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Los hombres de Mussolini matricularon en la guerra nueve Alfa Romeo de lujo en Vitoria, uno para el cuñado de Franco

Uno de los nueve Alfa Romeo 6C matriculados en Vitoria en la Guerra Civil, circulando en los Dolomitas italianos

Iker Rioja Andueza

1 de enero de 2025 21:34 h

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El dictador italiano Benito Mussolini era un amante de los coches de superlujo de la marca lombarda Alfa Romeo y no dudaba en conducirlos, en promocionarlos y hasta en regalarlos para los más variados fines políticos o sentimentales. En la Guerra Civil española, la Italia fascista y la Alemania nazi de Adolf Hitler apoyaron decididamente la rebelión golpista de Francisco Franco. Ambas potencias establecieron sus cuarteles generales en Vitoria, donde también hubo dos ministerios, los de Justicia y Educación. Y los hombres de Mussolini matricularon en la capital vasca al menos nueve unidades exclusivas del modelo 6C de Alfa Romeo que entraron a España en barco por Cádiz y que recibieron todas las facilidades de las autoridades franquistas para no tener que pagar aranceles.

El primero, con matrícula VI-1798, fue registrado a nombre del general Gastone Gambara, comandante general del CTV (como se denominó el contingente fascista en España) y posteriormente embajador del reino italiano ante el primer gabinete de Franco una vez finalizada la guerra. El quinto, con placa VI-1824 y que podría estar valorado en cientos de miles de euros a tenor de los precios que alcanzan en las subastas, sigue circulando después de una azarosa vida y participa en encuentros de coches clásicos y en certámenes de elegancia. El séptimo, el VI-1853, fue asignado a Carlos Pérez-Seoane y Cullén, tercer duque de Pinohermoso y afecto a la sublevación. El noveno y último, el descapotable VI-1926, se lo llevó el poderoso Ramón Serrano Súñer, cuñado de Franco, ministro de Gobernación y de Exteriores en la primera época y gran aliado de los fascistas italianos.

La importancia de la operación es mayor si se tiene en cuenta que, en Vitoria, la primera ciudad conquistada por los golpistas el 18 de julio de 1936, apenas se matricularon 48 vehículos durante la Guerra Civil y no más de 300 si se incluyen los meses posteriores a la finalización de la contienda, hasta abril de 1940, en los que la Italia fascista seguía teniendo una presencia muy relevante en la ciudad. Y no solamente se importaron coches de Alfa Romeo. En los ficheros de matriculación aparecen también unidades de Lancia. El duque de Pinohermoso, que además de jinete y torero era ayudante del alto mando militar Lorenzo Martínez Fuset —muy cercano a Franco y a su vez amigo de Federico García Lorca—, se llevó, por ejemplo, un Aprilia con matrícula VI-1854. Es otra berlina de lujo, la última diseñada por el fundador de la casa, Vincenzo Lancia, antes de fallecer.

Y hay, asimismo, numerosos FIAT. La agencia EFE conserva fotografías del general Gambara entregando en Burgos un Topolino descapotable a la hija del dictador, Carmencita Franco Polo, de apenas doce años. Las imágenes son de agosto de 1939 y, aunque no se aprecia en ellas la numeración del coche, en ese mes se matricularon dos vehículos de importación similares al entregado en Vitoria. Ambos estaban a nombre del mayor del CTV Gino Ercole Bruno.

El Archivo de Álava, que reúne los fondos de la Diputación pero también los de los organismos del Estado en la provincia, dispone de fichas de cada uno de los vehículos matriculados en el territorio desde 1906 —el VI-1 fue precisamente un FIAT— hasta mediada la década de 1970. En muchos de los casos conserva también una carpeta con el expediente de cada uno de ellos, es decir, con sus fichas técnicas, multas o compraventas, por ejemplo. El aficionado al motor Miguel Martín Zurimendi dedica sus mañanas libres a repasar esas cajas y cajas de documentación acompañado de unos lapiceros de colores. Fue así, de casualidad, como dio aviso a la dirección del archivo de que el cuñado de Franco había matriculado un coche de altísima gama en Vitoria.

Una revisión más completa de los expedientes permite descubrir una sistemática que va más allá de un posible regalo libre aranceles para quien en tantas ocasiones despachó con Mussolini y que fue el ideólogo de un primer franquismo claramente inspirado en el fascismo italiano, del que importó sus modos y costumbres. Un par de funcionarios alaveses llegaron a plasmar por escrito su inquietud por el chapucero proceder de los 'invitados' italianos, que pidieron agilizar las matriculaciones al más alto nivel para unos coches que, inicialmente, llevaban un número de matrícula de la serie CTV, la que usaban los vehículos militares desplegados en España.

El primero en recibir una “targa civile” —matrícula civil, en italiano— en la jefatura de Tráfico de Vitoria fue un Alfa Romeo 6C para Gastone Gambara, uno de los generales-jefe en España durante la Guerra Civil. Es un modelo del que no hay documentación alguna más allá de la ficha de matriculación en febrero de 1938 y que fue el que inauguró estas importaciones de lujo. Sí hay constancia de que, después, en la II Guerra Mundial, Gambara se movía también en Alfa Romeo en África, donde estuvo destinado.

El 6C de Alfa Romeo, que tuvo numerosas versiones y variantes, pero todas ellas con el lujo como denominador común, es un modelo muy cotizado entre coleccionistas y en concursos de vehículos antiguos. El propio Mussolini trataba de huir en uno de ellos, muy similar a los de Vitoria, cuando se avecinaba el final de su régimen al término de la II Guerra Mundial. Fue atrapado con su amante, Ciara Petacci, en el vehículo que le había regalado a ella. En 2008, un británico se lo quedó por 550.000 libras esterlinas, unos 665.000 euros con el tipo de cambio actual.

