La portada de mañana
Acceder
Lobato evita la humillación en el congreso del PSOE y allana el camino para Óscar López
Crónica - València, año cero: un retrato tras la hecatombe
Opinión - El bucle de la M-30. Por Neus Tomàs

Marion Cotillard, una Juana de Arco en vaqueros: “Hay lugares que viven en una especie de Edad Media”

Quedan dos estrenos para que el Teatro Real finalice su temporada y lo han querido hacer por todo lo alto. El más ambicioso de estos mezcla dos óperas distintas, incluye la música de Debussy y la protagoniza una estrella internacional: Marion Cotillard. La actriz francesa ha dado una rueda de prensa en Madrid para presentar Juana de Arco en la hoguera, una obra que tendrá ocho funciones entre los días 7 y 17 de junio en la capital.

La pieza dirigida por el catalán Àlex Ollé une la cantata La doncella bienaventurada, de Debussy, con el libreto de Dante Gabriel Rossetti sobre la guerrera francesa del siglo XV. “Ambas protagonistas están en transición entre el cuerpo y el alma”, ha dicho Ollé. “Queríamos una Juana de Arco con quien el público pueda sentirse representado y por eso Marion va vestida con un vaquero y una camiseta. Es una chica normal en un escenario de deshumanización y barbarie”, ha revelado el director de escena de esta coproducción entre el Teatro Real y la Ópera de Frankfurt.

Cotillard solo se ha subido a las tablas en su vida para interpretar a Juana de Arco, y esta la segunda vez que lo hace. “La primera vez fue en 2005, en el teatro de Orleans. Mi madre –la actriz Niseema Theillaud– la había interpretado hasta entonces y le pidió al director de orquesta que yo tomara el relevo. Es un papel que aparece una vez en la vida”, ha dicho la actriz, aunque a sus 46 años ha aparecido en tres ocasiones. La anterior, en 2016, tuvo que rechazarla por estar embarazada.

“Para mí es alguien que seguía su instinto, tenía una convicción muy fuerte y una fe profunda, y eso le daba una fuerza inconmensurable”, ha contado la intérprete, que hace unos días estaba en Cannes presentando su nueva película Frère et soeur. “Se hizo hueco en un momento de guerra y en una época en la que las mujeres no tenían espacio en el mundo. Luego fue acusada de brujería porque se vestía como un hombre y condenada a muerte de forma injusta”, ha destacado.

Cotillard hizo los deberes en 2005, cuando se enfrentó por primera vez al papel de la mujer que dirigió un ejército y liberó Orleans en el siglo XV. Investigó, leyó y conectó de una forma “visceral” con ella. “Se quitó las cadenas y salió a hacer lo que quería hacer por encima de las reglas de la época”, ha subrayado la actriz, que la define como un ejemplo a seguir “para mujeres y para hombres”.

“Tenía una gran ética e intención de luchar contra el mal, que en aquel momento lo representaban los ingleses”, ha añadido el director, Àlex Ollé.

Los artífices de la obra la sitúan en un “futuro atemporal”, aunque también dicen que es “rabiosamente actual” al tratar aspectos positivos y negativos de la condición humana. “Ahora mismo hay lugares en el mundo que viven en una especie de Edad Media”, ha declarado Cotillard. “Lo que está claro es que el mundo debe evolucionar, porque la condición del ser humano es desastrosa en muchos sitios y para las mujeres en específico”, ha añadido.

Juana de Arco fue acusada de brujería porque se vestía como un hombre y condenada a muerte de forma injusta

La francesa nunca ha tenido problema en posicionarse políticamente: se ha enfrentado al presidente Macron por su pasividad ante el cambio climático, ha criticado el impulso de la extrema derecha en Francia y ha defendido intensamente el movimiento Me Too. “La subordinación de la mujer es insostenible. Nunca se pudo soportar, pero con el MeToo ya ni se mantiene”, declaró al recoger su premio honorífico en el Festival de San Sebastián el pasado septiembre. Tampoco ha esquivado ahora las dudas sobre la apropiación del Frente Nacional de Juana de Arco y su opinión al respecto.

Juana de Arco, símbolo de todo

El director artístico del Teatro Real, Joan Matabosch, ha reconocido que “todos los colores políticos han hecho suya a Juana de Arco en un momento dado”. Desde símbolo del “nacionalismo” hasta del feminismo o la Unión Europea. Sin embargo, esta apropiación alcanza límites controvertidos en el caso de Francia.

La derecha francesa le ha otorgado la imagen de la “madre de la patria francesa” y símbolo de la “lucha contra la invasión extranjera”. El antiguo Frente Nacional (ahora Rassemblement National), el partido de Marine Le Pen, ha reivindicado su figura desde un punto de vista religioso, militar y antinmigración. “Yo lo encuentro perturbador, ­inaguantable”, reconoció Marion Cotillard en una entrevista reciente con motivo de su interpretación de la guerrera.

La parte musical de Juana de Arco en la hoguera corre a cargo del director Juanjo Mena, que la ha descrito como “una obra global muy compleja de gestionar” que mezcla danzas barrocas, antífonas gregorianas, cantos populares, ritmos de jazz y ondas martenot. “Es algo maravilloso adaptarse así a un director de orquesta”, ha agradecido Cotillard, que a pesar de no tener conocimiento de solfeo ha sido descrita como “un miembro más del coro”.

“La música es muy importante para mí, es un apoyo en mi trabajo como actriz. Hace surgir emociones muy profundas. Si quitas la música de una película, quitas la emoción”, ha concedido. Cotillard califica la elección de este proyecto por encima de otros más comerciales e internacionales simplemente como “algo que quería hacer”. Aunque ha paseado junto a los directores Cristopher Nolan, Woody Allen, Tim Burton o Robert Zemeckis por las mejores alfombras rojas del planeta, Cotillard nunca ha parado de investigar. Juana de Arco forma parte de su carrera tanto como el Oscar por La vie en rose, Origen o el cine independiente francés.