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Mitsotakis: el regreso de las élites familiares y las biblias al poder político en Grecia

Andrés Gil

Enviado especial de Atenas —

Este domingo no sólo ha ganado la derecha en Grecia. No sólo ha recuperado el poder una de las familias políticas que ha dominado el país desde que acabó la Segunda Guerra Mundial. No sólo ha vencido Nueva Democracia a Alexis Tsipras, un primer ministro con el que no se contaba en el eje cronológico trazado en Grecia desde el final de la Dictadura de los Coroneles –1967-1974–. Este domingo ha vuelto a poder la familia política de Andonis Samaras, Jean-Claude Juncker, Angela Merkel, Pablo Casado y Ursula von der Leyen. Pero también ha vuelto el clan Mitsotakis y, con él las biblias.

Alexis Tsipras fue el primer gobernante griego que no juró el cargo con una biblia. Y se ha demostrado un accidente en la historia, toda vez que Kyriakos Mitsotakis (51 años) ha jurado el cargo este lunes con la mano en la biblia y ante el arzobispo de Atenas, Jerónimo II, y varios representantes de la iglesia ortodoxa.

“Juro en el nombre de la santísima e indivisible Trinidad respetar la Constitución y las leyes”, ha dicho Mitsotakis ante el presidente del país, Prokopis Pavlópulos, su esposa y tres hijos.

La hermana del ya primer ministro no ha estado en esa ceremonia. Se llama Dora Bakoyannis y fue alcaldesa de Atenas, dos veces ministra y presidenta de la OCDE. En las primarias del partido, ella no apoyó a su hermano, sino a Meimarakis.

El marido de Dora Bakoyannis, Pavlos Bakoyannis, fue un liberal que lideró la derecha griega hasta que fue asesinado en 1989 por la organización 17 de Noviembre, recuerda el periodista Hibai Arbide: “El hijo de Dora y Pavlos, Kostas Bakoyannis, es el alcalde de Atenas desde hace un mes. Estudió en Brown, Harvard y Oxford. En Nueva Democracia conviven diversas tendencias. Del ala neoliberal al más conservador, pasando por los que se integraron desde el partido LAOS, de extrema derecha. Mitsotakis representa el ala más neoliberal, pero no ha dudado en subirse a la ola ultranacionalista macedonia”.

Mitsotakis sí es de los que siempre han estado en el poder, o en sus márgenes, ya sean políticos o económicos, es uno de esos personajes para los que ser gobernante no es algo extraño, sino que es algo más bien propio de su condición. Exconsultor de McKinsey en Londres, cercano al mundo de los negocios, este diplomado en Harvard también ha sido ministro de la Reforma Administrativa en el último gobierno conservador de Antonis Samaras (2012-2014), y se ocupó de despedir a 15.000 empleados públicos en la línea de las exigencias de recortes de los acreedores y la troika. De los tres memorandos griegos, el más duro fue el que aplicó Samaras, con Mitsotakis en el Gobierno.

El propio padre del primer ministro, también fue primer ministro, Konstantinos Mitsotakis. Los Mitsotakis son a la derecha, de alguna manera, lo que los Papandreu son al PASOK, quienes han tenido tres primeros ministros entre 1944 y 2009 –el último acaba de ser elegido diputado este domingo–.

Konstantinos Mitsotakis, el patriarca, era sobrino de uno de los fundadores de la Grecia moderna, el liberal Eleftherios Venizelos, y murió en 2017 a la edad de 98 años, después de haber desempeñado cargos gubernamentales desde los 50, hasta que llegó a ser primer ministro con Nueva Democracia entre 1990 y 1993.

Escándalos

Pero una familia no puede estar pegada al poder durante décadas sin haberse visto salpicada por algún escándalo: Mitsotakis ha sido acusado de haber aceptado en 2008 varios equipos regalados por Siemens valorados en 137.000 euros.

El ya primer ministro, cuando saltó el escándalo, decidió entonces pagar por ellos, si bien evidenció sus vínculos con el responsable de Siemens en Grecia, Michael Christoforakos.

Quien salió en los Papeles de Panamá fue Mareva Grabowski-Mitsotakis, la esposa de Mitsotakis. Según lo publicado por el diario Ethnos (el socio de medios de ICIJ en Grecia), Grabowski-Mitsotakis era dueña del 50% de Eternia Capital Management, una compañía offshore con sede en las Islas Caimán que gestionaba un fondo en las Islas Vírgenes Británicas.

Nueva Democracia tachó la historia de irrelevante, y argumentó que Mitsotakis y su esposa estaban separados en ese momento (antes de reconciliarse unos años más tarde) y que, por lo tanto, Mitsotakis no tenía la obligación legal de declarar los intereses financieros de su cónyuge.

También es cierto que Grabowski-Mitsotakis tiene su propia vida profesional: ha sido ejecutiva en Deutsche Bank y ahora dirige su propio negocio. No hay pruebas de que Grabowski-Mitsotakis haya infringido ninguna ley o que el mismo Mitsotakis haya estado involucrado en todo esto. Sin embargo, existe una coincidencia que une la estructura offshore de Grabowski-Mitsotakis con su esposo.

Stavros Papastavrou, el abogado de Grabowski-Mitsotakis, fue un alto ejecutivo de Nueva Democracia. En 2012, mientras tenía tratos con la empresa Eternia en nombre de Grabowski-Mitsotakis, Papastavrou ocupó una posición de primer nivel en Nueva Democracia (donde era director de Relaciones Internacionales) y luego dentro del Gobierno, como enviado de Grecia en conversaciones con las autoridades suizas sobre las cuentas bancarias griegas.

Mitsotakis ha marcado el camino con su nuevo Gobierno, ese nosotros que ha vuelto al poder político en Grecia.

El número dos, Panayiotis Pikramenos, fue primer ministro entre mayo y de junio de 2012, cuando estallaron las movilizaciones sociales y la ocupación de Syntagma; el ministro de Seguridad Ciudadana, Michalis Chrisochoidis, fue ministro de Interior con el PASOK, cuando puso en marcha la persecución de migrantes y prostitutas de Atenas, y ahora asumirá las competencias sobre refugiados; el ministro de Finanzas, Christos Staikouras, se define como ultraliberal y será el encargado de acometer la prometida bajada de impuestos y las negociaciones con los acreedores y la Unión Europea; el ministro de Desarrollo, Adonis Georgiadis, fue miembro del partido de extrema derecha LAOS y como ministro de sanidad eliminó la universalidad sanitaria; el ministro de Medio Ambiente, Kostis Chatzidakis, obligó a trabajar a los empleados del metro en huelga por decreto cuando era ministro de Transportes, en 2013; y el ministro de Agricultura, Makis Voridis, fue dirigente juvenil de EPEN, partido fascista fundado del coronel Papadópoulos, donde coincidió con el líder de Aurora Dorada, Nikos Mijaloliakos.