Las elecciones en la SGAE, en vilo por la situación de guerra total

La guerra en la SGAE es total una vez más. Y solo a veinte días de que se celebren las elecciones -26 de octubre- para elegir a la nueva Junta Directiva. Este miércoles, varios candidatos como Álvaro Urquijo, Kiko Veneno, Jota de Los Planetas, Noni de Lori Meyers, Patacho Recio, Amaro Ferreiro, Bernardo Fuster, Consuelo Díez, Francisco Nixon y Jorge Ilegales, entre otros, retiraron sus candidaturas y anunciaron que no aceptarían los resultados.

Y es más, enviaron un correo invitando a los socios a que no votaran. Llamada al boicot y con la intención de “retirar nuestros repertorios de la entidad de gestión si al 31 de diciembre no se han solucionado los problemas”. Así lo ha manifestado el músico Patacho Recio, quien fuera uno de los fundadores del grupo Glutameto Ye-Ye, durante un encuentro en el que estuvo presente eldiario.es. En el horizonte ya otean que puedan formar una nueva entidad que proteja sus derechos de autor.

La campaña electoral que dio comienzo este jueves casi de la única forma en la que es posible en la SGAE, a trompicones y con polémica, ha abierto en canal a la entidad con disyuntivas que ya se percibían desde la última asamblea celebrada el pasado mes de junio en la que la mayoría de los socios dijeron ‘no’ a la gestión del hasta ahora presidente José Miguel Sastrón y a la reforma de los estatutos que él había puesto en marcha.

Comenzó así un camino hacia nuevas elecciones que llevó a que se presentaran 104 candidaturas. De lo más sonadas. Desde los artistas que ahora han renunciado hasta la de la figura de Teddy Bautista, que todavía está a la espera de juicio por el caso SAGA. Están llamados a las urnas 18.970 socios (son los que tienen derecho a voto), si bien los porcentajes de participación suelen ser muy bajos. En las últimas elecciones de 2015 apenas votaron 2.854 socios.

A vueltas con el voto electrónico

La renuncia de estos artistas, a los que también se han sumado, según ha asegurado Patacho, “siete del Pequeño Derecho (compositores y letristas), tres de Gran Derecho (artes escénicas y música sinfónica), uno de audiovisual y nueve editores musicales” se debe a que finalmente no se podrá ejercer el voto electrónico, tal y como habían solicitado. Todo un golpe de mano.

Mientras, desde la SGAE Sastrón ha sostenido en la rueda de prensa de presentación de la campaña electoral que ahora mismo no está en los reglamentos para poder votar y que “no hay ninguna obligación legal para ejercer este voto”. Como ha añadido Carlos López, los artistas indican que la Directiva Europea de gestión colectiva de los derechos autor sí permite las comunicaciones vía electrónica. Y, además, tienen de su lado al Ministerio de Cultura.

Porque la cuestión del voto electrónico ha inflamado un asunto cuya patología se vislumbra mucho más grave. Estos artistas también tienen muy en cuenta el apercibimiento que Cultura hizo a la SGAE a finales de septiembre por la ausencia de este voto electrónico, por no haber modificado su sistema de reparto y porque la entidad no haya reformado aún sus estatutos y lograr más transparencia. El Ministerio dio un plazo para que la entidad ejerza estos cambios en tres meses o si no podría intervenirla, como ya manifestó el ministro José Guirao en agosto. Y ese es el plazo que se dan los artistas para lo que parece una guerra total.

“Yo quiero una SGAE que funcione bien. Esto no es una guerra entre bandas. Pero es que la SGAE no hace bien sus funciones que son las de recaudar y repartir”, ha afirmado Álvaro Urquijo, de los Secretos.

“Picaresca censurable”

De momento, la batalla ha comenzado en este proceso electoral. Los artistas renunciantes, que esperan que haya muchos más “y se produzca un efecto dominó” -hasta el 26 de octubre se pueden retirar las candidaturas- enviaron un correo a los socios para que se abstuvieran del voto. Un acto que ha soliviantado al presidente saliente.

“Es de una picaresca censurable. Los candidatos pueden comunicarse para enviar emails a los que son de su grupo (pequeño derecho, gran derecho etc), pero que se hayan presentado para obtener esta herramienta de comunicación y luego renunciar… No han actuado ni con lealtad ni con ética”, ha señalado Sastrón visiblemente molesto, que sin embargo insistió en que esta práctica no se iba a denunciar. “No digo que haya sido una ilegalidad, pero sí una grave falta de ética”, ha añadido.

Los artistas que han renunciado no lo ven desde el mismo modo. Según ellos, este jueves comenzaba la campaña electoral y era la fecha para comunicárselo a los socios. “La ley nos permite comunicarnos con los socios. Nosotros no buscamos recovecos”, ha insistido Patacho.

Pero las consecuencias sí pueden ser graves, puesto que, ¿qué ocurriría si al final no hay suficientes candidaturas para los 39 puestos de la Junta Directiva? De hecho, ya se han retirado 9 candidatos de los 13 que hay para cubrir las ocho plazas del colegio de editores musicales. Sastrón se ha mostrado tranquilo en este aspecto y ha asegurado este jueves que, de momento, “tenemos candidatos de sobra”.

El Ministerio se mantiene a la espera

En relación a la posición de Cultura, los artistas comentaron que habían comunicado al Ministerio sus últimos movimientos. “Sabemos que para ellos es una patata caliente. Yo creo que la mejor solución que tenemos es que finalmente la SGAE sea intervenida”, ha incidido Patacho. Desde Cultura lo único que han señalado a eldiario.es es que de momento hay un apercibimiento que da un periodo de tres meses y todavía no se han cumplido. Se pretenden respetar los plazos y tiempos.

Estos músicos reconocen que la perspectiva, si finalmente hubiera una intervención, las elecciones fueran anuladas por falta de candidatos o cualquier otro inciso, sería conformar una nueva entidad de gestión, ahora que además, por ley, ya es posible que se abra la competencia en este sentido. “Yo creo que el Ministerio nos va a ayudar por el tema del voto electrónico, y si no vamos a ver otras ofertas. Hay gente a la que le da pena que la SGAE desaparezca, pero hay mucha gente joven que ha visto siempre la SGAE en crisis y no tendría problemas en coger sus derechos y llevarlos a otra entidad”, ha zanjado Amaro Ferreiro.