El drama de conseguir entradas para Taylor Swift: “Va a romper amistades”
“Un amigo dice que somos una secta y lleva razón. Desde fuera se nos tiene que ver como grillados”. Los fans de Taylor Swift llevan desde el pasado 20 de junio, en el que la cantante anunció su gira por Europa prevista para 2024, viviendo en una partida de 'tetris' continua, y dramática. The Eras Tour tendrá una única parada en España, el 30 de mayo en Madrid, pero pocos han estado dispuestos a arriesgarse a que esta fuera su única baza para lograr entradas. Por ello, la venta en otras ciudades como Lisboa, Ámsterdam, Varsovia y Viena, han sido igualmente vividas como batallas del Risk que este jueves ha culminado con la gesta emplazada en España.
“Empiezan los 'Juegos del hambre'” se ha empezado a leer en Twitter desde las 13:30. Hora a la que se podía acceder a la cola de la adjudicación de tickets para el que será el regreso de la cantante a la capital desde 2011. Una cita que acogerá el nuevo estadio Santiago Bernabéu, cuyo aforo supera las 80.000 localidades.
Para aspirar a obtener entradas, las personas que quisieran acudir a los shows de la intérprete de hits como Anti-Hero y Cruel Summer, debían registrarse antes de su salida a venta. El plazo de inscripción se abrió desde el mismo día del anuncio, y permaneció disponible hasta el pasado 22 de junio a las 23:59h. Los fans podían registrarse en tantas ciudades como quisieran para asegurarse el acceso preferente en la posterior compra, sabiendo que el mero hecho de inscribirse tampoco aseguraría obtener el código exclusivo que lo haría posible: existía la opción de quedarse igualmente en lista de espera.
“Para que me tocase Madrid pedí que se registraran amigos, compañeros de trabajo y familiares. De hecho, el que finalmente conseguí fue por mi sobrino”, cuenta Dani, que ha llegado al día decisivo de venta de boletos en la capital con ya tickets comprados para el 9 de agosto en Viena. Él tuvo relativa suerte, pues obtuvo también códigos para Ámsterdam, Múnich, Estocolmo, Varsovia, Dublín y Lyon. Otras como Juana, que se inscribió en hasta cinco ciudades, se quedó fuera de todas, pero se lo tomó con cierta filosofía: “Pensé que ahí se acababa mi historia. Eso que me ahorro. Ya veré el concierto cuando lo saquen en Netflix”.
Superada la primera criba y agonía de hacerse con el código, llegaba el momento de la verdad: conseguir las entradas una vez llegara la fecha señalada –que ha diferido según la ciudad–. Claro que, había que haber realizado el casting de amigos, calendario mediante, con el que apostar por acudir al espectáculo.
“El agobio empezó desde que se anunciaron los conciertos, porque ibas a haciendo tu plan, sabiendo que habría gente que quería ir a pista, otros a grada...”, comenta Fernando, que reconoce a este periódico que, vista la “locura” que está suponiendo poder ir a ver a la cantante en directo: “Creo que a veces lo peor de mi vida es ser fan de Taylor Swift”. En su caso tenía que organizarse con su pareja, madre, hermana y cuñado; además de varios amigos, por distintos puntos del mapa europeo. “Ha sido un encaje de bolillos sobre la marcha”, añade.
Las entradas de los shows de Taylor Swift son nominativas y con cada código se pueden comprar únicamente cuatro. Una estrategia con la que desde Ticketmaster, compañía encargada de su distribución, buscan hacer frente a la reventa. La normativa indica que el apellido del comprador que obtenga más de una entrada aparecerá en cada una del pedido; de tal forma que este deberá estar presente para que al grupo entero se le permita el acceso al recinto, y todos deberán entrar a la vez.
“Taylor va a romper amistades”, llega a asegurar Dani sobre la artista, cuya primera intención era ir con otros siete amigos –ocho en total– a verla en Madrid, o incluso Lisboa. Visto lo complejo que estaba siendo que, pese a contar con dos códigos, lograran ocho entradas, plantearon la opción de hacer una escapada a Portugal. Ahora bien, ¿y si solo conseguían cuatro entradas? Ración doble de conflicto.
“He visto divorcios menos dramáticos”, declara Adriano a elDiario.es, que ha asistido al “enfado” dentro de su grupo de amigos. “Es muy complicado sacar entradas para mucha gente, que en nuestro caso es lo normal porque solemos ir varios a los conciertos. Ver cómo repartirnos es un horror”, indica. Carla, que se ha visto en una situación parecida, revela que en las discusiones entre su pandilla se han llegado a hacer una competición por ver quién era más fan de Taylor y, por tanto, merecía tener prioridad: “Una amiga preguntó en voz alta que cada una dijéramos en alto, y a traición, diez canciones de Taylor como si estuviéramos en un examen de selectividad”.
Recorrer Europa para ver a Taylor, no apto para todos los bolsillos
El intento de acceder a la venta de entradas al mayor número de ciudades posibles para asegurarse poder ver a Taylor era, a priori, una opción no apta para todos los bolsillos. Fernando ha llegado a la venta de Madrid con tickets para Lisboa, Adriano para Ámsterdam, Dani para Viena, Paula para Londres y Juan para Varsovia. El último compró los boletos con una amiga a raíz de un proceso que define que fue “bastante bien hasta que ella entró en pánico al ir a pagar. Justo cuando lo hicimos, la web se cayó”.
