PNV y PSE-EE continúan exhibiendo sus diferencias en torno a la reforma fiscal que han de acometer las Haciendas de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa. Los socios de coalición solamente tienen mayoría en Bizkaia y precisan de un tercer aliado en los otros dos Parlamentos forales. Este jueves, antes del arranque del pleno en el Parlamento Vasco, el líder socialista Eneko Andueza ha vuelto a recalcar que el PP no puede ser una opción en este momento, aunque el PNV lo considere factible. Instantes después, el portavoz nacionalista, Joseba Díez Antxustegi, ha insistido en euskera y en castellano en que la “voluntad” del PNV es “clara” y pasa por negociar “con todos”, también con los 'populares'.
PNV y PSE-EE han planteado una revisión del modelo fiscal vigente en Euskadi, que data de 2017 y que, precisamente, fue cerrado por estos partidos y el PP en el marco de una negociación presupuestaria. EH Bildu ha formulado ya una enmienda de totalidad y criticado el planteamiento acordado por los socios. Buscan más ambición en los cambios y también una aproximación con el modelo fiscal del otro territorio fiscal, Navarra. El PP, de su lado, ha lanzado una batería de enmiendas que van en la línea de rebajar la presión fiscal de modo general.
Hay un quinto en discordia, Podemos. Este partido ya no tiene escaños en el Parlamento Vasco pero sí representación suficiente en Gipuzkoa y Álava como para garantizar su aprobación. “Llevamos todo el tiempo diciendo que nuestra disposición es total para tratar de llegar a un acuerdo para que Euskadi tenga la fiscalidad que se merece. Está habiendo negociaciones a nivel político e institucional. En algunas cosas se está avanzando y en otras hay más dificultades”, explican fuentes de esta formación, ahora liderada por Richar Vaquero. La formación, que lidera una coalición llamada Elkarrekin a nivel foral y municipal, no va a presentar enmienda de totalidad y pide “responsabilidad” y “valentía” a PNV y PSE-EE.
Andueza, en sus declaraciones a los medios de comunicación, ha valorado el anuncio de EH Bildu de ir a la enmienda de totalidad y entiende que está pensada para “hacer daño” al bipartito. A la vez, ha avisado al PNV de que el PP no puede ser una alternativa. “Euskadi necesita servicios públicos fuertes y todo lo que ha propuesto el PP nos lleva a un debilitamiento de los servicios públicos, a una Euskadi en mayor desigualidad. Si no cambian su planteamiento, con el PP no tenemos nada que hacer”, ha manifestado Andueza con rotundidad.
Díez Antxustegi ha insistido en el axioma de que lo importante es el 'qué' y no el 'quién'. “Hay que negociar sobre contenidos y negociar con todos los grupos”, ha señalado. Y ha lanzado al aire la pregunta de quién se puede oponer a que queden exentas las rentas de menos de 19.000 euros -ahora son 14.000- o a deducciones para vivienda, familias o descarbonización. “Negociar con todos, la voluntad es clara”, ha insistido sobre los comentarios del PSE-EE.
El asunto tiene contexto. Es claro el precedente de 2017, con PNV y PSE-EE pactando el modelo fiscal con el PP, aunque entonces Andueza no era el líder en Euskadi. Secretario general desde 2021 y reelegido hace solamente unos días, siempre ha sido muy exigente con su socio del PNV y no ha dudado en hacer advertencias públicas sobre temas como la ley de Educación, las políticas de Vivienda o incluso asuntos internos del Gobierno cuando ha considerado que tenía que hacerlo. De hecho, Andueza quiso no entrar como vicelehendakari de Imanol Pradales para poder preservar ese espacio de libertad.
Sin embargo, hace solamente unos meses PNV y PSE-EE aprobaron los presupuestos de Gipuzkoa con el PP. La alcaldesa de Vitoria, la socialista Maider Etxebarria, también fue investida con el apoyo de esta formación. En asuntos sectoriales, también ha habido acuerdos puntuales entre el bipartito y los 'populares'. Hace solamente unos días, en el propio Parlamento, el lehendakari ya lanzó este mensaje a Javier de Andrés, presidente de los 'populares' vascos: “Les seguimos esperando a usted y al PP para que arrime el hombro, para hacer país. Tienen la puerta del Gobierno abierta. La mía también. Le estamos esperando”.
En cuanto a la reforma fiscal, las partes entienden aún que hay “margen” para sacarla adelante. La propia EH Bildu abrió la puerta a dialogar a pesar de sus enmiendas de totalidad. “A partir de ahora veremos lo que pasa”, coinciden en todos los partidos.