mal”. El protagonista de Mr. Robot lanzó también una petición de compromiso “a utilizar nuestro privilegio como plataforma”.

La protagonista de Westworld también llevo hace unos meses a primera plana su historia de violencia machista. Ahora, para dar su opinión sobre Weinstein, Evan Rachel Wood ha publicado un vídeo en YouTube donde desgrana en dos minutos cómo es sentirse violada e inferior al atacante. “Porque ir contra la persona que te agredió tiene sus consecuencias. Es algo terrorífico por lo que pasar”.

Lo peor

Woody Allen espera que el caso Weinstein no lleve a “un ambiente de caza de brujas, donde por guiñar el ojo a una mujer en la oficina tengas que llamar de repente a un abogado”, dijo en unas polémicas declaraciones. El cineasta también ha sido acusado por su hija adoptiva, Dylan Farrow, de abusos sexuales cuando ella tenía siete años, aunque siempre ha negado los hechos.

Mientras que Allen reservó algunas palabras para las víctimas, Oliver Stone se mantuvo férreo en su defensa a Weinstein. “Creo que un hombre no debería ser condenado por un sistema de justicieros. Y no es fácil por lo que está pasando tampoco”, afirmó el director de Platoon y Snowden, tachando de “chismorreos” los testimonios de docenas de mujeres.

Poco después, la actriz Patricia Arquette reveló que tuvo hace años un “encuentro raro” con Stone, en el que le propuso un papel de contenido “muy sexual”.

La diseñadora de moda, y buena amiga de la mujer de Harvey Weinstein, no dudó en hacer responsables a las víctimas por “ir pidiéndolo”. Donna Karan recomendó hacer autocrítica y no ir por delante “con toda la sexualidad y sensualidad”. “Usted mira hoy en todo el mundo cómo se visten las mujeres y lo que están pidiendo con solo presentarse de la manera en que lo hacen. ¿Qué están pidiendo? Problemas”, añadió para retractarse después.

El director y guionista Paul Schrader lanzó una crítica a Weinstein en su Facebook, pero no por violador, sino por pésimo montador de películas. “Por supuesto que sabía que era un gánster sexual, pero no es eso lo que más me ofendía de él”, dijo para seguidamente introducir una pataleta sobre la edición de su película The Canyons.

La actriz de Blossom y The Big Bang Theory quiso lanzar una luz de feminismo sobre el caso Weinstein y terminó consiguiendo lo contrario. El artículo de Mayim Bialik en The New York Times es una sucesión de críticas condescendientes hacia la actitud de las mujeres en Hollywood.

“Es mejor reservar la sexualidad para nuestra vida privada. Visto con modestia. No flirteo con hombres como norma”, escribió Bialik, en contra de “las jovencitas con ojos de conejita y labios carnosos”.

La que fuera niña prodigio de Hollywood, Lindsay Lohan, colgó un vídeo en Instagram en el que declaraba que “no es justo lo que está pasando. He trabajado con él y nunca he vivido una situación semejante. Creo que la gente debe parar, esto está mal”. No solo eso, sino que después embistió contra la esposa de Weinstein, Georgina Chapman, por solicitar el divorcio: “Tendría que apoyarlo”.

Matt Damon, acusado junto a Ben Affleck de amenazar a una periodista que pretendía publicar los escándalos sexuales de Weinstein en 2003, ha hablado contra él. Eso sí, usando el manido argumento de que los hombres deberían ser cuidadosos con las mujeres por respeto a sus “hermanas, hijas y madres”. “Como padre de cuatro hijas, este comportamiento depredador es el que me mantiene insomne”.

Por último, las esperadas declaraciones del presidente de Estados Unidos sobre el tema no han decepcionado. Donald Trump, lejos de condenar los abusos, se ha mostrado impertérrito y breve: “Conozco a Harvey desde hace muchos años. No estoy para nada sorprendido”, dijo a los reporteros en la Casa Blanca.

Aunque puede que el hombre que se jactó de “agarrar coñitos”, y que continúa siendo la persona más poderosa del planeta, no sea el mejor ejemplo para dar lecciones de respeto e igualdad.