- Anuncia que no recurrirá al Tribunal Constitucional el impuesto catalán al azúcar, y que no va a implantar la tasa en el resto de España
El ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, ha explicado este martes que que no se plantea nuevas rebajas del IRPF en 2018, pese a su pacto en ese sentido con Ciudadanos: “no hay margen y además todavía quedarán dos años más de legislatura. Tenemos que tener zanahorias para la negociación”, ha ironizado. Ha admitido además que “las rebajas de impuestos siempre se han hecho a finales de legislatura”, es decir, antes de las elecciones. De completarse esta legislatura, los próximos comicios generales se celebrarán en 2020. El ministro ha venido a reconocer de este modo las acusaciones de “electoralista” que se le hizo a la anterior rebaja, aprobada en 2014 para su entrada en vigor en 2015, año electoral.
Sí ha apuntado a una subida salarial para los funcionarios el próximo ejercicio que se incluiría en los presupuestos de 2018: “se lo merecen”, ha dicho.
Además, ha apuntado que el Gobierno se plantea introducir penalizaciones fiscales para las empresas del sector privado que incumplan la Ley de Morosidad.
Presunción de inocencia para Ronaldo
El ministro también ha pedido que se respete la presunción de inocencia en la acusación de fraude fiscal al futbolista Del Real Madrid Cristiano Ronaldo. “Nadie es un delincuente si no está sentenciado”, ha afirmado en un acto informativo organizado por Cinco Días, preguntado por la denuncia de la Agencia Tributaria al portugués, acusado por la Fiscalía de defraudar 14,7 millones a Hacienda.
Para el ministro, en España se comete el “error gravísimo” de que “la carga de la prueba” sea la contraria, es decir, que sea la inocencia lo que se deba demostrar, y no la culpabilidad. No obstante, ha afirmado que la Agencia Tributaria “actúa con eficacia” y “no mira sobre quién está actuando”. “Dicho esto, España tiene que tener la mejor Liga del mundo”, ha añadido.
Por otra parte, el ministro ha anunciado que renunciará a recurrir el impuesto sobre las bebidas azucaradas que ha aprobado Cataluña, como le había pedido parte del sector de la alimentación. No obstante, ha aclarado que tampoco tiene la intención de aprobarlo a nivel estatal a pesar de haberlo contemplado en una comunicación a Bruselas. Ha explicado que la marcha de la recaudación lo hace innecesario y que además introduciría perturbaciones en el mercado. A las asociaciones de alimentación que le habían reclamado el recurso les ha recomendado “hablar con todos los grupos políticos” para conseguir sus objetivos de “reordenamiento de mercado interior”, aunque ha reconocido que lo ve difícil.
Montoro ha señalado que los Presupuestos Generales del Estado quedarán aprobados la próxima semana en el Senado sin enmiendas, de manera que no deberán volver al Congreso. A continuación el Consejo de Ministros aprobará el techo de gasto que servirá de base para las cuentas de 2018, y que subirá un máximo del 2,3%, como marca la regla de gasto. Montoro ha dicho que su “voluntad” es intentar que el PSOE dé su apoyo a este techo.
Pese a esta mano tendida a los socialistas, ha dejado claro que considera un “error tremendo” que la nueva dirección que ha salido elegida, con Pedro Sánchez a la cabeza, tenga como lema “derrumbar las reformas” del PP.
Sobre su propio futuro en el Gobierno una vez se someta a la reprobación del Parlamento por la sentencia que ha declarado inconstitucional la amnistía fiscal, ha aclarado que no va a dimitir. “Me iré cuando me digan que me vaya. Ya me entienden”, ha añadido en probable referencia al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.