La COVID-19 ha impactado en prácticamente todos los aspectos de la vida diaria, y también lo ha hecho en el número de personas de origen extranjero que migran a Euskadi. A raíz de las limitaciones y restricciones de movilidad, fruto de la pandemia y la situación epidemiológica de la comunidad autónoma, las llegadas de personas de origen extranjero han sufrido un retroceso del 75,8% respecto al año anterior. Entre enero de 2019 y enero de 2020, 19.732 personas de nacionalidad extranjera se empadronaron en Bizkaia, Gipuzkoa o Álava, mientras que en el mismo periodo entre 2020 y 2021, la cifra de nuevos empadronados se ha reducido hasta las 4.777 personas, el dato más bajo desde 2016. Aun así, las personas de origen extranjero ya suponen el 11,1% de la población total vasca (246.501 personas) y más de la mitad son de origen latinoamericano. Son datos de la panorámica sobre población de origen extranjero en Euskadi en 2021, elaborada por el Observatorio Vasco de Inmigración (Ikuspegi) a partir de los datos del padrón continuo que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Este retroceso en las llegadas se ha dado de forma generalizada en todo el país; sin embargo, Euskadi es, junto con Andalucía, Cantabria, Galicia, Castilla y León, Asturias o Extremadura, una de las comunidades autónomas con menor porcentaje de población extranjera y se sitúa por debajo de la media nacional (15,4%). Aquellas con un porcentaje superior al 20% serían Canarias, Catalunya, Comunidad de Madrid, Melilla e Islas Baleares, que es la comunidad con mayor porcentaje de población extranjera respecto al total, un 24,3%.
Según recoge en informe, el peso de las personas de origen extranjero en Euskadi varía en cada una de las tres provincias. Álava es la que cuenta con mayor porcentaje de población nacida en un país extranjero (13%), seguida de Gipuzkoa (11,2%) y por último Bizkaia (10,6%). Sin embargo, en números absolutos, Bizkaia es el territorio donde reside un mayor número de personas de origen extranjero, 121.737 en total, mientras que en Gipuzkoa y Álava son 81.354 y 43.410 personas respectivamente.
Respecto a la procedencia de la población, a 1 de enero de 2021, más de la mitad (51,7%) de las personas de origen extranjero empadronadas en Euskadi ha nacido en un país latinomericano y ocho de los diez principales países de origen son latinoamericanos (Colombia, Nicaragua, Bolivia, Venezuela, Ecuador, Honduras, Paraguay y Brasil). Marruecos encabeza la lista de países de procedencia, aunque las personas originarias del Magreb, la tercera área de procedencia más habitual en la comunidad autónoma, supongan un 14,2% de la población. El segundo lugar de origen más habitual es la Unión Europea (14,8%), con Rumanía como país principal de procedencia, el tercero en la lista de países. Finalmente, África subsahariana representa el 7,1% del total de personas de origen extranjero en Euskadi y Asia, el 6,5%.
La crisis y las restricciones de movilidad como consecuencia de la COVID-19, se explica en el informe, han provocado que Latinoamérica y Magreb sean las áreas de origen más afectadas por el retroceso en las llegadas. Aun así, del total de personas que han llegado el último año, la mayoría procede de algún país latinoamericano (66,8%), seguido de Marruecos, que supone un 16,4% de los nuevos empadronamientos. En concreto, son Colombia y Marruecos los dos países que más han visto crecer su población en Euskadi durante 2020, con 1.146 y 971 personas respectivamente, mientras que el número de personas rumanas y bolivianas empadronadas en la comunidad autónoma se ha reducido en comparación con el periodo previo. 472 personas menos empadronadas respecto al año anterior en el caso de Rumanía y diez menos en el de Bolivia.
Si se atiende a la distribución por sexo, los datos revelan que la población de origen extranjero en Euskadi “es un colectivo ligeramente feminizado”, con más mujeres (52,4%) que hombres (47,6%), aunque esta distribución sufre variaciones según el país de origen. En este sentido, el colectivo africano, tanto de origen subsahariano como magrebí, es mayoritariamente masculino y el informe apunta que “aproximadamente seis de cada diez personas de origen africano son hombres”. Ocurre lo contrario con la población procedente de Latinoamérica: un 61,2% de las personas latinoamericanas empadronadas en Euskadi son mujeres. “Estas diferencias las tenemos que entender teniendo en cuenta las necesidades de la sociedad vasca y de las oportunidades que cada una de las áreas encuentra a la hora de insertarse en el mercado laboral vasco”, explican desde Ikuspegi. La diferencia principal son “las características del mercado laboral en Euskadi”, puesto que, añaden, “Euskadi no es necesariamente un destino atractivo a nivel laboral para el colectivo extranjero”, pero las personas que llegan “tienden a emplearse en sectores como la hostelería, la construcción, la agricultura o, más importante en el caso de las mujeres, los cuidados y los servicios en los hogares”.
Así, Latinoamérica “ha sido el área de origen más importante a lo largo de los años, situándose de manera sistemática por encima del 45%”, además de haber ido creciendo hasta llegar a su máximo en 2021. “En la base de estas diferencias nos encontramos con las necesidades que tiene la propia sociedad vasca, la cual demanda una serie de perfiles relacionados en gran parte con el trabajo doméstico o de cuidados”, añade el informe del observatorio. Respecto al resto de áreas de procedencia, el peso de la Unión Europea en Euskadi se ha reducido casi a la mitad en los últimos trece años y ha pasado del 26,8% en 2008 al 14,8% en 2021. En el caso del Magreb, se observa un ligero aumento, del 10,2% en 2008 al 14,2% en 2021.
Cambios en 20 años
Los datos recogidos en el informe del Observatorio Vasco de Inmigración se remontan a 1998, año en el que se inicia y consolida la llegada de personas de origen extranjero a la comunidad autónoma. “Fruto del momento de bonanza y expansión que vivía la economía vasca, las llegadas de personas de origen extranjero se aceleraron hasta alcanzar los 20.288 nuevos empadronamientos en 2008, la cifra más alta hasta la fecha”, detallan. Entonces llegó la crisis y con ella la recesión económica y el descenso de flujos migratorios. Hasta 2016, con un ligero aumento previo en 2012, las llegadas de población extranjera se redujeron, siendo el periodo de 2013 a 2014 el de “mayor crudeza” y donde se registró un saldo negativo de empadronamientos.
Entre 2015 y 2016 da comienzo el periodo de “recuperación” y gracias a la “mejora de los indicadores macroeconómicos”, los flujos migratorios en Euskadi se reavivaron. “Este incremento fue leve en los primeros momentos, pero adquirió fuerza hasta alcanzar los 19.732 nuevos empadronamientos entre 2019 y 2020”, recoge el informe. En 2020, la COVID-19 ha supuesto un nuevo descenso en la llegada de personas de origen extranjero y será al comienzo de 2022 cuando se observe si la pandemia también ha afectado a los flujos migratorios este año.