Josu Ternera, absuelto en la primera causa abierta contra él en Francia

El Tribunal Correccional de París ha absuelto este miércoles al histórico dirigente de ETA José Antonio Urrutikoetxea ('Josu Ternera') del cargo de pertenencia a la banda ETA entre 2011 y mediados de 2013. En su decisión, según informa Efe, las tres juezas que componían la sala consideran que no hay ni elementos materiales ni intencionales que demuestren que en ese período Urrutikoetxea pertenecía a la banda terrorista.

Josu Ternera, que está en libertad provisional desde finales de julio de 2020, tiene pendiente otro juicio en Francia por su presunta pertenencia a ETA entre 2002 y 2005. Su salida de prisión se autorizó por motivos de salud, pues padece cáncer.

Josu Ternera ingresó en la banda terrorista en 1968. Cuando ya figuraba como uno de los máximos dirigentes, ETA cometió algunos de sus atentados más sanguinarios, incluidos el de Hipercor y el de la casa cuartel de Zaragoza, ambos en 1987. De hecho, en noviembre de 2002 huyó, pues el Tribunal Supremo lo había llamado a declarar como supuesto responsable del de la capital aragonesa, que causó once muertos. Ternera fue también parlamentario vasco por Euskal Herritarrok y quien se sentó con Jesús Eguiguren, presidente por aquel entonces del PSE-EE, en las fracasadas negociaciones del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero con ETA. Junto con Marixol Iparragirre ('Anboto'), en 2018 se encargó de leer el comunicado en el que se anunciaba la disolución de la banda terrorista. “ETA da por concluida toda su actividad política. No será más un agente que manifieste posiciones políticas, promueva iniciativas o interpele a otros actores”, pronunció entonces, en castellano.

Prófugo desde 2002, fue finalmente arrestado en los Alpes franceses en mayo de 2019, en una operación a la que el entonces ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, le reconoció un “carácter simbólico”. No fue hasta enero de 2020 que la Justicia francesa aprobó su extradición a España. En mayo de 2021, participó en un coloquio sobre la paz organizado por la Asamblea Nacional de Francia. “La violencia nunca ha sido un objetivo en sí misma”, alegó allí, y admitió que había provocado “por desgracia pérdidas irreversibles y víctimas en ambos lados”.