La petrolera Star Petroleum, vinculada a empresarios españoles y cuestionada, entre otros motivos, por su “opaca” estructura accionarial por la ONG Global Witness, es una compañía bien conectada con el poder político en España. En fechas recientes ha contado con hilo directo con el Ministerio de Industria, Energía y Turismo en sus negociaciones con las autoridades de Sudán del Sur, el país más joven del mundo, para hacerse con las primeras licencias de exploración de crudo desde la declaración de independencia de ese territorio, en 2011.
En marzo pasado, miembros del Gobierno de Sudán del Sur, un país rico en petróleo pero al borde de la hambruna como consecuencia de décadas de conflictos bélicos, se reunieron en Madrid en una “misión no oficial” con directivos de esa empresa y con el entonces director general de Industria, Manuel Valle, en el despacho de este último, según confirman varias fuentes conocedoras de ese encuentro.
La cita, según esas fuentes, tenía como objetivo la negociación de un acuerdo que la propia Star Petroleum ha valorado en más de 200 millones de euros de inversión y que vería con muy buenos ojos el Gobierno de Mariano Rajoy. Como señalaba el pasado martes a eldiario.es Ignacio Lacasa, responsable legal de Star Petroleum, “al Estado español le interesa muchísimo que una de las principales reservas petrolíferas del mundo sea controlada por una empresa gestionada por españoles”. La empresa no ha querido hacer más comentarios.
Reunión en Industria
Fuentes próximas a Manuel Valle, que ya no está en el Ministerio, confirman la existencia del encuentro, que a un portavoz de Industria no le “consta” porque, dice, la agenda de sus directores generales no es pública y su departamento de Comunicación sólo gestiona las actividades diarias del ministro, José Manuel Soria, y los secretarios de Estado.
Manuel Valle, que por su cargo de entonces contaba con nulo margen para facilitar el eventual desembarco de Star Petroleum en Sudán del Sur (no tenía competencias en energía ni comercio exterior), cesó como director general de Industria en agosto pasado para incorporarse a su actual puesto, la jefatura de la Oficina Comercial de España en Los Ángeles.
Valle, un alto funcionario que, entre otros cargos, ha sido asesor del ex vicepresidente económico Rodrigo Rato y director general de Empleo en la Comunidad de Madrid, conoce bien al primer ejecutivo de Star Petroleum, el iraní Farshad Zandi, un multimillonario con ciudadanía española desde los años 90 con el que coincidió durante su larga etapa (2006-2011) como consejero jefe de la Oficina Comercial de España en Dubai.
Fandi, que mantiene una estrecha relación con el empresario Rafael Ansón (hermano del periodista Luis María Ansón) y tiene una espectacular mansión en La Finca, una de las urbanizaciones más exclusivas de España, también es considerado amigo personal del expresidente del Gobierno Felipe González.
Con González coincidió durante su etapa en la presidencia de la extinta Fundación Atman por el diálogo entre civilizaciones, constituida en otoño de 2005 por el propio Zandi, Teresa Aranda (la entonces esposa del presidente ejecutivo del grupo Prisa, Juan Luis Cebrián) y otros dos accionistas de Star Petroleum, los empresarios Joaquín de Arescopachaga y Javier Merino, cuyos antecedentes legales cuestiona el informe de Global Witness.
En el patronato de la Fundación Atman (extinguida en 2007) también figuraba el exministro de Comercio socialista Javier Gómez Navarro, que en enero de 2011, como presidente del Consejo de Cámaras de Comercio, ejerció como anfitrión en una reunión en Madrid entre representantes del futuro Gobierno de Sudán del Sur y empresarios españoles (entre ellos, el propio Zandi), para examinar oportunidades de inversión en el incipiente nuevo Estado.
Reputación en entredicho
La reputación de Star Petroleum está en entredicho tras la publicación, el pasado lunes, del citado informe, que ha cuestionado que esa empresa, española a su manera (tiene sus oficinas centrales en Madrid, pero su residencia fiscal está en Luxemburgo), cuente con “competencia técnica, suficiente experiencia, historial de cumplimiento de los estándares éticos y capacidad financiera” como para asumir la explotación de los recursos petrolíferos de Sudán del Sur, un país con alto riesgo de corrupción.
La empresa argumenta que entre sus directivos tiene a un antiguo directivo de Repsol con 35 años de experiencia en el sector. Se trata de Miguel Ángel Remón, que fue vicepresidente ejecutivo del área de Exploración y Producción durante la etapa de Alfonso Cortina en la presidencia de la primera petrolera española y se prejubiló en 2005.
El hermano de Cortina, el financiero Alberto Cortina, ha sido socio de Zandi en otra de sus empresas, SP Mining, que en 2012 se adjudicó una megaconcesión minera en otro país africano limítrofe con Sudán, Chad, aunque la sociedad quedó disuelta el año pasado.
La ONG asegura en su informe que la estructura accionarial de la compañía es “opaca” y está vinculada a varios paraísos fiscales, algo que la empresa niega, y recuerda los antecedentes delictivos de dos de sus fundadores, los citados Merino (casado con la exmodelo Mar Flores y condenado por uso de información privilegiada) y Arescopachaga, que fue detenido en junio del año pasado por su presunta relación con una trama que obtuvo ilícitamente 21 millones de euros de subvenciones públicas para fomentar el empleo en la bahía de Cádiz. Actualmente, la participación de ambos en la empresa es “residual”, según Star Petroleum.