Ellos han pagado 150 euros por los tickets. Dani pagó 178 euros para acceder al front stage [espacio frontal] de la capital de Austria, Fernando 68 en la grada más lejana de la ubicación portuguesa, Paula 150 para la misma de Londres y Adriano 200 en la parte más adelantada de la pista de la opción de Países Bajos. Gastos a los que posteriormente habrá que sumar el precio del alojamiento y el transporte.
“Nosotros queríamos Madrid pero claro, era una de las últimas fechas que se podían comprar. ¿Qué hacíamos, arriesgarnos y eliminar oportunidades apostando todo a España? Optamos porque no. Compramos para todas y luego las revendemos aunque sea a precio de coste. Después vimos que esto no iba a ser posible. Así que lo que consiguiéramos, conseguido estaría y ya está”, explica Fernando. Lo que sí es transferible es el código de compra.
La mayoría de los fans consultados para este artículo afirma que, independientemente de si la operación 'conseguir entradas en Madrid' fuera o no un éxito, acudirán igualmente a los shows fuera de España. Adriano tenía algo más de suerte en este sentido, ya que sus dos entradas para Ámsterdam las compró una amiga. De tal forma que, si hubiera logrado también las de la capital, podría haber dejado su hueco a otros dos fans que se hubieran quedado fuera. “Es mucho dinero y no estoy montado en el dólar”, justifica.
Los chats de WhatsApp entre amigos han ardido cada día de venta de tickets de los espectáculos de Taylor en Europa, pero las redes también. Twitter ha comenzado a llenarse este jueves desde las 13:30h de mensajes de los fans implorando que no se cayera la web y que pudieran culminar la convertida en gesta. “Por favor, nunca salgo de mi casa para nada. Vida, dame suerte con este suceso. Lo necesito”, ha publicado una seguidora.
Esta misma semana, el martes se tornó en día dramático para quienes tenían código para París, donde la cantante actuará hasta en cuatro ocasiones, entre el 9 y el 12 de mayo de 2024; así como Lyon, cuyo turno será los días 2 y 3 de junio. Desde Ticketmaster Francia se tomó la decisión de pausar ambos procesos, que son los que todavía no se han reagendado. En el momento indicaron en redes sociales que había “un problema con un proveedor externo que está trabajando por resolverlo lo antes posible”.
No es la primera vez que sucedía algo así en The Eras Tour, ya que el pasado mes de noviembre Estados Unidos se sometió a la misma batalla por las entradas de la cantante. Ticketmaster se vio obligada a cancelar la venta después de que los 3,5 millones de peticiones colapsaran el portal de ventas digital.
“Ya estás en la cola”
La venta de entradas de Madrid ha sido un día después de la de Lisboa. “Fue un caos. No sé si es que fui muy lento o qué, pero no entré hasta hora y media después. Pensé que no lo conseguiría. El problema es que viendo este panorama, con fechas que han ido tan mal, te mina la moral y piensas que no va a haber manera de conseguir esas entradas”, reconoce Fernando.
Siendo ya un experto en la materia, tenía claro cuál iba a ser el modus operandi a seguir para Madrid que, en general, han repetido el conjunto al completo de fans. “Te tienes que meter con tu cuenta de correo y la de Ticketmaster abierta para que no dé errores. Por eso no puedes estar pidiéndole a 28.000 personas que se metan por ti. Mi novio se mete con su ordenador y el móvil, y yo igual, para ver en qué dispositivo te sale que estás en lo más alto de la cola”, expone. 45.048 ha sido el puesto en la lista de espera que ha logrado este jueves en la cola de Madrid.
“Todos los dispositivos conectados. Estoy temblando”, ha reconocido Dani, ya desde la cola, minutos antes de las 14:00. Finalmente se han colado en el puesto 25.000, que ha provocado que haya pronunciado en voz alta: “Quiero morir”. Todo ello sin, todavía, conocer los precios a abonar, que han ascendido a 226,50 euros para los espacios frontales (izquierda y derecha),170 euros en las entradas de 'pista general' y entre 85 y 221 euros los asientos reservados. En el caso de los paquetes VIP, han costado entre 282 y 589 euros.
Media hora después, Dani ha alcanzado el puesto 8.500. Otros quince minutos después ha descendido hasta el 2.900, pero el contador ha dejado de bajar. “Creo que se debe de haber terminado. Tiene toda la pinta”, ha lamentado inmediatamente. Tres minutos más tarde, se ha vuelto a activar, elevando para entonces los niveles de tensión a lo más alto: “Yo ya no puedo más con la vida”.
Poco a poco las redes se han ido llenando de mensajes de victoria, con fans hasta compartiendo vídeos de cómo han celebrado el momento en el que les han sido confirmadas las entradas. “¡Aleluya!”, ha clamado otro. “He sobrevivido a la 'Gran Guerra'”, ha publicado otra. Aunque no todos. Una hora después, a las 15:00, todas las entradas a excepción de las VIP se han agotado. “400 euros... Chao”, ha afirmado Dani. “Algunos de mis amigos están destruidos. Creo que mañana intentaremos Dublín por si acaso”, ha avanzado este fan que, aun así, tiene asegurado su periplo a Viena para ver a Swift en agosto.
Fernando, que había empezado más de 20.000 posiciones por detrás de él, también ha acabado optando únicamente a las VIP: “Eran nuestra única esperanza, pero es que eran más de 380 euros. Ni fuese a ningún otro concierto la compraba, pero al final ya tenía entradas para otros dos. Había que poner el límite en algún sitio”. O quizás no tanto: “Bueno, me queda el código de Lyon. No descarto probar suerte y ver si consigo ahí”.
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