En los casos en que sí hay expediente constan informes aduaneros de entrada de los vehículos en barco por Cádiz. Se menciona, en concreto, el vapor SS 6. En estos papeles se deja claro que los coches fueron “importados por la Intendencia de las tropas legionarias” de Italia, que antes de instalarse en Vitoria tuvieron también importante presencia en Logroño. En la documentación figura también como partícipe de las importaciones de los Alfa Romeo, FIAT y Lancia de Vitoria una especie de sociedad de nombre italiano y con domicilio alterno en la sede central del CTV en Vitoria —en el 19 de la calle de Postas, en el edificio de la antigua caja de ahorros, ahora Kutxabank— o en un garaje del 31 de la calle de Menorca de Madrid que todavía existe. Sin embargo, este periódico no ha podido identificar esa empresa porque aparece escrita de numerosas maneras dadas las dificultades con el italiano de los registradores españoles.

El expediente del coche que se llevó Serrano Súñer está completo. En algunas biografías sobre el cuñado de Franco, que falleció centenario ya entrado el siglo XXI, sí constan algunas breves referencias a que Mussolini o su embajador en España —en probable referencia a Gambara— le regalaron un Alfa Romeo. Sin embargo, hasta que Martín Zurimendi no dio con el VI-1962 no se habían conocido tantos detalles sobre su coche de superlujo. Fue matriculado el 25 de octubre de 1939, es decir, unos meses después de terminada la guerra. En junio y ese mismo mes, el ministro parafascista había estado en Italia, donde se dio baños de masas al lado de Mussolini. En medio, en julio, el yerno de Mussolini, Galeazzo Ciano, hizo una gira por España con parada en Vitoria, donde fue recibido con un aeródromo engalanado con la leyenda 'Duce, Duce, Duce' y banderas fascistas.

El Alfa Romeo de Serrano Súñer, tramitado por Enrique de Rico en su nombre, era “descapotable”. Medía cinco metros de largo. Venía acompañado de la “franquicia” o exención de la aduana del puerto de Cádiz y también de un “cupo mensual” de consumo de gasolina, no más de 30 litros en un España devastada y empobrecida durante la posguerra. Irónicamente, el cuñado del jefe del Estado dio como domicilio el “36” de la calle del General Mola de Madrid.

Este coche, en principio, ha sido ya desguazado, aunque en puridad no consta esa documentación en el expediente. Un registro internacional de coches de Alfa Romeo apunta a que el bastidor 813.219, el del VI-1962, ha podido aparecer en una compraventa reciente en Estados Unidos, pero ya se alerta de que podría ser un error o una manipulación. Sí aparecen detalladas sucesivas compraventas previas. La primera, a un empresario de Navarra llamado Carlos Eugui. Fue en 1947. Y le acarreó problemas, porque le reclamaron a él el pago de los aranceles pendientes de 1939. Se tramitó un despacho con la aduana de Irún para resolverlo. Se abonaron 6.560 pesetas y 40 céntimos, pero muchos años después de transferido, en 1955.

De hecho, dos funcionarios escriben —en plena dictadura y sobre un familiar de Franco— que apreciaban “impedimentos” en la regularización del coche en 1939. “Algo sabía, sin concretar, del automóvil matriculado a nombre de D. Ramón Serrano-Súñer. Sin que pueda precisar nada, pues hace de esto 14 años, de lo único que conserva algún recuerdo mi memoria es de cierta carta, de la que no quedaron huellas, recabando, interesando o apremiando (no sé cuál sería la palabra adecuada), para que se matriculara sin más trámites. Como dices tú muy bien, la 'petición' no podía ser soslayada”, ironiza un alto funcionario de Tráfico de Vitoria en respuesta a una carta de su superior, José Félix Cabasés, de la oficina de Pamplona. Los últimos datos sobre este automóvil, de la década de 1970, llevan a una fábrica de muebles próxima a la localidad alavesa de Oyón, fronteriza con Logroño en La Rioja y con Viana en Navarra. Este negocio no ha atendido la petición de información de este periódico.

El coche más conocido de los nueve Alfa Romeo de Vitoria es el VI-1824. De color granate, es del subtipo 2300 Mile Miglia, del que se dice que solamente hay 106 unidades fabricadas, y sigue funcionando tras haber sido restaurado. En estos años se han hecho sobre él reportajes en revistas especializadas, hay fichas detalladas en portales de Internet sobre vehículos clásicos y, aunque su matrícula aparece pixelada, es presumiblemente el que encabeza la página de Wikipedia sobre los 6C de la automovilística italiana. Pero en ningún momento se ha explicado su origen.

Con número de bastidor 815.085, fue registrado el 23 de marzo de 1939, a pocos días del final definitivo de la Guerra Civil, por el militar italiano Gastone Radami. El 815.053, de color negro pero idéntico en el resto de características, ha sido vendido recientemente en Sotheby's por 850.000 euros. Tras varios cambios de propietario, pasó a finales de la década de 1960 a manos de una familia de Navarra. Pero, sin que esté claro cómo y cuándo, fue vendido al extranjero. En los últimos años ha sido visto en eventos del motor en Italia. Para poder circular en el extranjero con esa matrícula precisa de una E de España metálica que lleva en la parte trasera. Radami matriculó al menos otros dos Alfa Romeo similares. Los otros, hasta los nueve totales, están a nombre de la agencia italiana de nombre similar a Monti y de otra persona llamada Pippo Belmonte, presumiblemente también vinculado al CTV. Presumiblemente, dos de los FIAT también seguirían existiendo, los que tienen placa VI-1815 (visto a la venta en Milanuncios) y el VI-1835 (restaurado en Pamplona).

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