La firma Río Narcea Recursos, titular de la explotación de la mina Aguablanca, ha presentado una actualización del Plan de Restauración de la misma, que recoge líneas de actuación en el caso de retomar la actividad en galerías como la estrategia ante un posible cierre, que presupuesta en 5,1 millones de euros.
La Delegación del Gobierno en Extremadura ha abierto el periodo de información pública de la actualización de este plan de restauración de Aguablanca, después de que el mismo fuera remitido por la empresa a la Subdirección General de Minas del Ministerio del ramo, han informado este miércoles fuentes de la Delegación del Gobierno.
La normativa actual obliga a revisar el Plan de Restauración de las instalaciones con actividad minera cada cinco años y, en su caso, modificarse si se han producido cambios sustanciales que afecten a lo previsto en él, incluidos cambios en el uso final del suelo una vez se concluya el aprovechamiento.
La legislación vigente (Real Decreto 975/2009 sobre gestión de los residuos de las industrias extractivas y de protección y rehabilitación del espacio afectado por actividades mineras) obliga al explotador a presentar una actualización del Plan que recoja las actuaciones que garanticen la seguridad medioambiental de las instalaciones.
Asimismo, la Dirección General de Emergencias de Extremadura, y motivada por la nueva clasificación de la instalación de residuos mineros de la explotación, elaborará un Plan de Emergencia Exterior sobre las medidas que deban tomarse fuera del área de la explotación y sus instalaciones en caso de accidente, por lo que Río Narcea ha facilitado información necesaria para la elaboración del Plan.
El plan de restauración
En los documentos remitidos por la empresa y que esta semana salen a exposición pública para que los interesados puedan presentar alegaciones, se prevén las actuaciones necesarias tanto para la actualización del Plan de Restauración actualmente vigente, como la estrategia prevista para el abandono, cierre y clausura de la mina.
A partir de este documento y en el caso de desarrollarse la explotación de la misma por interior, se elaborarán adaptaciones y se llevaran a cabo las tramitaciones administrativas necesarias para cumplir los requisitos que se fijaron en la declaración de impacto ambiental emitida en junio de 2017.
Por otro lado, y para atender con antelación suficiente a la finalización del periodo de explotación o cuando por condiciones económicas o de otro tipo se prevea la paralización de sus actividades, Río Narcea “elaborará y presentará a la autoridad competente el Proyecto Definitivo de Cierre y Clausura”.
De hecho, la empresa ha presentado también en este documento el presupuesto de las actuaciones, cifrado en 8,8 millones de euros, de los que 5,1 serían para un hipotético “cierre y restauración de las instalaciones de residuos mineros”, con un plazo de tres años.